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miércoles, 26 de septiembre de 2012

La figura del capitán: Antonio Carmona, de la AD Parla

Tienen que tener capacidad de liderazgo, experiencia en el mundo del fútbol y una veteranía contrastada para poder afrontar con criterio las situaciones que se dan dentro de un equipo, no solamente durante un partido, sino también a lo largo de la temporada.
Son los capitanes, esos jugadores que representan los valores de un club, lo que intentan inculcar consejos a los más jóvenes y tratan de mediar para resolver los posibles problemas que puedan darse entre sus compañeros.
Hoy hablamos con Antonio Carmona, capitán de la AD Parla que nos acerca su experiencia, y nos da a conocer los aspectos más destacados de esta figura clave, fundamental,  para la buena marcha de cualquier equipo.
 
 
¿Cuánto tiempo llevas en el club y desde cuándo eres capitán?
 
Pues en el club es mi tercera temporada y como capitán de la AD Parla desde  la temporada pasada y lo que llevamos de esta. La verdad es que llevo poco como capitán del equipo, pero me siento cómodo.
 
¿Qué significa para ti ser el capitán del Parla?
 
Para mí es una gran orgullo porque el Parla es un equipo muy representativo de la Comunidad de Madrid, un club que lleva muchos años en la tercera intentando ascender y que, en definitiva, tiene mucha solera. El que haya tenido la suerte, primero de fichar hace tres temporadas, y haber podido haber disputado una liguilla, con la cantidad de aficionados que nos acompañó, pues, la verdad, es que es un gran orgullo poder representar al Parla como capitán.
 
¿Qué cualidades debe de tener un buen capitán?
 
Una de las cualidades que se le pide es que tenga veteranía, que sepa controlar las sensaciones y dar un poco de calma a los compañeros, tanto que han venido nuevos, como los que son más jóvenes. El objetivo es que todo el mundo se sienta cómodo porque esto es una especie de familia y tenemos que remar todos en la misma dirección. Básicamente es aportar un poco de sosiego, un poco de tranquilidad a la gente más joven y ayudar a los nuevos compañeros que van llegando cada temporada.
 
 
 
 
¿Cómo se elige a un capitán dentro de un vestuario?
 
Se elige primero por veteranía, a la gente que lleve más tiempo en el club, los que hayan ostentado ese cargo en otros equipos, los que lleven muchos años en el club y que tengan experiencia en esta categoría para que, en un momento dado, pueden salir al campo y ser esa mano derecha que ayuden a los compañeros y al entrenador ante las circunstancias del partido.
 
Y ¿Qué ocurre en los casos que en una plantilla donde, aparte del capitán, lleguen otros jugadores expertos, con personalidad con influencia...¿Cómo es la convivencia?
 
La convivencia es genial porque siempre que llega un compañero que te aporta experiencia, que te aporta ese saber estar o ese punto que el equipo no tiene, pues siempre se recibe bien. En la pretemporada, aparte de entrenar, la gente se conoce, empiezas a hacer amistades y a la hora de votar a los capitanes, pues siempre existe la regla que hay dos o tres que tienen que ser los capitanes. Se vota a un primer capitán, a un segundo y a un tercero. Por tanto, cuando crees que hay un compañero con capacidades para ocupar ese puesto, la gente lo tiene claro y vota a esos 2 ó 3 jugadores que saben que en un momento, aunque los otros estén lesionados o sancionados, van a ejercer bien esa responsabilidad.
 
 

 

¿Es normal que venga un nuevo míster e imponga como capitán a un jugador que se trae él?

No, eso no es lo normal, a no ser que haya un gran cambio en la plantilla y vengan 14 ó 15 jugadores nuevos. Esto sí que alguna vez me ha pasado. Si no, no es usual.


¿Qué es lo más gratificante de tu labor?
 
Lo más gratificante es ayudar. Yo me siento compensado ayudando a mis compañeros  e intentando que la relación sea buena. Ver cómo ayudas a la gente joven, que se hacen bien las cosas, que vas sacando los partidos, que el equipo está arriba y compruebas que lo que les dices, les ayuda para conseguir los objetivos es una gran satisfacción.
 
¿Y lo más ingrato?
 
Pues las peleas. El capitán siempre está metido en todo tipo de peleas. Cuando hay que pelear con el presidente, cuando hay que pelear con la directiva, cuando hay que pelear con el entrenador para pedirle que cambie un día libre, pelearse con el árbitro  porque somos los únicos que le podemos meter un poco de presión en ciertos momentos cuando creemos que el arbitraje no es el correcto… Éstos son los sinsabores que conlleva ejercer la función de capitán que, en cualquier caso, tienes que saber llevarlo bien. No te queda otra.
 
¿Te merece la pena esa dosis extra de exigencia respecto a sus compañeros?
 
