Árbitros

No suele ser habitual que un colegiado haga declaraciones en un medio de comunicación, por lo que hay agradecer a Óscar Pecharromán, árbitro de tercera división del grupo 7º, que haya aceptado la invitación de este blog.

Ingeniero informático de 32 años, cumple su primera temporada arbitrando en la tercera división, pero ya lleva en la profesión 14 años. Conoceremos lo que le aportado ser árbitro a su vida personal, qué opina de aquellos que piensan que hay colegiados que van predispuestos a fastidiar a un determinado jugador o equipo, o cómo se aguanta la presión en un partido...

¿Cuánto tiempo llevas arbitrando en tercera?

Pues éste es mi primer año en la tercera división, pero llevo arbitrando desde el año 98. Subí muy pronto a preferente, pero luego entre el trabajo, que me fui un año de Erasmus y que también tuve problemas con las lesiones, estuve varios años en esa categoría hasta que el año pasado ascendí a tercera.

¿Se nota mucho el cambio de categoría?

Sí que se nota, en la tercera es todo mucho más profesional, más serio. Empezando por los delegados de los equipos que llevan muchos años en este mundo del fútbol y que nos ayudan bastante. Y los jugadores que no van tan al límite como en la preferente, donde influye que las sanciones no son acumulativas.Digamos que en la tercera se intenta jugar más  y que tienen más en cuenta las consecuencias de sus actos. 

¿Cómo empezó tu deseo de ser colegiado?

Pues desde pequeñito siempre jugué al fútbol hasta que empecé la universidad y me di cuenta de que no tenía opciones de seguir progresando. Fué a través de un amigo árbitro que me animó. Me gustó la idea y probé porque me permitía seguir ligado al mundo del fútbol y además sacarme un dinerillo extra.

¿Qué cualidades son necesarias para ser un buen árbitro?

Bueno pues primero tener la tranquilidad y serenidad en el campo. Estar seguro de que lo que estás haciendo, lo estás haciendo bien y evitar cualquier tipo de nerviosismo. Además, debes tener una buena preparación física porque te ayudará a tener mayor claridad a la hora de tomar las decisiones. Y finalmente, creo que es muy importante conocer el mundo del fútbol. Creo que es necesario ver partidos aunque no pites, conocer gente...

¿Qué te exige tu condición de árbitro durante la semana?

Te tienes que cuidar mucho, estar en forma y llevar una vida sana. La Federación pone a nuestra disposición un preparador físico y en función del momento de la temporada pues te meten más o menos carga de trabajo. Entrenamos 3 veces a la semana.

Un arbitro nunca…

Nunca puede dejar de ser imparcial.

¿Qué te ha aportado esta profesión a tu vida personal?

Muchas cosas. Me ha ayudado a dominar las situaciones de estress. Me ha servido para conocerme mejor y saber cuáles son mis límites. Además, cuando te insultan y te increpan, al final tienes más argumentos para  controlarte ante momentos que nunca son agradables.

Un jugador puede tener un mal día, un entrenador se puede equivocar al plantear un partido... un arbitro, no ¿Cómo maneja uno esa presión?

Al final te acostumbras a tener que convivir con esa situación de no poder fallar, de esa exigencia máxima a no poder cometer un error. Siempre sales a intentar hacerlo lo mejor posible, pero como todo el mundo nos podemos equivocar. Somos humanos, es imposible acertar siempre.

¿Cómo funciona el tema de las designaciones?, ¿Qué día os avisan y os comunican el partido que os toca arbitrar?

Las designaciones han cambiado. Antes nos enterábamos los jueves, tenías que pasarte por el Comité de árbitros y recoger la designación. Ahora está informatizado y te sueles enterar entre el martes y el miércoles.

¿Cómo es tu rutina el día del partido? ¿Qué haces, cómo logras relajarte y concentrarte?

Pues suelo levantarme pronto, sobre las 9 de la mañana, desayuno bien, café, zumo, cereales… y me paso a recoger a mis compañeros. Me gusta llegar con tiempo de sobra por si ocurre algún imprevisto. Al llegar con tiempo, puedes hablar con los compañeros, concentrarte, y meterte en el partido.

¿Cómo es el público de los campos madrileños?

Es difícil analizar porque tampoco conozco muchos otros campos de otras comunidades. En general en la tercera se pita sin problemas, el público suele ser respetuoso. Las situaciones extremas se suelen dar en el fútbol base. Pero como te decía antes en la tercera, todo es más profesional, mas serio y te sientes mucho más arropado.

¿Has pasado miedo en un campo de fútbol de la Comunidad de Madrid?

Miedo en cuanto a una amenaza hacia mi persona, no. Algún empujón sí que ha habido pero nada serio. Sin embargo, sobre todo en el fútbol base, a veces ocurren otras situaciones que son muy desagradables. Me pasó en un partido de alevines, que tras terminar el partido me encontré con el vestuario cerrado y tuve que aguantar  los insultos de unos padres a 2 metros. Eso no es el mejor ejemplo para unos niños que están haciendo deporte.

¿Qué dices a aquellos equipos o jugadores que afirman que ciertos árbitros les tienen manía y siempre que les pitan se la lían?

Yo, al igual que el resto de compañeros, lo primero que intento es ser honesto porque si no, me dedicaría  a otra cosa. Todo esto lo hago porque me gusta, como hobbie, porque yo  tengo mi trabajo y vivo de ello. No tiene sentido esas creencias que me preguntas. Sí que es cierto que te encuentras con algún jugador que te la ha liado 25 veces… a la 26 que te la hace ante la mínima duda, te darían ganas de pitar algo en su contra, pero no lo haces. Al final pitas lo que ves, lo que consideras que ha pasado.

