Gente del Fútbol Modesto

Da gusto mantener una conversación de fútbol con alguien como Eugenio Ledesma, un extremeño que llegó allá por el año 1967 a Móstoles y que desde entonces, salvo fuerza mayor, no se ha perdido prácticamente un partido en casa de este equipo del sur de nuestra Comunidad. Con Eugenio repasamos todos los años que ha estado ligado al club, donde ha trabajado sin descanso desempeñando numerosas funciones.

Eugenio es un hombre de fútbol que ha vivido una parte importante de la historia del CD Móstoles. Con 79 años, conserva una memoria asombrosa y aprovecha esta conversación para contarnos cuáles han sido sus mejores y peores momentos vividos en el club azulón y para hablar del pasado y presente del equipo de su vida.

¿Cuántos años le ha dedicado al Móstoles y cómo llegó al club?

Llegué a Móstoles hace 45 años. Me incorporé al club como delegado de las categorías inferiores cuando mis hijos empezaron a jugar  en el equipo. Te estoy hablando cuando el Soto era todavía de tierra. Y luego terminé colaborando sucesivamente con distintas directivas hasta que, durante 12 años,  formé parte de la Junta directiva encabezada por Baena.

¿Qué recuerdos tiene de esa época de directivo?

Pues como todo en la vida. Tuvimos momentos buenos y momentos peores. Porque el fútbol es muy ingrato y no te devuelve todo lo que le das. Al final, echando la vista atrás, casi fueron más sufrimientos que alegrías.

¿Qué nos puede contar de Baena, un presidente controvertido en el fútbol madrileño?

Pues para mí fue un buen presidente, honrado, que estaba pendiente de todo y que miraba las cuentas del club al céntimo. Con él de presidente, se cobraba al día y las cuentas cuadraban. Creo que le perdió su forma de ser y su carácter hacia afuera. Pero te digo una cosa, contaba con nosotros para todo y consultaba absolutamente cualquier decisión a la Junta directiva.

Hagamos un breve resumen de todo lo que ha hecho en el club en este tiempo...

Pues mira he desempeñado labores de delegado de categorías inferiores, he actuado como informador cuando Andrés Rosado  se hizo por primera vez del Móstoles. He formado como te decía antes de una Junta Directiva durante 12 años, donde hice prácticamente de todo. Era un todorerreno. 

Llegó a trabajar de utillero, incluso formando parte de la Junta directiva...

Efectivamente, eso fue en mi última etapa. Teníamos un empleado, Leo, que se encargaba del mantenimiento  del campo, pero sólamente estaba para los partidos de casa. Así que en los de fuera, entre Antonio Herráez, el maestro, y yo nos encargábamos de la ropa, del material y de todas esas funciones que le corresponderían a un utillero.

No se le han caído los anillos, por tanto, por echar una mano en lo que hiciera falta...

He quitado mucho tiempo a mi vida personal y a mi familia por el Móstoles. He trabajado mucho. También en la etapa de directivo venía entre semana a los entrenamientos. Estaba a media tarde para preparar el agua y ayudar a Leo, que no daba abasto con todo. Era imposible que pudiera hacer todo, por lo que había que ayudarle y colaborar en lo que hiciera falta.

¿Alguna función más?

Pues cuando terminaba el entrenamiento recogía los balones, ayudaba  a colocar el material, llevaba la ropa… También he echado una mano cuando había que arreglar el campo, y puntualmente también hice de delegado. Pero lo de ser delegado, en pocas ocasiones, solamente en los meses de septiembre y en semana santa, que era  cuando  no estaba Antonio Herráez.

 Incluso también hizo labores de intermediación o representante…

Sí, aunque en esa época no existían los representantes. Yo conocía muchos jugadores y controlaba bastante bien el futbol madrileño. Sin cobrar nada llevé jugadores al Carabanchel, al Toledo, al Colmenar… Era más fácil convencer a los jugadores que ahora.

¿Ha cobrado algo del club durante este tiempo?

No he cobrado ni un duro. Tampoco he puesto dinero. Lo único que he pagado han sido los cafés que invitábamos a los delegados de fuera mientras esperábamos a que vinieran  los árbitros. No he puesto dinero, pero tampoco he cogido dinero.

Lo que más le ha molestado es que había gente que insinuara lo contrario….

Eso sí que es injusto. Fíjate con lo que yo he dado por este club, que haya tenido que oír que si estaba ahí y hacía todo eso, era porque habría algún interés detrás. Repito: todo ha sido por amor a unos colores y nunca he cobrado un duro, ni me he llevado absolutamente nada.

¿Si pudiera volver  45 años atrás, volvería a sacrificar tanto tiempo por el Móstoles?

No. Dedicaría mucho más tiempo tiempo a mi mujer, a mis hijos. O simplemente tener más  tiempo libre para mí. Han sido muchas horas de dedicación y pocas las gratificaciones. Estaría ligado al fútbol, pero como aficionado, sin tantas preocupaciones.

Y  ahora disfrutando como un aficionado más…

Así es, desde que dejé el Móstoles a nivel institucional hace 5 años sigo al equipo como un aficionado más, viniendo al Soto todos los domingos.  Fuera de casa no, pero en nuestro campo no fallo. Ahora por desgracia,  sufriendo con la situación del equipo. Durante estos 45 años no me he perdido casi ningún partido de los disputados en el Soto. Solamente cuando me dio infarto al corazón, que lógicamente no podía asistir.