Sí por supuesto. Yo animo, critico, corrijo y  rectifico, al igual que yo quiero que ellos hagan conmigo. En ese sentido no hay ningún problema.
 
 
 
¿Qué relación tiene que tener un capitán con su míster?
 
Si tiene que existir una buena relación, tiene que ser una unión porque normalmente suele ser el más veterano y el entrenador se relaciona por lo general más con la gente que es de su edad, salvando  la distancia de que el entrenador suele ser casi siempre más mayor que los jugadores. Pero bueno, el entrenador se apoya en mí y yo le digo “míster yo veo esto de esta manera, esta de otra”. Creo que hoy en día esta distancia entre los entrenadores y el resto de la plantilla se está acortando, el entrenador es cada vez más abierto con todo el mundo. Por tanto, no creo que la relación entre el entrenador y el capitán sea muy influyente, ni si sea excluyente. En definitiva, cada vez hay más gente que está más dentro y cerca de ese círculo.
 
Un capitán  en un momento de necesidad ¿puede llegar a hacerle  ver al míster que se puede estar equivocando con una estrategia o un planteamiento?
 
Sí, pero eso lo ve el capitán y lo ven los compañeros del equipo. Cuando vemos que una cosa no funciona, no nos vemos cómodos, o no nos encontramos seguros, pues el día siguiente después del partido se le comenta al míster que eso no funciona, que probemos a hacerlo de otra manera. El capitán le dice al míster que la plantilla quiere comentarle unas cosas, pero es algo consensuado por todos los compañeros y el entrenador casi siempre toma bien estas indicaciones.
 
¿Cómo logras abstraerte y dejar de lado tus relaciones personales con tus compañeros a la hora de ejercer tus funciones de capitán?
 
Eso se nota más en el futbol profesional que en el fútbol amater. En los equipos que hay más poder económico, más poder deportivo, donde hay grandes aficiones detrás es más complicado. Pero en estas categorías no pasa tanto, por lo menos en mi caso. Cualquier cosa que le digo a un compañero es de buena fe  y no se tiene que sentir ofendido. Yo no me llevo mal con ninguno de mis compañeros, somos como una familia porque entrenamos todos los días un montón de horas y esas horas se van acumulando  y se establece una gran relación. Hay un momento que nos decimos las cosas con confianza. Nunca me ha pasado eso de pensar, cómo le digo yo a este tío tal cosa…
 
 
 
¿Qué modelo te marcas para seguir?
 
Soy más del Madrid que Bernabéu, pero Puyol es un referente para mí. Casillas también que es un tío majo, tranquilo, sosegado, que por las imágenes que se ven por televisión dirige, presiona… es un tío tranquilo pero a la hora de dirigir un partido manda, dirige.. Casillas y Puyol son dos buenos modelos a seguir.
 
¿Y en el fútbol modesto?
 
Bufff, cómo te voy a decir eso, con la gran cantidad de compañeros que he tenido.. no sé.. Riotorto en el Ciempozuelos fue un tío ejemplar, Óliver en el Móstoles también fue un fenómeno…
 
 
 
Por último, en lo deportivo la cosa parece que ha empezado bien…
 
Hace dos años lo pasamos mal porque las cosas se hicieron como se hicieron, pero  bueno el año pasado volvimos a estar arriba. Este año sabemos donde el equipo sufre, donde no sufre, lo que le va bien, lo que no le van bien… Nos hemos quedado la mayoría de los futbolistas, los que han venido nuevos  y enseguida han cogido el “nervio Parla” que decimos nosotros y bueno creo que hemos empezado la temporada bien, 12 puntos.
 Pero esto es muy largo y no veas lo que hay que pasar para jugar un play off de ascenso.  Este año vuelve a estar la cosa muy igualada  con equipos como el Alcobendas, el San Fernando, el Rayo Majadahonda, el Puerta Bonita, el Inter… va a estar muy complicado.  Son equipos muy potentes y nosotros sólo contamos con nuestro estilo de juego, nuestra condiciones económicas… pero bueno paso a paso, lo es que está claro es que no vamos a ponérselo fácil a nadie.

domingo, 23 de septiembre de 2012

El suplente: Álvaro Tejero del CD Griñón


“Los futbolistas son egoístas por naturaleza y siempre quieren jugar”. Si un jugador tiene sensaciones positivas y considera que está trabajando bien, siempre va a ver un poco injusta la decisión del entrenador de no sacarle como titular”. Quien dice esto es Álvaro Tejero, defensa del CD Griñón que, después de 4 años con su míster Carlos Fernández siendo titular, en este comienzo de temporada en la tercera, le ha tocado vivir la experiencia de empezar los partidos desde el banquillo.
Con él entre, otras cuestiones, trataremos de saber cómo mantiene un suplente la ilusión en los entrenamientos cuando siente que no va a ser titular el domingo, o, por ejemplo, si un suplente se llega a sentir plenamente partícipe de las victorias y  de las derrotas del equipo…
 
 
 
¿Has pasado muchas veces por esta situación en tu trayectoria?
 
