"Es básico que el primer entrenador valore el criterio del
segundo y que tenga en cuenta y respete su opinión. Si ocurre esto, la relación funcionará. Si no se dan estos condicionantes, nada tiene ningún sentido y
el segundo entrenador se marchará. Para recoger los balones ya hay otro tipo de
personas".(Antonio Comendador, segundo entrenador del C.D. Colonia Moscardó).
Hoy nos fijamos en el trabajo de otra figura clave en el buen funcionamiento de un equipo y que no siempre tienen en el reconocimiento que se merecen: Los segundos entrenadores. Siempre en un segundo plano, realizan una labor clave de apoyo y de asesoramiento fundamental para ayudar al primer entrenador cuando a éste pueda surgirle alguna duda.
Hablamos con Antonio entre otras cosas, de sus funciones, de las cualidades que debe de tener un buen segundo entrenador y de cómo se vive el fútbol desde su posición.
¿Cuánto tiempo llevas
siendo la mano derecha de Paco Ramírez y cómo surgió la opción?
Pues mira yo estaba trabajando en el Carabanchel, Paco y yo
éramos amigos y en un momento necesité a una persona que me ayudara en la
dirección deportiva. Estuvimos los dos trabajando tres años en el Carabanchel
llevando la dirección deportiva del fútbol base hasta que, por razones
deportivas, echaron al entrenador y nos hicimos cargo del
primer equipo. Posteriormente fuimos responsables de la dirección deportiva de
todos los equipos hasta que Paco, como había jugado en el Moscardó, le dieron
la opción de entrenar al primer equipo. Ahí fue cuando me llamó y desde entonces,
fenomenal. Cogimos al equipo en preferente a tres puntos del descenso y lo
hicimos campeón, que fue la temporada que subimos a tercera. Aparte de que
vemos el fútbol de la misma manera, somos amigos desde hace 8 ó10 años.
¿Cuál es tu experiencia
en los banquillos?
Llevo 25 años en el Colegio de entrenadores, el año pasado me
dieron la medalla de los 25 años. He estado entrenando a equipos modestos como
la Escuela de Fútbol del Carabanchel, Progreso que se llama. Posteriormente en
el Goya, estuve en Primera Regional en un equipo muy antiguo que se llamaba
Juventud Carabanchel y luego
estuve 4 años de coordinador de la escuela de Fútbol del Atlético de Madrid.
Después, 3 años en el Carabanchel, pasando por la dirección deportiva del fútbol
base y siendo entrenador del primer equipo. Y ya, en los últimos años en el
Moscardó, ejerciendo las labores de segundo entrenador con Paco Ramírez.
¿Te gustaría volver a
dirigir de nuevo un equipo o prefieres seguir con la labor que haces en la
actualidad?
A mi me queda una espina clavada que es entrenar a juveniles,
Liga Nacional de División de Honor. Paco sabe que es una de mis ilusiones y si
hubiera alguna propuesta para entrenar a un equipo de Juvenil de División de
Honor o Liga Nacional, pues me lo pensaría porque es algo que tengo ahí
pendiente. Hombre si hubiera alguna propuesta de tercera, también me lo
pensaría. Pero vamos, estoy muy a gusto con Paco Ramírez porque los dos vemos
el fútbol de la misma forma, pero nunca dejando de lado la opción de reiniciar
mi vida como primer entrenador.
¿Cuáles son las
funciones exactas de un segundo entrenador?
Pues más que nada, aunque Paco lleva la voz cantante , yo
estoy trabajando con él porque a mi me consulta todas las cosas. Soy muy claro:
si ser segundo entrenador fuera llevar la carpeta, no estaría. Paco es un hombre
que le gusta el fútbol y que me consulta muchas cosas, desde cuando tiene dudas
con la alineación. Yo más que nada tengo un trato con el jugador más cercano
que el primer entrenador. Sé cómo piensa el jugador, cómo actúa… El jugador
con el segundo entrenador se abre más, tiene más confianza. Yo tengo un
posicionamiento que conozco al jugador bastante más que el primer entrenador,
sobre todo, de temas personales, sé cómo piensa, cómo actúa. Y ésa es un poco
mi labor: hacer de cohesión entre Paco y los jugadores. Además, también soy el
encargado de la estrategia, en cuanto a córner y jugadas a balón parado y, sobre
todo, estar muy pendiente ante cualquier duda que tenga Paco para darle una
solución ante cualquier problema. A veces ocurre que el
primer entrenador está tan pendiente de ciertas cosas en el juego que no se da
cuenta de que, por ejemplo, el equipo contrario ha cambiado la
táctica. Entonces voy y le digo a Paco: "Paco han cambiado de sistema, están apretando por
estas zonas".. Como siempre decimos: "cuatro ojos ven más que dos".
¿Qué cualidades, qué
características, se necesita para ser un buen segundo entrenador?
En principio saber el rol que tienes como segundo entrenador.
Es muy importante saber con quién estás y el papel que tienes. Siempre es el
primer entrenador el que toma las decisiones, pero siempre tienes que estar
ahí. Hay que estar muy pendiente de todos los aspectos que el primer entrenador,
por estar en otras cosas, puede que no se dé cuenta y eres tú el que le tienes que aportar una solución
al problema que surja. Lo más importante es saber leer los partidos para poder dar tu opinión al primer
entrenador si la necesita.
Termíname la frase…un
segundo entrenador nunca tiene que...