¿Cree que ese susto fue por la tensión que provoca el fútbol?

No, no creo que fuera por eso, mi mujer sí que dice que tuvo que ver, pero yo no lo creo. Precisamente aquel año el día que más sufrí fue cuando jugamos con el Celta B.  Íbamos ganando 0-2 y nos empataron al final por encerrarnos. No pude terminar de ver el partido, me metí en el vestuario y me tuve que tumbar en la camilla. Pero después estuve bien hasta que meses después me pasó eso... Pero, gracias a Dios, me cogieron a tiempo y por aquí seguimos.

¿Qué es el Móstoles para usted?

Para mí el Móstoles lo es todo. Le he dado mucho al Móstoles.  He trabajado mucho y me he llevado muchos disgustos porque el fútbol, como te decía antes, no es nada agradecido. Te llevas  alguna alegría, lógicamente, como el día del ascenso en Bouzas. Hay ves la recompensa, el trabajo, el esfuerzo de todo el año…

¿Cómo ve el futuro del club?

Mal, muy mal. No sé lo que va a pasar. Si baja sería un desastre, me llevaría un disgusto grandísimo. Hace poco hablé con una persona que trabaja en la Federación Madrileña y me dijo que el club tiene una cantidad de deudas enormes y que ha habido algún partido incluso que no ha cobrado el árbitro. Y es una pena, porque si no baja de una manera, va a bajar de otra…

Creo que no está muy contento con los jugadores que se han ido a mitad de la temporada sin cobrar…

Pues sí, no me ha gustado nada. Lo primero que hay que hacer es salvar al equipo. Entonces es cuando hay que irse, cuando has cumplido.

Recuerdo, por ejemplo, a los jugadores del Pegaso... lo que agradezco a esos jugadores que sin cobrar, estuvieran hasta el final y salvaran al equipo.

Pero hay que comprender las necesidades de cada uno… si no se cobra, la situación no es fácil….

Si tú vives de ese sueldo, lo comprendo y respeto que te tengas que buscar la vida. Pero en la mayoría de los casos que te digo, esos jugadores tienen sus trabajos aparte. Y esto  del fútbol es ayuda extra.

¿Ha llorado alguna vez por el Móstoles?

De alegría el día de Bouzas, ese día fue inolvidable. Pero en solitario también lo he pasado muy mal. Por ejemplo, el día que nos eliminó  el Guijuelo en un play off aquí en el Soto. Ese día fue muy triste, estábamos clasificados y salimos al ataque. Parece que estoy viendo la imagen  de aquel partido cuando nuestros dos laterales estaban en el área contraria y nos cogieron a la contra. Fue un día muy malo. Llegué a mi casa y tuve que acostar del disgusto.

¿Qué es el fútbol modesto para usted?

Es algo primordial en mi vida, algo muy bonito. Es el trabajo en equipo, es el recuerdo de muchos años, es un trabajo gratuito, solidario, vocacional. Es muchos años de sacrificios, de animar, de no desesperarse nunca… ¡sientes tantas cosas!. ¡He sentido tantas cosas en el Móstoles!.

 ¿Qué ha cambiado en el mundo del fútbol en estos 45 años?

En este tiempo han cambiado mucho las cosas. Ha sido un cambio radical, total. Los jugadores, los arbitrajes… antes era todo mucho mejor. Antes se podía hablar con los colegiados, ahora, sin embargo, hay más prepotencia en todo. Creo que a muchos jugadores  les falta humildad, no saben escuchar, no hacen caso de los consejos y en definitiva hacen lo que quieren…

Le veo muy crítico con los jugadores actuales…

He visto y sigo viendo muchos partidos y observo mucho el comportamiento de los jugadores. No se puede generalizar, pero yo creo que no más del 20% de los futbolistas son plenamente profesionales, el resto  no aceptan los consejos con humildad.

Personas que le hayan marcado en este tiempo...

Andrés Rosado. Andrés y yo hemos sido uña y carne. Empezamos en los infantiles de Autocares Alcaldes y hemos trabajado juntos durante muchos años y con una buena amistad. Era muy profesional, muy buena gente y estaba pendiente de todo.

¿Qué jugadores le vienen a la mente?

Pues mira a los jugadores de la primera plantilla que tuvimos con Rosado: Juanvi Peinado, Gustavo, Javi, Bustos, Pusky…

Pero tengo mucho orgullo de haber coincidido y que hayan pasado por el Móstoles jugadores como Rubén de la Red, Lora, que ahora está en el Sporting de Gijón o Borja en el Alcorcón.

También acordarme de 2 preparadores físicos. De Óscar, que fichó por el Osasuna y después fue a Getafe con Laudrup y Javi, el último preparador de la era de Rosado.

¿Cómo ve el futuro de la categoría?

Mal, muy mal  porque esto cuesta mucho, cada vez hay menos dinero porque los presupuestos se han hecho teniendo en cuenta las subvenciones que no han llegado. Se han hecho contratos por encima de las posibilidades, aquí y en todos los equipos. Hasta hace nada aquí ha habido jugadores cobrando 3000 euros y vivienda, con la masa social que tiene el Móstoles. Es una barbaridad. Se ha tirado mucho dinero.