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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Fernando Marqués, jugador del Santa Ana “Me da igual jugar ante 50.000 personas que ante 50 personas en la grada”


Retomamos la actividad del blog con el que, para muchos, ha sido el canterano con más calidad del Rayo Vallecano.

Su talento y calidad le sirvió para que, con 17 años, pasara de División de Honor a debutar con el primer equipo en Primera División. Y desde ahí se abrió hueco en el fútbol profesional.

Hablamos con Fernando Marqués, que acaba de fichar con 32 años por el Santa Ana. Interesantísima charla en la que nos comenta sus sensaciones antes de volver a los terrenos de juegos y nos explica qué espera de su nueva experiencia en la Tercera madrileña, tras haber jugado en la élite durante muchos años de su carrera.




¿Qué tal te va la vida? ¿Cómo surge la opción de volver a jugar al fútbol y formar parte del Santa Ana?

La verdad es que no me planteaba volver a jugar en Tercera División, pero me llamó Rafa y, como ya había jugado en el Santa Ana, creo que era el momento justo, porque yo quería volver. Tenía varias opciones de jugar en Segunda B, pero, después de analizar los equipos, que tenían campos con hierba artificial, y después de pensarlo bien, lo hablé con Rafa y decidí volver al Santa Ana. Principalmente, es un tema de corazón por haber jugado en la cantera ya hace unos años, por lo que me he decantado por esta oportunidad y tengo claro que no me he equivocado. 



Con mi edad sigo pensando en lograr cosas y me gustaría jugar en la categoría más alta posible, pero, bueno, hay que volver a la realidad. Como te digo, creo que la decisión ha sido buena y voy a estar muy feliz porque es un sitio que ya conozco desde hace bastantes años. Además, existe un vestuario muy unido y eso es lo más importante.



¿Qué estabas haciendo hasta ahora?, ¿a qué te dedicabas desde que dejaste el CD Guadalajara?

No he parado de entrenar mañanas y tardes con un entrenador personal. El año pasado estuve a punto de firmar por algún equipo, pero al final no llegué a un acuerdo. Soy una persona que no valoro el dinero y me importa más que en un sitio me quieran. Por eso, no he jugado en estos dos últimos años en ningún sitio, porque no quería jugar en Segunda B y, mira, al final, para que veas como soy, he terminado en Tercera. Pero bueno, creo que la decisión es buena porque no voy a un  Tercera cualquiera, voy al Santa Ana, que es un equipo que tengo en el corazón. En estos dos años he estado entrenando muy fuerte y estoy muy bien de forma y en cuanto el míster lo considere conveniente voy a poder jugar y lo voy a hacer a un gran nivel porque estoy bien físicamente.



¿Qué te ha dicho la familia cuando les comunicaste tu decisión?


El fútbol, independientemente de la categoría, es fútbol, y para un futbolista lo más importante es jugar. Mi familia me apoya en cualquier decisión y siempre es mejor jugar que estar parado y más para alguien como yo, que desde pequeñito ha luchado por esta profesión. Ellos siempre me van a apoyar y piensan como yo, que volver al Santa Ana era la mejor decisión.


Has jugado en el Rayo, Racing, Atlético de Madrid, Español, Parma… liga americana y griega… ¿Dónde y cuándo has disfrutado más del mundo del fútbol?


El mundo del fútbol no es fácil: hay momentos muy buenos, otros malos, las lesiones, contratiempos… pero de cada equipo en el que he estado siempre me he llevado algo positivo porque todas las experiencias te hacen madurar. Mi época en Grecia la guardo como un gran recuerdo. Mi paso por el Español fue sólo de un año, pero fue un gran año, rodeado de un gran grupo y un ambiente muy familiar y fue un equipo que realzó mi carrera y me permitió firmar en Italia. Y en Italia no puedo estar más que agradecido de cómo me recibió la afición y después de 3 ó 4 años no hay un día que no me manden un mensaje cariñoso. Por tanto, tengo grandes recuerdos. Mi paso por todos los equipos, incluso por los que he tenido peores experiencias, me ha servido para madurar y evolucionar como persona y futbolista. 
  
 
¿Con qué te quedas de todos estos años de fútbol? ¿Qué te ha aportado el mundo del fútbol?


Lo que más me ha enseñado es como persona. Cuando empiezas tu carrera de futbolista, de pequeño, lo que menos valoras es la constancia y la paciencia. Y el fútbol te enseña que, con los años, tienes que ser más constante y tener más paciencia. Con paciencia y constancia todo llega. Además, el fútbol te hace ser mejor persona. Desde que debuté en Primera División he estado rodeado de gente veterana que me han enseñado muchas cosas. Ahora, con mi edad, es lo que pretendo, ayudar a los chavales más jóvenes. 



