Lleva toda la vida metido en el mundo del fútbol y ahora desempeña las funciones de director deportivo en el club pinteño. En estos momentos anda ilusionado con la formación de los más pequeños y se ha marcado como objetivo darle a la cantera la importancia que se merece. De su época de jugador, recuerda especialmente el día que, siendo portero del Alcazar de San Juan, se enfrentó al Sevilla de Maradona en Copa.Nunca es agradable recoger el balón del fondo de las mallas, pero seguro que ese día le dolió un poco menos al tener en frente a uno de los más grandes del fútbol mundial.
¿Cuál es tu trayectoria deportiva
hasta llegar al Pinto?
Empecé como
todos muy joven. En mis años el fútbol comenzaba en juveniles. Mi primer club
fue el juvenil del Alcorcón donde estuve 3 años. De ahí pasé al primer equipo
donde estuve otros 3 años y de ahí hice las maletas y me fui a Castilla la
Mancha en busca de algo de dinero y de un fútbol más fuerte que lo que por aquí
era entonces la tercera. Allí estuve entre entrenador y jugador cerca de 20
años y al volver a Madrid por temas
personales entrené primero en el Alcorcón en el División de honor, después
en el San Federico, que ahora es el Internacional de Madrid. Y de ahí me vine
para Pinto y desde entonces estoy por aquí haciendo cosas.
Llevas un montón de años en el fútbol
modesto, ¿Han cambiado mucho las cosas desde que empezaste?
Al igual que
ha cambiado la sociedad, el fútbol también ha cambiado y no es una cosa aparte.
Desde entrenar en campos de tierra llenos de barro y de piedras, ahora los
chavales tienen la oportunidad de entrenar en campos de césped artificial, de
empezar mucho antes a jugar… Como te decía yo empecé en juveniles
porque antes sólamente había equipos prácticamente de
barrio que nos juntábamos los amigos para jugar. Ahora, por ejemplo, en Pinto,
tenemos niños desde los 4 años que empiezan a aprender a jugar al fútbol. Pero
aparte, lo que pretendemos es que aprendan unos valores imprescindibles para el
fútbol, pero también para la vida actual como son la constancia, el esfuerzo,
el sacrificio… Antes era un poco más vocacional y ahora esto está abierto
prácticamente para todo el mundo.
¿Cuántos chavales componen
actualmente la cantera del club?
Aproximadamente 400 chavales. Creo que estamos en un número aceptable. Hemos tenido algunos
problemas con el tema de los campos porque aquí en Pinto hay cerca de 2.000
niños jugando al fútbol. Lo que sí que tengo claro desde que llegué a la
Dirección deportiva es que hay que lograr es que para esos 400 niños su primer sueño sea el
jugar en nuestro primer equipo. A partir de ahí si llegan más arriba, bienvenido
sea y nos alegraremos por ello. La prueba está en que el año pasado, estando las
cosas tan mal, debutaron 12 futbolistas
de nuestra cantera y este año de 21 futbolistas que componen la
plantilla, 12, vienen de las categorías inferiores.
¿Cómo se financia la formación de la
cantera?,¿de dónde salen los recursos?
Obviamente
con mucho esfuerzo y trabajo por parte de todos. Con el tema de los sponsors,
gracias a los entrenadores que echan muchas horas y tienen pocas retribuciones y,
por supuesto, con la parte de las cuotas que pagan los padres. A partir de ahí
los padres están asumiendo, no solamente en Pinto, si no en el resto de equipos,
la importancia de esta formación con
valores como el compañerismo en una sociedad tan multirracial. Todas esas cosas
las aprenden prácticamente sin esfuerzo
haciendo lo que más les gusta.
¿Cuáles son las líneas base de
vuestro proyecto de cantera?
Nosotros tenemos
las ideas muy claras a nivel deportivo: La base es intentar jugar bien y
formar a los futbolistas desde las edades más tempranas para que lleguen a jugar en unas
categorías interesantes para los chavales. Cuando llegué dije que las
plantillas tenían que ser cortas en las que todos tuvieran oportunidades de
jugar. Lo que prima es la formación y hay chavales que despuntan a los 4 años y
hay otros que explotan a los 14. A nivel futbolístico trabajamos de una manera
planificada y todos los entrenadores tienen claro el objetivo a nivel
individual y colectivo. Y, sobre todo, a nivel integral de formación tratamos que sean
las mejores personas posibles porque solamente un 0,01% llegan a ser
futbolistas profesionales. Hay quien llega a jugar de forma amater, pero muchos
no llegan a nada. Por eso, lo que queremos es que hayan cogido unos hábitos
deportivos, unos valores de compañerismo y sacrificio…
Debe ser bonito compartir las tardes
con esos niños...
