Tienen que
tener capacidad de liderazgo, experiencia en el mundo del fútbol y una veteranía
contrastada para poder afrontar con criterio las situaciones que se dan dentro de un equipo, no solamente durante un partido, sino también
a lo largo de la temporada.
Son los
capitanes, esos jugadores que representan los valores de un club, lo que
intentan inculcar consejos a los más jóvenes y tratan de mediar para resolver los
posibles problemas que puedan darse entre sus compañeros.
Hoy hablamos
con Antonio Carmona, capitán de la AD Parla que nos acerca su experiencia, y
nos da a conocer los aspectos más destacados de esta figura clave, fundamental,
para la buena marcha de cualquier
equipo.
¿Cuánto tiempo llevas en el club y
desde cuándo eres capitán?
Pues en el
club es mi tercera temporada y como capitán de la AD Parla desde la temporada pasada y lo que llevamos de esta.
La verdad es que llevo poco como capitán del equipo, pero me siento cómodo.
¿Qué significa para ti ser el capitán
del Parla?
Para mí es
una gran orgullo porque el Parla es un equipo muy representativo de la Comunidad
de Madrid, un club que lleva muchos años en la tercera intentando ascender y
que, en definitiva, tiene mucha solera. El que haya tenido la suerte, primero de
fichar hace tres temporadas, y haber podido haber disputado una liguilla, con
la cantidad de aficionados que nos acompañó, pues, la verdad, es que es un gran
orgullo poder representar al Parla como capitán.
¿Qué cualidades debe de tener un buen
capitán?
Una de las
cualidades que se le pide es que tenga veteranía, que sepa controlar las
sensaciones y dar un poco de calma a los compañeros, tanto que han venido
nuevos, como los que son más jóvenes. El objetivo es que todo el mundo se
sienta cómodo porque esto es una especie de familia y tenemos que remar todos
en la misma dirección. Básicamente es aportar un poco de sosiego, un poco de
tranquilidad a la gente más joven y ayudar a los nuevos compañeros que van
llegando cada temporada.
Se elige
primero por veteranía, a la gente que lleve más tiempo en el club, los que hayan
ostentado ese cargo en otros equipos, los que lleven muchos años en el club y
que tengan experiencia en esta categoría para que, en un momento dado, pueden
salir al campo y ser esa mano derecha que ayuden a los compañeros y al
entrenador ante las circunstancias del partido.
Y ¿Qué ocurre en los casos que en una
plantilla donde, aparte del capitán, lleguen otros jugadores expertos, con
personalidad con influencia...¿Cómo es la convivencia?
La
convivencia es genial porque siempre que llega un compañero que te aporta
experiencia, que te aporta ese saber estar o ese punto que el equipo no tiene,
pues siempre se recibe bien. En la pretemporada, aparte de entrenar, la gente
se conoce, empiezas a hacer amistades y a la hora de votar a los capitanes,
pues siempre existe la regla que hay dos o tres que tienen que ser los
capitanes. Se vota a un primer capitán, a un segundo y a un tercero. Por tanto,
cuando crees que hay un compañero con capacidades para ocupar ese puesto, la
gente lo tiene claro y vota a esos 2 ó 3 jugadores que saben que en un momento,
aunque los otros estén lesionados o sancionados, van a ejercer bien esa
responsabilidad.
¿Es normal que venga un nuevo míster e imponga como capitán a un jugador que se trae él?
No, eso no es lo normal, a no ser que haya un gran cambio en la plantilla y vengan 14 ó 15 jugadores nuevos. Esto sí que alguna vez me ha pasado. Si no, no es usual.
¿Qué es lo más gratificante de tu
labor?
Lo más
gratificante es ayudar. Yo me siento compensado ayudando a mis compañeros e intentando que la relación sea buena. Ver
cómo ayudas a la gente joven, que se hacen bien las cosas, que vas sacando los
partidos, que el equipo está arriba y compruebas que lo que les dices, les ayuda para conseguir los objetivos
es una gran satisfacción.
¿Y lo más ingrato?
Pues las
peleas. El capitán siempre está metido en todo tipo de peleas. Cuando hay que
pelear con el presidente, cuando hay que pelear con la directiva, cuando hay que
pelear con el entrenador para pedirle que cambie un día libre, pelearse con el
árbitro porque somos los únicos que le
podemos meter un poco de presión en ciertos momentos cuando creemos que el
arbitraje no es el correcto… Éstos son los sinsabores que conlleva ejercer la función
de capitán que, en cualquier caso, tienes que saber llevarlo bien. No te queda
otra.
