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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Álvaro García, entrenador del San Sebastián de los Reyes

Álvaro García, a pesar de su juventud, tiene 29 años, ha demostrado con resultados que tiene madera para ganarse la vida en en esto de los banquillos.
 
En los años que lleva al frente del San Sebastián de los Reyes, Álvaro, no sólo ha ascendido al equipo a la segunda división B, si no que, además, fue capaz de gestionar con acierto una plantilla angustiada por los problemas económicos.
Charlamos con el técnico del Sanse que nos habla de sus comienzos, de su forma de trabajar y sus sueños de futuro en la profesión.
 
 
 
 
¿Cómo llegas al San Sebastián de los Reyes?
 
Pues mira llevaba 7 u ocho temporadas trabajando en el fútbol base y después pase a entrenar en el fútbol regional en Ciudad de los Ángeles, en Villaverde. Y de ahí cogí el segundo equipo del San Sebastián, por mediación de la escuela y estuve ahí varias temporadas. En la 2009/2010 entrené 10 jornadas al primer equipo en tercera división y después volví al B, aparte con  la dirección deportiva del primer equipo. Y después, es cuando ya empecé a entrenar al primer equipo en tercera división en la temporada 2010/2011. Aquí llevo, por tanto, 5 temporadas, dos con el filial y tres con el primer equipo.
 
Tienes 29 años, eres de los entrenadores más joven de la categoría…
 
Sí, el primer equipo lo cogí con 25-26 años, pero fueron 10 jornadas momentáneas y luego volví otra vez al B. Y con 27 años es cuando ya empecé a entrenar al primer equipo en tercera, ahí sí, desde el principio de temporada. Y desde ese momento hasta ahora.
 
 
 
 
Siendo tan joven, aparte de tu valía profesional,  tendrás que tener, además, una fuerte personalidad…
 
Después de estos 4-5 años, uno también va cogiendo años  y adquiriendo experiencia con la gestión de grupos, que es lo más difícil de estas categorías. Te encuentras con jugadores que tienen más edad que tú, sobre todo, cuando empecé, que tenía 25 años y ahí la diferencia de edad era más que ahora. Porque ahora, al ir cumpliendo también años, me voy equilibrando  con los jugadores que  suelen tener 28-29 años. Creo que si tu trabajo lo haces bien, al final, independientemente de la edad, te ganas el respeto de los jugadores.
 
¿Con qué imagen te quedas de tu primera charla en un vestuario?
 
La verdad es que fue complicado. Fue con gente profesional o semi profesional,  a falta de 10 jornadas, cuando la cosa estaba muy complicada. Eso lo hizo  más difícil que cuando coges a un grupo desde el principio. Pero la verdad es que lo recuerdo bien, no fue ni mucho menos nada desagradable. Reconozco que esa primera toma de contacto, en esas circunstancias, fue complicado, pero mira  seguimos aquí.
 
 
 
¿Qué se le hace más caso al entrenador que más grita o al que más dialoga?
 
Cada entrenador tiene su forma de trabajar. Yo creo que al final tienes que saber llevar a los jugadores con argumentos, saber lo que les viene bien a ellos para competir y sacar los partidos adelante. Cada instante de la temporada o cada día, tienen su momento. Hay veces en los que se puede ser más tranquilo y otras en las que hay que sacar esa voz de mando o ese grito que haga que los jugadores se espabilen y den ese punto más. Cada situación es diferente y hay que saber adaptarse a las circunstancias.
 
Tras una derrota y un mal partido, ¿Dices algo a los jugadores o prefieres evitar actuar estando en caliente?
 
Después de los partidos no solemos comentar nada porque no solamente los jugadores están calientes, nosotros también. Lo que puedas decir en ese momento puede estar influenciado por si se ha ganado o se ha perdido, por la euforia o por el cabreo que puedas tener por el resultado y muchas veces no ves la realidad.
 
Yo prefiero no decir nada, que los jugadores tengan su espacio y su momento tranquilo para que puedan pensar lo que han hecho en el partido. Preferimos comentar las cosas el siguiente día y ya el miércoles analizamos las cosas con más detalle porque el jugador ya ha podido reflexionar sobre sus errores. Siempre 2 ó 3 días después del partido porque creo por experiencia que se ven mejor las cosas que después de un partido. Ahí es cuando más provecho se saca a la hora de analizar los errores y ver los videos con los jugadores.
 
 
 
 
¿Aceptas los consejos o comentarios de tus jugadores tras una mala racha?
 
Yo tengo mis ideas respecto a la forma que tenemos que jugar, pero sí que es cierto que los entrenadores, aunque tengamos nuestras ideas, somos los primeros que nos podemos equivocar. Yo soy el primero que me puedo confundir.  Y si los jugadores consideran que alguna cosa no se está haciendo bien, no están a gusto, o creen que se puede mejorar de cualquier otra forma, yo soy una persona que escucha.
 
Se han dado casos otras temporadas de no ganar partidos y los jugadores proponer otra forma de jugar para salir de esa situación y alguna vez hemos accedido y el equipo ha dado un cambio. Muchas veces los entrenadores nos equivocamos al hacer una cosa, que luego se demuestra que no es la ideal. Yo respeto y escucho la visión que te puedan dar la vuelta a la situación que tienes.
 
También puede darse momentos de no ganar partidos y probar cosas diferentes, convencido que lo que hago es lo que nos va a permitir ganar. Pero si los jugadores no están convencidos, tienes pocas opciones de lograr el objetivo. Un entrenador tiene que saber escuchar porque al final, ganamos todos. En un grupo todos tienen que remar en el mismo sentido, a pesar de que el entrenador sea el responsable.  Pero al final, todo es un conjunto. En mi caso dialogo con los jugadores y en alguna ocasión he cambiado la forma de jugar en un momento puntual porque el equipo pensaba que esa era la forma  en que iban a llegar los resultados. El año pasado hicimos un cambio durante la temporada y nos salió bien.
 