Nunca tiene que traicionar al primero. Esto significa no
hacerle la cama. Pienso que la lealtad de un segundo entrenador es lo más
importante.
¿Qué es lo que más y lo
que menos te gusta de tu trabajo?
Me gusta todo. Oigo la palabra fútbol y se me iluminan los
ojos. Y lo que menos, el tiempo que robo a mi familia que es lo que más me
preocupa. Pero ya te digo que todo se compensa cuando escucho la palabra
fútbol.
¿Te ha ocurrido alguna vez que el míster te haya consultado algo, le hayas dicho que no te gustaba y haya cambiado una decisión?
Te vuelvo a repetir que yo no estoy para llevar la carpeta. Eso es una de las cosas que me hizo a mí estar de segundo entrenador con Paco Ramírez. Yo soy entrenador nacional y cuando veo algo que yo creo que se está haciendo mal, automáticamente yo se lo comunico. Mi labor es comunicárselo y decirle “oye Paco yo creo que estás equivocando en esto, esto y esto y él es el que tiene que decidir. Pero te puedo asegurar que Paco cuando yo le digo algo, él lo considera algo importante. Y muchas veces yo le he dicho: "Paco, creo que este sistema no es adecuado", y se ha corregido y se ha ganado el partido. Y a Paco no se le han caído los anillos de la mano y ha terminado diciendóme que había acertado y que tenía razón.
¿Te compensa
económicamente este esfuerzo?
Nunca lo que recibes en estas categorías, ni los jugadores,
ni el primer entrenador, ni, sobre todo, el segundo entrenador, está pagado con el trabajo que haces. Merece la pena
hacer este trabajo porque te compensa, es una ilusión tremenda entrenar y
competir. Pero, sin duda, lo que más compensa es la gran cantidad de amigos que
tienes por ahí. Porque en el fútbol no sólo compites y entrenas, con el paso de
los años te vas dando cuenta de la gran cantidad de gente que has conocido y
eso es lo más bonito. En la familia de fútbol somos muchos los que no vivimos de
ello, pero que, sin embargo, sí que aportamos nuestro granito de arena.
Decías antes que el
segundo entrenador tiene un contacto más personal, con los jugadores pero, ¿se
puede llegar a ser amigos de los jugadores?
Creo que hay cierto tipo de jugadores que les tienes que dar
una especie de amistad, pero esa amistad nunca debe significar ni engañar al
futbolista ni engañarte tú. La amistad siempre está ahí, pero sin perder la
distancia entre entrenador y jugador. Es
muy importante saber mantener esa distancia y a la vez mantener esa cercanía
para cuando el jugador necesita un apoyo, tú estés ahí.
¿Qué es lo más difícil
de gestionar un grupo?
Es algo complicado porque
no sé si, afortunada o desgraciadamente, cada año los equipos de tercera
somos un puente hacia segunda B o hacia segunda. Los equipos modestos, como puede ser el
Moscardó, son una fuente para el futbolista. Te vienen futbolistas nuevos cada
año, mantienes una columna, pero lo más difícil de todo es que no puedes tratar
nunca al futbolista en grupo. Puedes hacer grupos, pero luego individualmente
cada futbolista es un mundo. Entonces necesitas una terapia y una forma de
tratar a cada futbolista. Hay futbolistas que tienen más ego, otros tienen
problemas personales y todo eso lo tienes que agrupar para que en el vestuario
sea sagrado. Es decir, que cuando se metan en el vestuario ese problema
personal y todo eso, se olvide y todos sean uno. De forma que cuando salgan, si puedes elegir
a los que son amigos fenomenal, pero si no,
pues lo más importante es que la siguiente frase: El partido se empieza
ganando en el vestuario. A veces es complicado, pero con ganas de trabajar se
consigue esa unión.
¿Cómo se lleva eso de
ser una parte del organigrama del cuerpo técnico y que cuando salen bien las
cosas casi nunca la gente se acuerde de vuestro trabajo?
La gente se acuerda de los éxitos y nosotros estamos como en
un segundo plano, pero lo mas bonito es que sepas que has cumplido con tu deber,
que has trabajado todo lo que has podido, que le has dedicado un montón de
horas de trabajo, que has estado ilusionado… y, sobre todo, lo más bonito es
que tus futbolistas sí que te reconocen tu trabajo, lo mismo que las personas que
están más para arriba.
Antonio Comendador y Sergio Solis. Foto de CD Colonia Moscardó |
Hablando un poco del
equipo, este año apostáis por la juventud…¿Qué es más difícil entrenar a gente
joven o a jugadores con experiencia, contrastados en la categoría?
Este año si cabe volvemos a apostar más si cabe por la
juventud porque en el Moscardó habrá 14 ó 15 futbolistas menores de 23
años. A los más veteranos les tienes que ayudar un poco menos porque suelen
estar casi siempre bien situados, mejor posicionados. Pero el tener cada año
jugadores jóvenes nuevos no es tan difícil porque traen una ilusión tremenda y
muchas ganas de aprender. Hay más trabajo porque hay muchos juveniles y el paso a la tercera división es un salto
muy importante. En esta categoría se
tiene más velocidad, se compite más y ese salto es difícil para el futbolista,
pero cuando compiten 4 ó 5 partidos con
su ilusión, con su calidad, se compensa. Por eso, cuando se pasa la etapa de los
primeros partidos y se dejan llevar,
automáticamente, cada vez es más fácil llevar a estos futbolistas más jóvenes porque ellos solos se
integran.