¿Cómo se aguanta a ese tipo de gente que va a predispuesta a  los campos a desahogarse y a insultaros, criticando todo lo que hacéis?

Intento mantenerme al margen. No me gusta lógicamente ese tipo de situaciones y me gustaría que cambiara, pero no depende de mí. Yo intento hacer mi trabajo de la mejor forma posible y ser ante todo honesto. Ese tipo de personas tienen su derecho a decir lo que quieran, pero no todo vale.No puedo aceptar ese tipo de comportamientos.

¿Acuden tus padres o familiares a verte pitar?

Pues cuando van no les queda otra que tomar una postura filosófica y en ningún momento entrar al trapo.

¿Que opinión te merece la reacción reciente del colegiado Francisco Del Olmo Castellón que se encaró aficionados  tras el partido?

No lo comparto porque no hay que ponerse nunca a su altura. Pero eso te lo digo yo, luego depende la manera de ser de cada uno. Pero es ciertamente indignante ese tipo de situaciones que te pueden hacer llegar a plantearte si merece la pena pitar. Muchas veces sientes impotencia por lo que te dicen, y te preguntas cómo es posible llegar a esa situación. Pero desde mi punto de vista no es el ejemplo a seguir.

¿Has llegado en alguna ocasión a tener la sensación de que habías perdido el control de la situación?

Hasta ahora en la tercera división de momento no he tenido esa sensación y estoy contento de cómo van las cosas. En otras categorías, por mucho que intentes llevar el partido por los cauces normales, es complicado y en cualquier momento  puede ocurrir algo que haga que se te vaya el partido de las manos.

¿Te ha pasado alguna vez que has sido consciente de que has cometido un error al principio de un partido? ¿Qué se hace para no perder la concentración y no estar condicionado?

Pues no queda otra que continuar y pasar página. Olvidarlo cuanto antes. Un error no te puede condicionar ´el resto del partido porque si pierdes la concentración, al final puedes cometer más errores.

¿Cuál ha sido el partido más complicado que te ha tocado pitar?

Todos los partidos son a  priori difíciles de pitar. A veces por lo que se juegan, unos los play off de ascenso, otros el descenso… pero también es difícil porque se puede complicar por los piques anteriores entre los jugadores, o bien porque ese día no seas capaz de interpretar bien lo que está pasando. Y el partido más complicado que me ha tocado pues el año pasado el que pité al Carabanchel y a la Avanzada. Los visitantes terminaron con 7 en el campo y sinceramente con las sensaciones de que todo se había desmadrado. Sin embargo, en el partido de vuelta fue precioso y no ocurrió absolutamente nada.

¿Por qué cuesta tanto que el estamento arbitral tengáis presencia en los medios de comunicación?

Yo creo porque no queremos ser los protagonistas: los protagonistas son los jugadores. Nosotros simplemente intentamos que se respeten las normas. Al nivel de primera y segunda donde hay más repercusión mediática a lo mejor hay miedo a que se manipule las respuestas.

¿Cómo convencerías a un joven que se está pensando dedicarse a esto?

Pues te tiene que gustar mucho, no puedes intentarlo si no estás convencido. A mi esto me gusta mucho, me aporta un montón de cosas, me permite conocer gente, seguir ligado al mundo del fútbol…

Directiva

“No ha influido para nada mi condición de mujer a la hora de formar parte del fútbol modesto. "Me tratan como una más y nunca he tenido un problema”. Quien habla así es Mari Carmen Matesanz, directiva del Villaviciosa de Odón que ya lleva 14 años colaborando desinteresadamente en el club. Su reto, como el de sus compañeros, consiste en sacar adelante un proyecto que cada vez cuenta con menos medios. 

Así que, como nos cuenta Mari Carmen, no queda otra que trabajar  más horas  y demostrar con más convicción si cabe, la implicación  que se  tiene con el equipo.

¿Cuánto tiempo llevas vinculada con el Villaviciosa?

Pues llevo ya 14 años. Todo empezó cuando mi hijo empezó a jugar en las categorías inferiores del Villaviciosa. Las directivas anteriores vieron que estaba allí metida todos los días, que pasaba mucho tiempo por el club, que estaba muy implicada con el equipo y que me gustaba mucho este mundo. Así que empecé poco a poco echando una mano en la oficina, luego más tarde siendo delegada de un equipo de categorías inferiores, y ahora ya estoy con todo…

¿Cuáles son tus funciones exactas en el club?

Soy delegada de los dos juveniles, y además llevo todo lo relacionado con el primer equipo. Estoy todas las tardes por  el club desde las 5 a las 10 de la noche. Siempre hay cosas que hacer. Estoy por la oficina y me encargo de la ropa de los chicos de la escuela y del primer equipo. Entre semana me ayuda mi compañero Jiménez, pero los fines de semana me encargo yo sola. No tengo tiempo para aburrirme porque siempre estoy liada, desde ordenar armarios, preparar las equipaciones para la lavandería…

¿Compaginas estas funciones con otro trabajo?

No ahora estoy en casa y no trabajo, pero antes sí que trabajaba y colaboraba con el club. Imagínate cuando tenía esas obligaciones por la mañana, el ritmo de vida que llevaba… horroroso.

