Hay una cosa peor
para un futbolista que no ser titular: No ir convocado. ¿Qué se le pasa por la
cabeza a un jugador cuando entrena durante
la semana como el resto de sus compañeros y, sin embargo, no tiene la opción de
competir el domingo?
Hablamos con Samuel
tTledano, centrocampista de 20 años del Unión Adarve que, tras comenzar jugando
los primeros partidos, lleva varias semanas siendo uno de los descartados.
Sólamente tiene una
cosa en mente: entrenar mejor si cabe, superarse y mejorar para que su
entrenador cambie de opinión.
Antes que nada me
gustaría que nos contaras cuál es tu trayectoria y cómo llegas a la tercera
división…
Empiezo en el Atlético de Madrid, en la Escuela de las
categorías inferiores del Atleti, y luego del Alevín paso a la cantera. Y de la
cantera llego hasta el Infantil B y de ahí, al Rayo, del Infantil A al Juvenil Nacional. Y de esa categoría al División de Honor
del Adarve y es cuando me llama Lolo, el
entrenador, ofreciéndome jugar en tercera. Y ahí empiezo a jugar en tercera. De momento llevo ya
dos años.
Me decían que el año
pasado contabas bastante, ¿Qué crees que ha podido pasar para que cambie esta
situación?
El año pasado empecé jugando también, pero tuvimos una mala
racha y perdimos unos partidos y me pasó como ahora, que tampoco jugaba mucho.
Pero luego la situación cambió. Comencé la segunda vuelta jugando y ganando
muchos partidos, creo que 16 partidos ganando. Y ahora, lo que pasa es que
perdimos un partido en Alcobendas y el míster está confiando en otro compañero,
que lo está haciendo bien. De momento, hay que seguir luchando.
¿Has vivido muchas
veces en tu trayectoria esta situación?
En el Rayo en el Juvenil Nacional también me pasó. Cambiaron
de entrenador, no le gustaba y me quedé 14 partidos sin ir convocado.
¿Qué siente un
jugador cuando el míster da la convocatoria y se queda fuera?
Es muy complicado. Estás durante toda la semana entrenando
duro y luego cuando el entrenador da la
convocatoria y no vas convocado, pues hombre no es fácil. Hay que ser fuerte y tirar
hacia adelante. Hay que trabajar y seguir luchando y dar más de lo que estás
dando.
¿Consideras justa la
situación que estas viviendo?
Ahora está jugando otro compañero que lo está haciendo bien
y él también se merece jugar. Hay que superarse y más en un equipo como el Adarve
en el que no hay mucha calidad y no sobresale nadie por encima de otro. Entre todos
tenemos que sacar esto.
¿Se llega uno a
sentir marginado o apartado al no competir los fines de semana?
No porque aquí somos todos compañeros y el entrenador nos
anima a todos. En ningún momento te sientes apartado por no jugar. En el Adarve todos somos iguales.
¿El no jugar te está
suponiendo algún tipo de ansiedad o problema
e tu vida personal?
No porque con el paso del tiempo vas madurando y vas viendo
cómo es todo esto, cómo funciona el mundo del fútbol.
¿A qué te agarras en
estos momentos que no salen las cosas como tú quieres?
Pues a la familia y a los amigos que me apoyan y me dicen
que no me desespere, que siga luchando y trabajando. Que la oportunidad
llegará.
Si entrenas al cien por cien, pues entrenar al ciento veinte
por cien. Dar todo lo que tengas. No conformarte con nada. Es la única manera
de cambiar la situación.
¿Se piden
explicaciones al míster de los motivos de esta situación?
Yo personalmente nunca pido explicaciones porque cuando
juego tampoco lo hago. Cuando juego no le digo por qué juego y por qué me pone.
Así que cuando no voy convocado tampoco se lo pregunto. Solamente hay que
trabajar y ya está.
¿Estás satisfecho con
tu trabajo, crees que estás dando el máximo de tus posibilidades?
Yo cuando salgo siempre intento dar el máximo. Todo el mundo
siempre puede dar un poco más de lo que da. Yo no estoy contento conmigo mismo
porque estoy seguro de que puede dar mucho más. Y poco a poco estoy seguro de que voy a
superarme.
¿Cómo es tu relación
con ese compañero que te “ha quitado” el puesto?
Me llevo magníficamente con él. Somos un grupo formidable y
no hay ningún tipo de mal rollo. Es una relación de amistad.
¿Merece la pena los
sacrificios que tienes que hacer y luego no se vea recompensado con la opción
de jugar?
Está claro que siempre lo piensas. Pero el fútbol hay que
llevarlo dentro, y yo lo llevo desde muy pequeñito. A mí me merece la pena. En el
momento que te pones a entrenar te olvidas de todo y disfrutas con lo que
haces.
¿El día del partido
vas a ver a tus compañeros cuando no vas convocado?
Sí, claro, por supuesto. Siempre.
¿Vas porque es una
norma del club o porque realmente te apetece?
En los partidos de casa sí que hay que ir, pero en los de
fuera es opcional. Pero hay que estar al lado de tus compañeros siempre
apoyándoles. Así que yo siempre voy a ver los partidos.
Viendo un partido
desde la grada, ¿Puede sentirse uno implicado con el proyecto?
Siempre te implicas cuando ves a tus compañeros luchar. Aunque
no juegues, siempre quieres que ganen tus compañeros y te fastidian mucho las
derrotas. Las sientes como si hubieras jugado el partido.
¿Qué retos te marcas
a corto plazo a nivel deportivo?
Empezar poco a poco a ir convocado y comenzar a jugar.
¿Te planteas dejar el
equipo si la situación no cambia?
Ahora mismo mi primera opción es el Adarve. No pienso en
irme. Solamente pienso en el siguiente partido e ir convocado. Mi único objetivo
es cambiar la situación actual.
¿Qué te da el fútbol
para pesar de no salir las cosas como te
gustaría seguir teniendo la misma pasión?
Me lo paso muy bien jugando al fútbol. Me sirve para
olvidarme de los problemas. Es un sentimiento muy fuerte que no se puede
explicar.
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