A mí me
cargan las pilas cada vez que veo las sonrisas, las ganas con las que van…El
otro día, por ejemplo, estaba diluviando y que lleguen los padres de niños de 4
años diciendo que estaban llorando en casa porque querían entrenar, eso te da
fuerzas para seguir cada día… Pero lo que no podemos obviar es que se tienen
que divertir con lo que más les gusta en el mundo que es el fútbol. Creemos que
en estas categorías, sin descuidar por supuesto la parte futbolística, hay que primar que los chavales se
lo pasen bien, estén en un ambiente agradable, estén entre compañeros y hagan
amigos.
¿Dónde se pasa menos sobresaltos en
tu puesto actual de Director deportivo o como técnico del primer equipo?
Son trabajos
muy distintos. Me toca este año trabajar en el tema de supervisión,
entrenadores, preparar entrenamientos con ellos, ver cosas.. pero siempre lo he
dicho: yo soy futbolista y echo mucho de menos el tema del campo. Tengo claro que
es un cargo muy efímero, pero esa adrenalina que sueltas, eso nunca se te
olvida.
Con el equipo situado en la mitad de
la tabla, ¿Cómo ves el vaso medio lleno o medio vacío?
De haber
ganado el domingo al Collado Villalba, que era un equipo sobre el papel sobre
el que tendríamos que haber sumado los 3 puntos, pues
como te digo de haber logrado la victoria estaríamos quintos o sextos. Es cierto que nunca se ha pensado en hacer un
equipo para los play off al rebajar mucho el presupuesto. Pero soy un
convencido de que el trabajo de la cantera dará sus frutos y es el futuro. No sé
cuándo lo terminarán de hacer el resto de equipos del fútbol modesto, pero el
futuro pasa por el trabajo con nuestros chavales. Yo vine con un proyecto de
que en 4 años el 90% de los componentes del primer equipo fueran de la cantera.
En estos momentos estamos en un 55%-60% y no vamos a parar de trabajar en
ello.Lo más importante para nosotros es que estos chavales que vienen de abajo
están demostrando que pueden dar la cara por nuestro club.
¿Qué es lo que más te está gustando
de tu equipo en estas primeras jornadas
y qué crees que se debe mejorar?
Mejorar como
todo en la vida, siempre hay que mejorar. Debemos intentar ser más
competitivos, no perder partidos en casa y hacer un fortín de nuestro campo,
cosa que no sucede ahora. Creo que el equipo fuera de casa está cosechando unos
resultados fantásticos. Pero, sobre todo, lo que buscamos es asentar esos
futbolistas que estamos subiendo y que los 4 ó 5 veteranos que lleva años con
nosotros asuman sus responsabilidades y que hagan crecer a esos chavales que
van a ser el futuro de nuestro club.
¿Qué aspectos positivos crees
que se sacó de la experiencia de la temporada pasada?
El club
entendió que no se podía hacer un gigante con pies de barro. Es un poco lo que
se hizo en los años anteriores y que tan buenos resultados dió. Se jugaron play
off de ascenso y se estuvo a punto de ascender a segunda B. Eran momentos buenos económicamente buenos en
la ciudad y eso llevó a tener un buen
equipo y a estar luchando por los puestos de arriba. Pero las cosas han
cambiado. Los equipos de tercera división y, el Pinto en particular, tienen que
trabajar con la cantera, tienen que ver chavales, tener en cuenta sus
posibilidades económicas y a partir de ahí trabajar.
Fue un año muy duro que, sin embargo,
se vivió con mucha unidad en la plantilla...
Daba mucha
confianza ver a esos jugadores cómo trabajaban con las dificultades económicas
que tuvimos. Los futbolistas tuvieron que reducir el número de entrenamientos
porque algunos no tenían ni para venir a entrenar.. Con eso y sus ganas fueron
capaces de salvar al equipo. Ahora con mayor estabilidad en el club les tiene
que dar la tranquilidad necesaria para luchar por metas mayores.