¿Qué es para ti el Villaviciosa?

Es el club de mis amores, mi equipo de siempre. Es una sensación muy difícil de explicar para aquellos que no entiendan de fútbol o desconozcan estas categorías. Es muy complicado trabajar porque somos un equipo muy modesto, con un presupuesto bajísimo. Creo que tenemos el más bajo de la categoría y sólo, a base de esfuerzo y de echarle horas, logramos sacar esto adelante, lo cual no es nada fácil y tiene mucho mérito.

¿A qué has tenido que renunciar  por el Villaviciosa?

Soy consciente de que he tenido que renunciar a toda mi vida social. Trabajo todas las tardes del todo el año, fines de semana incluidos.. No puedo estar tanto tiempo como yo quisiera con mi familia, con mis amigos… He tenido que renunciar a muchísimas cosas. Por ejemplo, a salir los fines de semana, a estar con mi gente…

¿Cómo lleva tu familia este ritmo frenético?

Mi familia lo lleva bien porque mi marido está vinculado también al mundo del fútbol. Es entrenador de la Escuela Madrid Oeste y lo entiende. Si no estuviera metido en este mundo, sería imposible, no podría ser.

¿Qué te da el Villaviciosa para  aguantar estos sacrificios?

Pues me quedo sobre todo con  la relación que tengo con los compañeros, con los chavales y con los jugadores. El ambiente es muy bueno. Esto es como una gran familia. Al estar tan a gusto, pues se llevan mejor esos esfuerzos que tienes que realizar.

¿Te ha condicionado algo ser mujer en un mundo tan de hombres?

Para nada, personalmente no me ha influido para nada. Siempre me tratan como si fuera una más, tanto en el primer equipo como cuando salgo fuera. No me ha condicionado en este sentido para desempeñar mis funciones como uno más. En la Junta Directiva, que ahora mismo por circunstancias de trabajo, solamente somos 3, todos colaboramos por igual y no tenemos ningún problema.

¿Por qué crees entonces que cuesta tanto ver a una mujer  ocupando cargos en los clubes de fútbol?

Yo creo que es más por una decisión personal de las mujeres, que a lo mejor les apetece dedicar su tiempo a otras cosas. Esto como te decía antes es muy sacrificado y tienes que renunciar a muchas cosas. Y no todo el mundo es capaz de dar tanto a cambio de tan poco. Pero el que no se vean mujeres en un club de fútbol no creo que sea por su condición de mujer. Ya te digo aquí soy una más y todo el mundo es muy respetuoso conmigo.

¿Qué crees que pueden aportar las mujeres en la gestión de un club modesto?

Yo creo que orden, perfeccionismo. Una mujer siempre ayuda a que se cumplan mejor unas normas, somos más meticulosas. También te digo una cosa, en mi caso, trabajo mejor con hombres. Estoy convencida de que si fuéramos aquí más mujeres seguro que habría más problemas. Para esto los hombres son más nobles. Las mujeres somos más enrevesadas.

Lo que sí que estoy seguro es darás consejos a más de uno…

Para los niños de la escuela soy como una madre. En el momento que tienen un problema a la primera que me lo cuentan es a mí. Y con los jugadores del primer equipo, pues también hay buena relación. Siempre terminamos comentando cualquier situación o problema que tienen y muchas veces acabo, como bien dices, siendo como una especie de consejera.

¿Cobras o has cobrado por realizar estas actividades para el club?

No cobro, ni he cobrado ni pienso cobrar el tiempo que esté aquí. No, nunca jamás. Lo he hecho altruistamente siempre. Lo hago porque quiero, voluntariamente.

¿Cuál es el mejor momento vivido en estos años?

La primera vez que subimos a tercera y sobre todo, el año pasado con los play off. Es algo que no se me va a olvidar mientras viva. Lo disfrutamos…. no te lo puedes ni imaginar. Los  play off tienen una magia especial. Y lo de salir  fuera… cuando estuvimos en Orense, con la afición, con los jugadores… fue algo muy bonito que siempre recordaré.

¿Cómo ves el futuro de la categoría, el futuro del fútbol modesto?

Complicadillo. A ver cómo lo vamos haciendo porque no hay dinero y eso condiciona mucho la forma de trabajar y afrontar el día a día. Cada vez hay menos dinero, menos ingresos… El Ayuntamiento, por ejemplo, también nos ha bajado la subvención. Y es mucho esfuerzo que hay que hacer cada vez con menos recueros. Vamos a ver lo que pasa de ahora en adelante…

¿Cómo se podría potenciar el futbol modesto?

En Villaviciosa es muy complicado. Allí van los de siempre, muy poca gente, apoyan al equipo los mismos. Da envidia ir a otros campos y ver que tienen más ambiente, más aficionados en las gradas. Pero ya te digo en nuestro caso, lo veo difícil cambiar la tendencia.

¿Te gustaría destacar a alguien en concreto dentro del club?

Javier Mora. No lo tiene fácil, ha habido muchas veces que el Ayuntamiento no ha pagado  y él ha puesto dinero de su bolsillo muchas veces para poder pagar. Creo que es una figura importantísima en el  Villaviciosa.

¿Cuál es la clave para que un club modesto funcione y no tenga problemas ni deportivos ni económicos?