 
 
¿Has tenido la sensación alguna vez de ser injusto con algún jugador?
 
Es que es muy complicado. Durante la semana miras a todos por igual, pero es cierto que tienes un equipo base durante la temporada y que hay jugadores que se quedan fuera y que les podrías alinear. Pero bueno, la temporada es muy larga y tiene muchos partidos. El que trabaja y hace sus cosa bien, tiene su sitio durante el año porque toda la gente es importante. Es cierto que  hay veces que dejas a jugadores en el banquillo que podrías alinear desde el principio, pero al final tú eres el que tienes que tomar decisiones.
 
Lo bueno es tener un grupo donde todos compitan y que tengas jugadores para jugar todo el año. Lo malo sería que  alinear sólo a once  porque creas que el resto no te van a aportar nada. Yo he tenido plantillas no amplias, pero sí de 18 ó 20 futbolistas, que han respondido todos. Al final de temporada todos han tenido su momento.
 
 
 
 
¿Se puede  llegar a ser amigo de un jugador?
 
Lo veo complicado. Creo que puedes llegar a tener buena relación porque, al fin y al cabo, trabajas en algo que te gusta. Pero cada uno tiene su sitio. El entrenador tiene que alinear a once que estarán contentos. Los que no jueguen,  no lo estarán tanto. Puedes tener una relación mejor con unos que con otros, o una cierta amistad en un futuro, pero es complicado que pueda tener una amistad con un jugador.
 
El entrenador tiene que ser objetivo al cien por cien y hacer lo que creas para sacar el máximo rendimiento y en ningún momento te puede influir una situación de amistad con un jugador. Puedes tener más o menos feeling, pero la amistad es complicada.
 
 
 
 
¿Qué porcentaje del éxito o del fracaso tiene de culpa un entrenador?
 
Yo creo que es una figura importante porque al final es el que tiene que proponer la forma de jugar de un equipo para ganar los máximos partidos posibles. No es algo primordial porque lo importante es tener buenos futbolistas. Pero creo que un buen equipo con una mal entrenador o que no sepa llevar a ese equipo, sí que lo puede estropear. Y al revés,  un buen entrenador con un equipo normal, sí que puede hacer que compita a un gran nivel y esté en posiciones que en principio no eran su objetivo. Durante la temporada, con el trabajo y sabiendo llevar el grupo, que para mí es lo más importante, se pueden llegar a conseguir objetivos.
 
 
 
Con las dificultades económicas que ha pasado este equipo, ha quedado claro el compromiso y profesionalidad de sus jugadores. ¿te quedas con algún momento en concreto?
 
Hoy en día hay muchos equipos con problemas económicos y es complicado ir al día. Nosotros hemos estado dos temporadas muy  malas, donde hemos llegado a estar 5 y 6 meses sin cobrar y el nivel de compromiso de la plantilla ha sido espectacular. Me quedo, por ejemplo, con el año del ascenso a segunda B. En principio éramos un equipo para salvar la categoría, sin pasar demasiados apuros.  Al final, a pesar de estar 3 y 4 meses sin cobrar, nos metimos en el play off y la gente se olvidó de los temas de los cobros y sólamente se centró en el tema deportivo. El equipo se metió en su burbuja y se hizo hermético y al final logramos el ascenso.

 
Y el año pasado después de ascender, pensábamos que las cosas iban a ir mejor en el aspecto económico y no fue así. Hubo un punto de inflexión a falta de diez jornadas que perdimos contra el Montañeros y nos pusimos últimos, donde el equipo reaccionó. Todo el mundo nos daba por descendidos y el equipo hizo una piña y la plantilla se conjuró y fuimos capaces de ganar 7 partidos y casi nos metemos en play off.
 
Fuimos capaces de levantarlo y sacamos la categoría adelante sin cobrar. Y este año ha entrado gente nueva y estamos más tranquilos en ese aspecto. Pero las dos anteriores parecía que el equipo iba a desaparecer y al final el vestuario dió un paso adelante y fue capaz de seguir comptiendo. Si me dicen hace dos años que según estaban las cosas íbamos a estar en segunda b, con 20 puntos a estas alturas no me lo hubiera creído. Ha sido algo muy bonito que hemos sacado adelante entre todos y sin el  compromiso demostrado hubiera sido imposible.


 
 
¿Quién es tu modelo a seguir en los banquillos?
 
Cualquier entrenador que esté en la élite y también los que están en el fútbol base. Cada entrenador tiene su forma de trabajar y me intento fijar en todos los entrenadores, independientemente de la categoría. En cuanto a la élite, por ejemplo, Vicente del Bosque, por lo que ha conseguido con la selección española y el Real Madrid y también, Pep Guardiola. Ojalá que algún día pueda estar en esa posición porque significaría que hemos hecho bien el trabajo.
 
 
 
¿Qué nota le das hasta el momento al equipo en estos meses? ¿Cuál es el límite de este grupo?
 
Se me hace difícil dar una puntuación. A nivel de trabajo y de compromiso de grupo doy un diez  porque para mí, después de tres años, es el mejor grupo que he tenido. Son gente sana y gente que les gusta lo que hacen. Y a nivel deportivo tenemos 3 puntos mas que el año pasado  y estamos creciendo. Creo que nos costó empezar y coger ritmo, pero vamos a más. Nuestro objetivo principal  es salvarnos, espero lo más pronto posible. Y si podemos estar de mitad de tabla para arriba para nosotros sería ideal, pero poco a poco.

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