Tras los sobresaltos y problemas
económicos que vivió el club la temporada pasada, ¿Cómo está la situación en
estos momentos a nivel económico e institucional?
Se ha
estabilizado y esperemos que esta sea la tónica de toda la temporada. Y a partir
de ahí, que nos dejen a los entrenadores y a los cuerpos técnicos trabajar y que
no tengamos que preocuparnos por otras cosas que no sea mejorar cada día y de
dar espectáculo a una de las mejores aficiones de la tercera división que es la
de Pinto.
A nivel anecdótico has tenido el
orgullo de jugar con uno de los más grandes de la historia del fútbol…
Maradona.. ¿Qué recuerdas de ese día?
Mi hija decía lo contrario. Me decía que quién era ese
pequeñito que estaba a mi lado. Es un orgullo. Sólamente ver a tu lado al mejor
futbolista, según dicen de todos los tiempos, impresiona. Desde las cosas que hacía en
el entrenamiento, hasta en el partido. Me metió un gol, pero fue un gran orgullo y una gran satisfacción. Sobre
todo la vivencia de que nuestro fútbol, que estamos hablando de un fútbol
semiprofesional como era en el Alcazar de San Juan se codeara con Maradona,
Suker, Bilardo el entrenador, Unzué, Monchi, que ahora es prácticamente el jefe
del Sevilla… Ellos eran muy superiores a nosotros, pero para nosotros fue una
gran ilusión y son partidos que no se olvidan nunca. Fue un recuerdo que sale
siempre que nos juntamos los compañeros que vivimos eso.
Que te metan un gol nunca es plato de
buen gusto, pero que te lo haga Maradona, quizá duela menos, ¿no?
Pues yo te
digo que no fuí a perdirle un autógrafo. Me fuí cabreado porque, a pesar de
todo, hicimos un buen partido. Perdimos 2-0 pero hubo partido y luego allí nos
metieron cinco, que entraba dentro de lo normal. Yo he sido siempre un
futbolista y un entrenador que nunca me ha gustado perder. Me fuí con la
sensación de haber jugado contra el más grande, pero también con la sensación agridulce
de que nos habían metido cinco y el que se fue con cinco goles en las costillas
fui yo, que era el portero.
¿Crees que Messi ha superado ya a
Maradona?
Si no lo ha
superado está en camino. Es cierto que la continuidad que está dando Messi
desde hace unos años, no la ha dado absolutamente nadie. Los goles que está
metiendo, la aportación anímica a nivel colectivo no lo ha logrado nadie.
Maradona tuvo unos años muy buenos pero, por su vida personal, no llegó a ser un
jugador que marcara una época tanto como la está marcando ahora Messi. Es cierto que hacía cosas impresionantes y
que fue el mejor jugador del mundo de su
época, pero creo que Messi es
mejor.
Y también conoces muy bien a
Caparros, técnico del Mallorca…
Sí, lo tuve
de entrenador en el Alcazar de San Juan en sus comienzos y yo era el capitán.
Sólamente había entrenado en un equipo de Cuenca y fue allí. Como anécdota te
diré que en el mes de diciembre la directiva nos juntó a los capitanes para
echar a Caparros. Nosotros, lógicamente, estuvimos al lado de nuestro
entrenador y yo, como primer capitán, le
llegué a comentar la idea de la directiva. Al final logramos meternos en el
play off y estuvimos a punto de ascender a segunda B. Y desde ahí ha dado muchos pasos pero he seguido teniendo
contacto con él. Para mí es el típico
entrenador hecho desde abajo y podemos contar con los dedos de una mano los
entrenadores que siguen aguantando temporada tras temporada en la élite
del fútbol.
¿Cuáles son tus retos a corto plazo?
Pues los
años van pasando, tengo una familia, tengo una estabilidad aquí en Pinto y
ahora mismo mis únicos pensamientos están en el Atlético de Pinto. Mis
ilusiones pasan por las escuelas de fútbol, por transmitir lo mucho o poco que
hay podido aprender en todos estos años.
Y a nivel de club que tres, cuatro o cinco jugadores de nuestro segundo
equipo y alguno del juvenil suban al año
que viene suban a tercera división.
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