Trabajar, trabajar, trabajar, trabajar y trabajar. Ese es el secreto. La constancia. Desde que empezamos la temporada. Yo, por ejemplo,  llevo varios años que ni si quiera disfruto del mes de vacaciones. Menos mi  marido que lo entiende, el resto me dice que estoy  haciendo el tonto… Yo les contesto, que hago lo que hago porque yo quiero, nadie me obliga. No cobro y puedo estar o no estar. Quiero estar, pues estoy.

¿Te gusta algún modelo concreto de gestión de algún club de tercera?

Casi todos tienen un trato muy familiar, que es lo que a mi me gusta. Pero por destacar alguno, por ejemplo el Fuenlabrada, el Puerta Bonita, el Majadahonda, el Parla… que tienen un estilo muy cercano, y que hacen muy bien las cosas. Cuentan con mucha gente que lleva un montón de años en sus clubes, por algo será.

El futuro está en la cantera, ¿Cómo va vuestra escuela?

Pues funciona bien, tenemos unos 300 niños, contamos con un juvenil A bastante majete, con chavales que me gustan bastante.  Esperemos que de ahí salga alguien que se pueda ganar la vida con esto. Porque en los clubes modestos, la cantera es la base, es nuestra tabla de salvación.

¿Alguna anécdota que se te venga a la cabeza?

Pues mira estábamos en preferente todavía, jugábamos en Arganda en teoría por la mañana. Total que llegamos a nuestra hora y nos dicen que nos tenemos que volver a Villaviciosa porque el partido no era hasta por la tarde. Tuvimos que coger el autobús, ir a nuestras casas y volver otra vez por la tarde.  ¿Qué cuál fue el problema?  Pues que hubo un malentendido con la hora y  el Arganda, no nos avisó…

En todo este tiempo habrás conocido un montón de gente del mundo del fútbol…

Muchísima gente. Tengo una relación fabulosa con todo el mundo. Es muy raro que no conozca yo alguien en cualquier equipo de estas categorías. A este nivel, aunque haya rivalidad, es muy difícil que exista mala relación entre los equipos. Todos tratamos de ayudarnos y colaborar.

¿Cómo ves el futuro del Villaviciosa?

Lo primero y primordial es mantenernos en tercera. Y de ahí en adelante ya veremos. A mí claro que me gustaría ver al Villaviciosa en el Bernabéu, pero hay que ser consciente de donde estamos y los que somos.

¿Volverías a dedicar tanto tiempo al equipo?

No. No, porque no compensa muchas veces todo el esfuerzo y sacrificios que haces. El fútbol es muy poco agradecido, nada, mejor dicho. Para tener una alegría como la que tuvimos el año pasado, tienes que pasar antes años muy duros sufriendo muchísimo y sin ver compensado todo el trabajo que se hace día a día.

Gente del Fútbol Modesto

Da gusto mantener una conversación de fútbol con alguien como Eugenio Ledesma, un extremeño que llegó allá por el año 1967 a Móstoles y que desde entonces, salvo fuerza mayor, no se ha perdido prácticamente un partido en casa de este equipo del sur de nuestra Comunidad. Con Eugenio repasamos todos los años que ha estado ligado al club, donde ha trabajado sin descanso desempeñando numerosas funciones.

Eugenio es un hombre de fútbol que ha vivido una parte importante de la historia del CD Móstoles. Con 79 años, conserva una memoria asombrosa y aprovecha esta conversación para contarnos cuáles han sido sus mejores y peores momentos vividos en el club azulón y para hablar del pasado y presente del equipo de su vida.

¿Cuántos años le ha dedicado al Móstoles y cómo llegó al club?

Llegué a Móstoles hace 45 años. Me incorporé al club como delegado de las categorías inferiores cuando mis hijos empezaron a jugar  en el equipo. Te estoy hablando cuando el Soto era todavía de tierra. Y luego terminé colaborando sucesivamente con distintas directivas hasta que, durante 12 años,  formé parte de la Junta directiva encabezada por Baena.

¿Qué recuerdos tiene de esa época de directivo?

Pues como todo en la vida. Tuvimos momentos buenos y momentos peores. Porque el fútbol es muy ingrato y no te devuelve todo lo que le das. Al final, echando la vista atrás, casi fueron más sufrimientos que alegrías.

¿Qué nos puede contar de Baena, un presidente controvertido en el fútbol madrileño?

Pues para mí fue un buen presidente, honrado, que estaba pendiente de todo y que miraba las cuentas del club al céntimo. Con él de presidente, se cobraba al día y las cuentas cuadraban. Creo que le perdió su forma de ser y su carácter hacia afuera. Pero te digo una cosa, contaba con nosotros para todo y consultaba absolutamente cualquier decisión a la Junta directiva.

Hagamos un breve resumen de todo lo que ha hecho en el club en este tiempo...

Pues mira he desempeñado labores de delegado de categorías inferiores, he actuado como informador cuando Andrés Rosado  se hizo por primera vez del Móstoles. He formado como te decía antes de una Junta Directiva durante 12 años, donde hice prácticamente de todo. Era un todorerreno. 

Llegó a trabajar de utillero, incluso formando parte de la Junta directiva...

Efectivamente, eso fue en mi última etapa. Teníamos un empleado, Leo, que se encargaba del mantenimiento  del campo, pero sólamente estaba para los partidos de casa. Así que en los de fuera, entre Antonio Herráez, el maestro, y yo nos encargábamos de la ropa, del material y de todas esas funciones que le corresponderían a un utillero.

No se le han caído los anillos, por tanto, por echar una mano en lo que hiciera falta...