¿Te merece la pena esa dosis extra de
exigencia respecto a sus compañeros?
Sí por
supuesto. Yo animo, critico, corrijo y
rectifico, al igual que yo quiero que ellos hagan conmigo. En ese
sentido no hay ningún problema.
¿Qué relación tiene que tener un
capitán con su míster?
Si tiene que
existir una buena relación, tiene que ser una unión porque normalmente suele
ser el más veterano y el entrenador se relaciona por lo general más con
la gente que es de su edad, salvando la
distancia de que el entrenador suele ser casi siempre más mayor que los
jugadores. Pero bueno, el entrenador se apoya en mí y yo le digo “míster yo veo
esto de esta manera, esta de otra”. Creo que hoy en día esta distancia entre los entrenadores
y el resto de la plantilla se está acortando, el entrenador es cada vez más
abierto con todo el mundo. Por tanto, no creo que la relación entre el entrenador y el capitán sea muy influyente, ni si sea excluyente. En definitiva,
cada vez hay más gente que está más dentro y cerca de ese círculo.
Un capitán en un momento de necesidad ¿puede llegar a
hacerle ver al míster que se puede estar
equivocando con una estrategia o un planteamiento?
Sí, pero eso
lo ve el capitán y lo ven los compañeros del equipo. Cuando vemos que una cosa
no funciona, no nos vemos cómodos, o no nos encontramos seguros, pues el día siguiente
después del partido se le comenta al míster que eso no funciona, que probemos a
hacerlo de otra manera. El capitán le dice al míster que la plantilla quiere
comentarle unas cosas, pero es algo consensuado por todos los compañeros y el entrenador
casi siempre toma bien estas indicaciones.
¿Cómo logras abstraerte y dejar de
lado tus relaciones personales con tus compañeros a la hora de ejercer tus
funciones de capitán?
Eso se nota
más en el futbol profesional que en el fútbol amater. En los equipos que hay
más poder económico, más poder deportivo, donde hay grandes aficiones detrás es
más complicado. Pero en estas categorías no pasa tanto, por lo menos en mi
caso. Cualquier cosa que le digo a un compañero es de buena fe y no se tiene que sentir ofendido. Yo no me
llevo mal con ninguno de mis compañeros, somos como una familia porque
entrenamos todos los días un montón de horas y esas horas se van acumulando y se establece una gran relación. Hay un
momento que nos decimos las cosas con confianza. Nunca me ha pasado eso de
pensar, cómo le digo yo a este tío tal cosa…
¿Qué modelo te marcas para seguir?
Soy más del
Madrid que Bernabéu, pero Puyol es un referente para mí. Casillas también que
es un tío majo, tranquilo, sosegado, que por las imágenes que se ven por televisión
dirige, presiona… es un tío tranquilo pero a la hora de dirigir un partido
manda, dirige.. Casillas y Puyol son dos buenos modelos a seguir.
¿Y en el fútbol modesto?
Bufff, cómo
te voy a decir eso, con la gran cantidad de compañeros que he tenido.. no sé..
Riotorto en el Ciempozuelos fue un tío ejemplar, Óliver en el Móstoles también fue
un fenómeno…
Por último, en lo deportivo la cosa parece que ha empezado bien…
Hace dos
años lo pasamos mal porque las cosas se hicieron como se hicieron, pero bueno el año pasado volvimos a estar arriba. Este
año sabemos donde el equipo sufre, donde no sufre, lo que le va bien, lo que no
le van bien… Nos hemos quedado la mayoría de los futbolistas, los que han
venido nuevos y enseguida han cogido el “nervio
Parla” que decimos nosotros y bueno creo que hemos empezado la temporada bien,
12 puntos.
Pero esto es muy largo y no veas lo que hay
que pasar para jugar un play off de ascenso.
Este año vuelve a estar la cosa muy igualada con equipos como el Alcobendas, el San Fernando,
el Rayo Majadahonda, el Puerta Bonita, el Inter… va a estar muy
complicado. Son equipos muy potentes y
nosotros sólo contamos con nuestro estilo de juego, nuestra condiciones
económicas… pero bueno paso a paso, lo es que está claro es que no vamos a ponérselo
fácil a nadie.