¿Qué esperas encontrarte en esta experiencia en Tercera División?


Llevo varios años sin jugar en Primera, pero cuando alguien tiene la suerte de jugar en Primera División es como si te sacas la carrera de ingeniero y luego vuelves a trabajar en un taller. Va a ser complicado. En Primera División hay muchos espacios y en Tercera hay un fútbol muy competitivo. Hay muchos futbolistas que han terminado sus carreras en Segunda B o Tercera y siempre te cuentan que no es una experiencia fácil. Los equipos luchan y corren hasta el último minuto, así que sé que tengo que tener mucha humildad, mucha sencillez y trabajar duro desde el primer día. 



¿Qué puedes aportar al Santa Ana?

Llego a un club que ya conozco. A otro equipo de Tercera División no hubiera ido seguramente. Pero la motivación de volver al Santa Ana, es porque es un club al que le tengo mucho cariño. Con  las ganas que tengo, no puede ir nada mal. Puedo aportar veteranía y puedo ayudar a mis compañeros en muchos aspectos. Si he venido aquí, es para dejarme la piel. Me da igual jugar ante 50.000 personas que ante 50 personas en la grada. Esto es fútbol y el fútbol es fútbol en todos los sitios.


Experiencia en Tercera no tienes hasta ahora…

Eso es. Del División de Honor del Rayo Vallecano pasé directamente a Primera División. Es cierto que cuando vine del Racing al Atlético de Madrid jugué varios partidos en Segunda B porque no podía jugar en el primer equipo por los partidos que había jugado con el Racing en Primera, pero, ya te digo, en Tercera no he jugado. Es algo nuevo para mí. Pero tengo claro que si no lo doy todo, va a ser complicado. Por eso tengo los pies en la tierra y vengo con mucha humildad.


 
Pasas de compartir vestuario con compañeros que han llegado a la élite a hacerlo con otros que trabajan por la mañana. ¿Qué esperas en este aspecto?


Cuando juegas en el fútbol profesional te metes en una burbuja un poco irreal de la que sales cuando dejas el fútbol o bajas a categorías inferiores. Está claro que hay mucha más humildad en el fútbol modesto. En el fútbol profesional haces muy pocos amigos, la gente es como tigres, con mucha hambre y competencia. En Tercera, por ejemplo, todos son trabajadores, vienen a divertirse, son en su mayoría gente muy joven que todavía tiene opciones de aspirar a llegar alto y no se puede dormir. En el fútbol profesional hay poco compañerismo y apenas tienes amigos, mientras que el fútbol modesto es más sencillo y humilde. Echaba de menos estar más tranquilo en ese aspecto porque a veces te crea una tensión y una ansiedad que es difícil de manejar. Yo he estado muchos años en Primera División y entiendo que hay que dar el callo. He tenido buenos vestuarios, pero, por norma general, cada uno va a hacer la guerra por su cuenta y tratar de hacer un buen año para poder fichar por otro equipo. Y, aunque sea una rajada, la diferencia, aquí, es que van todos en la misma dirección. Y es lo que me gusta del fútbol modesto, que la gente no vive en esa burbuja irreal del futbol profesional. 



He leído que en tus comienzos eras una promesa, eras un jugador con mucho talento… ¿Estás contento de dónde has llegado, satisfecho con lo conseguido o piensas que podías haber dado más?


Está claro que siempre puedes dar más. Yo siempre he intentado dar mi máximo nivel, pero no siempre te acompañan, por ejemplo, las lesiones. Ha habido oportunidades de dar el salto a un equipo superior y me lesioné y estuve un año parado… Yo siempre he intentado dar el cien por cien, pero esto no es un deporte como el tenis, que depende de ti. El fútbol depende de once jugadores y una plantilla de 25 más un entrenador... No es fácil. Hay muchos hándicaps, momentos positivos, momentos negativos… Estoy muy satisfecho con lo que he conseguido a nivel profesional y personal y no me arrepiento de nada, porque cada camino que eliges te lleva a otra parte. He tenido la suerte de conseguir más cosas de las que hubiera soñado. Sigo ilusionado a pesar de que me quedan pocos años de fútbol. Pero me gustaría sacarme los títulos de director deportivo y de entrenador y seguir creciendo como persona y en el mundo del fútbol.




Por último, ¿Has pensado cómo vas a celebrar el primer gol que marques?

Hace 3 meses se murió mi abuela y firmé por el Santa Ana por el mero hecho de que mi abuela siempre me llevaba a los entrenamientos y ella me vió jugar aquí. Estoy convencido de que estaría orgullosa de esta decisión. Todos los goles que marque serán para ella.