He quitado mucho tiempo a mi vida personal y a mi familia por el Móstoles. He trabajado mucho. También en la etapa de directivo venía entre semana a los entrenamientos. Estaba a media tarde para preparar el agua y ayudar a Leo, que no daba abasto con todo. Era imposible que pudiera hacer todo, por lo que había que ayudarle y colaborar en lo que hiciera falta.

¿Alguna función más?

Pues cuando terminaba el entrenamiento recogía los balones, ayudaba  a colocar el material, llevaba la ropa… También he echado una mano cuando había que arreglar el campo, y puntualmente también hice de delegado. Pero lo de ser delegado, en pocas ocasiones, solamente en los meses de septiembre y en semana santa, que era  cuando  no estaba Antonio Herráez.

 Incluso también hizo labores de intermediación o representante…

Sí, aunque en esa época no existían los representantes. Yo conocía muchos jugadores y controlaba bastante bien el futbol madrileño. Sin cobrar nada llevé jugadores al Carabanchel, al Toledo, al Colmenar… Era más fácil convencer a los jugadores que ahora.

¿Ha cobrado algo del club durante este tiempo?

No he cobrado ni un duro. Tampoco he puesto dinero. Lo único que he pagado han sido los cafés que invitábamos a los delegados de fuera mientras esperábamos a que vinieran  los árbitros. No he puesto dinero, pero tampoco he cogido dinero.

Lo que más le ha molestado es que había gente que insinuara lo contrario….

Eso sí que es injusto. Fíjate con lo que yo he dado por este club, que haya tenido que oír que si estaba ahí y hacía todo eso, era porque habría algún interés detrás. Repito: todo ha sido por amor a unos colores y nunca he cobrado un duro, ni me he llevado absolutamente nada.

¿Si pudiera volver  45 años atrás, volvería a sacrificar tanto tiempo por el Móstoles?

No. Dedicaría mucho más tiempo tiempo a mi mujer, a mis hijos. O simplemente tener más  tiempo libre para mí. Han sido muchas horas de dedicación y pocas las gratificaciones. Estaría ligado al fútbol, pero como aficionado, sin tantas preocupaciones.

Y  ahora disfrutando como un aficionado más…

Así es, desde que dejé el Móstoles a nivel institucional hace 5 años sigo al equipo como un aficionado más, viniendo al Soto todos los domingos.  Fuera de casa no, pero en nuestro campo no fallo. Ahora por desgracia,  sufriendo con la situación del equipo. Durante estos 45 años no me he perdido casi ningún partido de los disputados en el Soto. Solamente cuando me dio infarto al corazón, que lógicamente no podía asistir.

¿Cree que ese susto fue por la tensión que provoca el fútbol?

No, no creo que fuera por eso, mi mujer sí que dice que tuvo que ver, pero yo no lo creo. Precisamente aquel año el día que más sufrí fue cuando jugamos con el Celta B.  Íbamos ganando 0-2 y nos empataron al final por encerrarnos. No pude terminar de ver el partido, me metí en el vestuario y me tuve que tumbar en la camilla. Pero después estuve bien hasta que meses después me pasó eso... Pero, gracias a Dios, me cogieron a tiempo y por aquí seguimos.

¿Qué es el Móstoles para usted?

Para mí el Móstoles lo es todo. Le he dado mucho al Móstoles.  He trabajado mucho y me he llevado muchos disgustos porque el fútbol, como te decía antes, no es nada agradecido. Te llevas  alguna alegría, lógicamente, como el día del ascenso en Bouzas. Hay ves la recompensa, el trabajo, el esfuerzo de todo el año…

¿Cómo ve el futuro del club?

Mal, muy mal. No sé lo que va a pasar. Si baja sería un desastre, me llevaría un disgusto grandísimo. Hace poco hablé con una persona que trabaja en la Federación Madrileña y me dijo que el club tiene una cantidad de deudas enormes y que ha habido algún partido incluso que no ha cobrado el árbitro. Y es una pena, porque si no baja de una manera, va a bajar de otra…

Creo que no está muy contento con los jugadores que se han ido a mitad de la temporada sin cobrar…

Pues sí, no me ha gustado nada. Lo primero que hay que hacer es salvar al equipo. Entonces es cuando hay que irse, cuando has cumplido.

Recuerdo, por ejemplo, a los jugadores del Pegaso... lo que agradezco a esos jugadores que sin cobrar, estuvieran hasta el final y salvaran al equipo.

Pero hay que comprender las necesidades de cada uno… si no se cobra, la situación no es fácil….

Si tú vives de ese sueldo, lo comprendo y respeto que te tengas que buscar la vida. Pero en la mayoría de los casos que te digo, esos jugadores tienen sus trabajos aparte. Y esto  del fútbol es ayuda extra.

¿Ha llorado alguna vez por el Móstoles?

De alegría el día de Bouzas, ese día fue inolvidable. Pero en solitario también lo he pasado muy mal. Por ejemplo, el día que nos eliminó  el Guijuelo en un play off aquí en el Soto. Ese día fue muy triste, estábamos clasificados y salimos al ataque. Parece que estoy viendo la imagen  de aquel partido cuando nuestros dos laterales estaban en el área contraria y nos cogieron a la contra. Fue un día muy malo. Llegué a mi casa y tuve que acostar del disgusto.

¿Qué es el fútbol modesto para usted?

Es algo primordial en mi vida, algo muy bonito. Es el trabajo en equipo, es el recuerdo de muchos años, es un trabajo gratuito, solidario, vocacional. Es muchos años de sacrificios, de animar, de no desesperarse nunca… ¡sientes tantas cosas!. ¡He sentido tantas cosas en el Móstoles!.

 ¿Qué ha cambiado en el mundo del fútbol en estos 45 años?

En este tiempo han cambiado mucho las cosas. Ha sido un cambio radical, total. Los jugadores, los arbitrajes… antes era todo mucho mejor. Antes se podía hablar con los colegiados, ahora, sin embargo, hay más prepotencia en todo. Creo que a muchos jugadores  les falta humildad, no saben escuchar, no hacen caso de los consejos y en definitiva hacen lo que quieren…

Le veo muy crítico con los jugadores actuales…

He visto y sigo viendo muchos partidos y observo mucho el comportamiento de los jugadores. No se puede generalizar, pero yo creo que no más del 20% de los futbolistas son plenamente profesionales, el resto  no aceptan los consejos con humildad.

Personas que le hayan marcado en este tiempo...

Andrés Rosado. Andrés y yo hemos sido uña y carne. Empezamos en los infantiles de Autocares Alcaldes y hemos trabajado juntos durante muchos años y con una buena amistad. Era muy profesional, muy buena gente y estaba pendiente de todo.

¿Qué jugadores le vienen a la mente?

Pues mira a los jugadores de la primera plantilla que tuvimos con Rosado: Juanvi Peinado, Gustavo, Javi, Bustos, Pusky…

Pero tengo mucho orgullo de haber coincidido y que hayan pasado por el Móstoles jugadores como Rubén de la Red, Lora, que ahora está en el Sporting de Gijón o Borja en el Alcorcón.

También acordarme de 2 preparadores físicos. De Óscar, que fichó por el Osasuna y después fue a Getafe con Laudrup y Javi, el último preparador de la era de Rosado.

¿Cómo ve el futuro de la categoría?

Mal, muy mal  porque esto cuesta mucho, cada vez hay menos dinero porque los presupuestos se han hecho teniendo en cuenta las subvenciones que no han llegado. Se han hecho contratos por encima de las posibilidades, aquí y en todos los equipos. Hasta hace nada aquí ha habido jugadores cobrando 3000 euros y vivienda, con la masa social que tiene el Móstoles. Es una barbaridad. Se ha tirado mucho dinero.

Jefes de Prensa

Su trabajo no consiste en organizar multitudinarias ruedas de prensas como hacen sus colegas de la primera división. Nunca se verán en la  situación de tener que filtrar las miles de peticiones de entrevistas que los grandes medios de comunicación requieren de las estrellas de sus equipos, ni tendrán que acompañar a un jugador a un acto publicitario.

Su trabajo es más tranquilo, pero no por ello menos importante. Los jefes de prensa del fútbol modesto son una parte clave, fundamental,  para que los periodistas que acuden a cubrir un partido, puedan realizar su trabajo en condiciones.

José Luis Redondo, Jefe de prensa  del Navalcarnero es un ejemplo de todos estos compañeros que cada domingo nos facilitan las alineaciones, nos proporcionan la última hora deportiva, o nos gestionan la entrevista con el protagonista de la mañana.

¿Cuánto tiempo llevas como jefe de prensa del Navalcarnero y cómo surgió la oportunidad?

Pues llevo desde la temporada 2004/2005, el año del  primer ascenso del equipo a la Segunda B. Yo era corresponsal del diario As y de la Cadena Ser y todo surgió gracias a la amistad que me une a Juan Alarcón, que en ese momento era el Director Deportivo.

Al subir de categoría, y aparecer nuevas necesidades en esta materia a las que no podían hacer frente, me llamaron para que me encargara yo del tema de prensa.

Y al equipo, ¿Cuánto tiempo llevas siguiendo al Navalcarnero?

Llevo toda la vida viviendo en el pueblo y he seguido siempre al equipo. Por ejemplo, Juan Alarcón que te decía antes, era amiguete de la panda y varios de mis amigos jugaron en el club en preferente y en primera regional. Y luego un seguimiento más profesional, cuando me encargaba de cubrir los partidos del equipo para el AS y para la cadena SER.

¿Qué tiene que tener un buen jefe de prensa?

Pues sobre todo saber tratar bien a la prensa, tratarles a todos como compañeros y facilitar su trabajo.  A mí me ha pasado cuando cubría partidos para la radio, que después de hacerte un montón de kilómetros un domingo por la mañana lloviendo, nevando, llegar a un campo y ponerte pegas… La verdad es que han sido pocas veces, pero eso no puede pasar. Hay que dar todas las facilidades posibles y que  los compañeros se sientan a gusto. Pero para eso tienes que haberlo vivido desde el otro lado y comprender esta situación.

Has trabajado en segunda B y en la tercera división, ¿existe mucha diferencia a la hora de trabajar?

Trabajar en tercera es mucho más tranquilo. Recuerdo que cuando estábamos en Segunda B estaba toda la semana ajetreado porque me llamaban muchos medios, sobre todo, cuando venían equipos de capitales de provincia  o los equipos canarios que movían mucha gente.

¿Cómo era ese trabajo en la segunda B?

Pues me llamaban y me pedían información sobre la evolución de la semana, las novedades, los lesionados, quién tenía tarjetas…Nosotros un equipo recien ascendido, humildes como éramos y los compañeros me decían que nuestros rivales tenían sesiones de baño y masaje y todo... Imagínate la diferencia! 

Y luego era un poco organizar la logística para que todo el mundo tuviera su sitio donde poder trabajar. Había que encontrar huecos para todas las radios. Por ejemplo, me encargaba de gestionar dónde se instalaban las líneas RDSI.

Y el resto, el día del partido, pues atender a los compañeros, acompañarles a sus sitios, repartir las alineaciones, organizar la rueda de prensa… Las ruedas de prensa cuando venían ciertos equipos te exigía estar atento para tenerlo todo bien organizado.

Esos días hay que sacar el ingenio de donde sea para colocar a todo el mundo...

En la época que tuvimos que jugar en Los Manzanos, porque el Mariano González estaba en obras, hubo días donde tuve que ubicar a la prensa en unas mesas de bar con unas sombrillas... Era lo que había, se hacía lo que se podía.

Y luego ya en el Mariano González, pues también ocurrió que en partidos de estos que venían muchos medios, pues tener que habilitar lo que llamamos el palomar. Tampoco era el mejor sitio, pero no había otra opción para meter a todos. Es lo que sucede cuando hay poco espacio, pero al final todo el mundo tuvo su sitio.

¿Alguna anécdota de esa etapa de segunda B?

Pues recuerdo un día que vino a jugar el Cartagena y vino un montón de prensa. Había mucho jaleo de compañeros que siguieron el partido. Pues bien entre ellos 2 individuos, que me enseñaron los carnets de prensa, pero venían sin equipo de radio, sin portátil, ni si quiera con un cuaderno o un boli, y sinceramente no daban la impresión de ir a trabajar.

Pasaron porque el pase tenían su correspondiente pase de prensa, supongo que alguien se lo dejaría y al final mi instinto me dio la razón. No eran periodistas, les ví que estaban siguiendo el partido en la grada entre los aficionados del Cartagena.

¿Qué valor crees que dan los equipos modestos al tema de la comunicación?

Hay de todo. Por ejemplo aquí en Navalcarnero que es un pueblo, todavía hay gente que piensa que los periodistas deberían pagar por ver el partido. Ellos dicen si tú vas a comprar el periódico y cuesta, pues aquí lo mismo.

Pero esto es una excepción y va cambiando. La inmensa mayoría tienen claro lo positivo que es  que el nombre de club se escuche por la radio y que salga la crónica en el periódico de lo que ha hecho tu equipo, aunque sea pequeña.

Yo en ese sentido doy todas las facilidades posibles e intento atender lo mejor que puedo a todos los compañeros que vienen a vernos.

¿Estás contento con lo estás haciendo o la crisis impide sacar adelante nuevos proyectos?

Me gustaría volver a sacar una revista que publicábamos hace 6-8 años. Me gustaría que se hiciesen más actividades para dar a conocer al cuerpo técnico, a los jugadores de la plantilla. Pero como bien dices todo está condicionado por la situación económica. El ejemplo lo tenemos en nuestra página web, que estamos pagando el alojamiento más barato posible para reducir a los máximos todos los gastos. Hay ganas e ideas, pero ahora todo depende de cómo están económicamente los clubes.

Ahora internet  y las redes sociales ayuda a transmitir información de aquello que se olvidan los grandes medios…Pero el público potencial de la tercera, ¿entiende esta forma de comunicar?

Yo creo que este tipo de herramientas tiene poca repercusión a este nivel. Nosotros, aparte de la web, tenemos un perfil en twenty y otro en Facebook, que lo gestiona mi hija. Y te das cuenta que realmente los que entran, lo que lo consultan son los propios jugadores, sus novias, sus amigos más cercanos, pero no los aficionados, y más si éstos tienen cierta una edad.

                         

Decíamos antes que has trabajado como periodista en la Cadena Ser, ¿Que labor prefieres?

Hace 10 años, sin lugar a dudas la radio, que era lo máximo para mí. En esa época hubiera matado por hacer un directo. Pero ahora las cosas han cambiado. Ahora con 50 años que tengo me apetece menos eso de madrugar un domingo, desplazarte, hacer un montón de kilómetros, ir a recoger y  devolver el equipo…Ahora estoy más vago, es mucho más cómodo hacer lo que hago cada 15 días.

¿Cómo terminaste cantando el bingo en los descansos?

Pues llevaré 5 o 6 años y lo hago porque hay un pánico generalizado a coger un micrófono. Nadie quería hacerlo por miedo, por respeto, por corte, así que me tocó a mí.

¿A qué has tenido que renunciar por ser jefe de prensa del Navalcarnero?

A pocas cosas. Quizá en invierno, cuando llueve, hace frío te da pereza y me apetecería más quedarte en casa con mi mujer y mi hija en el sofá viendo la tele. Pero menos por eso, a pocas cosas más. Además, mi hija ha salido futbolera y me acompaña, por lo que al final  se pasa una buena tarde de domingo.

¿Se puede ser objetivo siendo un jefe de prensa?

Yo lo procuro, dentro de un límite. Si el equipo ha estado mal, no voy a decir que lo ha hecho bien. Intentaré eso sí endulzarlo para que no se vengan abajo. Este año por ejemplo, hemos tenido rachas muy malas y no he crucificado a nadie, intento enmascarar la realidad diciendo eso de no tuvimos suerte, no tuvimos un día inspirado... Pero mentir nunca.

Supongo que escuchas, lees todo lo relacionado con el equipo ¿eres de los que comentas con los compañeros las cosas con las que no estás de acuerdo o respetas y punto?

Nunca he dicho nada a nadie sobre algo que haya escrito o dicho, aunque no estuviera de acuerdo. Cada uno lo ve de una manera, y si un periodista dice que que ha sido penalti, eso es lo que él ha visto.

Es más, a veces me ha tocado dar la cara por un compañero. Por ejemplo, el míster Rodolfo de la Rubia me llamó porque no le había gustado la crónica de una compañera. Me dijo que hablara con ella. Y yo le dije que no, le comenté que cada uno es libre de decir o escribir lo que quiera. Intenté hacerle ver que habrá días que te peguen un palo, pero otros que te pongan bien y le aconsejé que nunca hay que entrar en ese juego.

¿Cuál ha sido el día que recuerdas con más cariño en estos años?

El último ascenso. Fue en Granadilla, en Tenerife. Yo no viajé, primero porque me dan pánico los aviones y segundo porque llegamos a un acuerdo que si no era necesario viajar,  no lo haría. Además, de esta forma reducíamos gastos. Pues bien ese partido lo vimos todos en la plaza del pueblo  en una pantalla gigante porque el partido lo retransmitió por internet una televisión local. Fué espectacular el ambiente del pueblo, todos con banderas, bufandas, camisetas… Una alegría desbordada.

El titular que nunca que gustaría dar…

Pues mira con todas las desgracias que estamos viviendo en el mundo del fútbol últimamente con los casos de Inglaterra e Italia, a veces me imagino que pudiera darse una situación así en nuestro campo. Y la verdad que no quiero ni pensar la angustia de tener que llamar a una ambulancia, el tiempo de espera... No me gustaría jamás dar una información de este tipo.

Como jefe de prensa ¿Cuántas veces has tenido qué guardar o callar alguna historia  de jugadores de tu equipo que te hubiera gustado contar por su interés periodístico y no pudiste?

Es una situación un poco complicada. Estás obligado a dar a conocer las informaciones, pero siempre dentro del respeto y fidelidad que le debes al club. No puedes, ni debes cruzar ese límite. Sí que ha habido alguna vez, por ejemplo, que se ha pillado a algún jugador de copas, pero lógicamente eso no se ha hecho público. Eso me pilla como periodista y  lo mejor lo daría. Esa es la diferencia.

Convives con los futbolistas, seguro que conoces un montón de historias humanas de interés... ¿Algún ejemplo?

Las historias buenas y curiosas al final terminan teniendo repercusión en la prensa nacional. Yo recuerdo por ejemplo estando en tercera un jugador que tuvimos que se fugó de casa. Apareció en Granada o Sevilla, no recuerdo bien. Y fíjate cuál fue la razón: estaba estudiando e  iba a suspender unas asignaturas. Le entró el pánico porque tenía engañados a sus padres a los que les hacía creer que era un estudiante ejemplar. Y se fugó…

Hace años 5 radios cubrían los partidos de los domingos y ahora sólo queda Onda Madrid y los compañeros  del Gol de Madriz. ¿Está perdiendo interés el futbol modesto?

No lo creo. Madrid al Tanto se escucha muchísimo. La razón son los planteamientos económicos que se hacen los medios. Onda Madrid es un medio público, pero el resto de las emisoras  quieren ganar dinero. Hacen cuentas y si hay otra cosa que les sale más rentable, pues se lo cargan y lo sustituyen por otra cosa. No es por falta de interés, simplemente es porque a estas empresas no les sale rentable.

El fútbol modesto es una magnífica cantera también para periodistas. ¿Algún consejo  para los que empiezan en la profesión?

Pues que hay que ser humildes y trabajar mucho. Hay gente que les das un micro y ya se creen estrellas y esto no es así. Te voy a poner un caso, el de Rubén Martín, actualmente en la Cadena Cope y con el que coincidí en la SER. En una liga de ascenso, en el hotel mientras estudiaba sus exámenes le dije, llegarás lejos. Y mírale, narrando al Atlético de Madrid. Humildad y lógicamente tener una serie de condiciones.

¿Cobras o has cobrado por hacer esta función?

Si que cobro, pero nunca he pedido nada. Tal y como te dije al principio me llamaron para colaborar, dije que sí sin pedir nada a cambio y desde ese momento el club me da una cantidad.

¿Algún periodista del que te quieras acordar por su apoyo al futbol modesto?

Pues hombre hay muchos que se preocupan y siempre han cuidado estas categorías. Pues por ejemplo, José Luis Poblador y Laura Cabrera en Onda Madrid, Javier Lalaguna, Julia del Mar… Destacar su interés, y su cariño de corazón por los más modestos.

Ahora tienes contacto con los futbolistas en tu condición de jefe de prensa,  pero ¿compartes la opinión de que los jugadores son desconfiados por naturaleza ante los periodistas?

No, no creo que sean así. Simplemente que muchas veces están sujetos por las normas internas, por los entrenadores. A lo mejor cuando más contacto se tiene con ellos es en los play off  y ahí hay mucho en juego. Recuerdo un año en una concentración que tenían un cachondeo tremendo en el hotel y el técnico tuvo que poner orden y cortar el rollo.

El equipo está en una situación delicada, si termina bajando, ¿te ves con ganas de seguir?

No sé lo que pasará. Lo normal es que el equipo baje. Yo por mí sí que seguiría, aunque simplemente sea por lo del bingo que te decía antes, que es una buena fuente de ingresos para el club.