En realidad sí, cuando salí de las categorías juveniles ya que me tocó algún que otro partido empezar desde el banquillo. Y luego más tarde, pues también me ha tocado en alguna otra ocasión ser suplente. No es nuevo para mí.
 
Con el míster actual llevas 4 años y casi siempre has sido titular, ¿Cómo se lleva este cambio?
 
No te voy a engañar, siempre cuesta empezar desde el banquillo las temporadas, pero yo siempre me planteo jugar y si tengo que luchar por ganarme un puesto lo voy a hacer.
 
¿Por qué crees que en estos momentos no estás siendo titular?
 
Pues porque en la tercera división hay muy buenos jugadores y en nuestro equipo, por suerte, tenemos mucha competencia. El míster tiene un trabajo complicado porque tiene que elegir a los que mejor ve. Así que nada, sólo queda trabajar y mejorar cada día para cambiar esta situación.
 
A un jugador suplente nunca le debe faltar…
 
Afición
 
Un suplente nunca debe de….
 
Perder la esperanza.
 
 
 
¿La suplencia genera desesperación o impotencia?
 
Siempre es difícil ver cómo tus compañeros saltan al campo  y tú no eres partícipe. Dependiendo de cómo vaya el resultado se vive con una intensidad distinta. Y sí, en definitiva, sí que se puede decir que sientes un poco de frustración. No creo que haya ningún jugador que le guste este deporte que esté cómodo o a gusto en el banquillo.
 
¿Qué piensas de aquellos jugadores que no aceptan la suplencia y generan mal ambiente en el vestuario?
 
Yo les diría que la temporada es muy larga, que tengan paciencia y que el tiempo pone a cada uno en su  sitio. Hay que respetar que uno esté en el banquillo porque es una decisión técnica. Lo que hay que hacer es escuchar el mensaje que te están mandando de que mejores y que cambies cosas que a lo mejor no estás haciendo bien.
 
¿Qué puedes aportar desde tu condición de suplente?
 
Lo que un jugador suplente puede aportar a su equipo es principalmente el trabajo semanal que precede a los partidos. Tu obligación es tratar de hacer competencia al titular, porque así tu compañero tendrá que apretar y dar lo mejor de sí mismo. En definitiva, una buena semana de trabajo luego suele manifestarse en el campo, a pesar de que durante el partido sólo puedas dar apoyo y ánimos que, por cierto, siempre vienen bien.
 
 
 
 
¿Qué es lo más complicado que vive un suplente cuando sustituye a un compañero y entra en el campo?
 
Pues depende de si te ha dado tiempo suficiente  o no para calentar correctamente. Si no, entras un poco frío y la gente dentro del campo  está super enchufada y puedes tardar hasta que coges el ritmo adecuado. Tienes que intentar entrar muy atento y concentrado,  hacer lo posible por no cometer errores y enchufarte lo antes posible.
 
En el deseo de cambiar el pensamiento del míster, ¿Cómo controlas la ansiedad?
 
La veteranía también es un grado. Intento visualizar partidos anteriores que haya podido  tener buenos. Y nada, pensar que es un partido más y tratar de no cometer errores tontos. Es clave hacer las cosas fáciles, sin complicarse y tener claro que lo sencillo es muchas veces lo mejor.
 
Cuando uno no juega habitualmente, ¿Se siente plenamente partícipe de las victorias y  de las derrotas del equipo?
 
Es complicado de explicar. Pero vamos al fin y al cabo un suplente trabaja como el resto de compañeros en los entrenamientos durante la semana y  ese esfuerzo también es importante, aunque al final no juegues el domingo. Algo tendrá que ver esa participación…
 
 
Foto web del CD Griñón
 
¿Cómo mantiene uno la ilusión en los entrenamientos cuando sientes que no vas a ser titular el domingo?
 
Siempre es difícil porque  los futbolistas son siempre egoistas. Si un jugador tiene sensaciones positivas y considera que está trabajando bien, siempre ve un poco injusto la decisión del entrenador. Y la ilusión se mantiene con las ganas de verte de nuevo en el campo y que te llegue una oportunidad. Por eso se trabaja fuerte confiando en tus opciones, para ponérselo difícil al entrenador.
 
¿Se puede llegar a tener una buena relación personal con un compañero que te quita el puesto?
 
Desde luego, eso sin duda. Al que le gusta el deporte un compañero ante todo es un amigo  y siempre hay que aprender las cosas buenas de él. Hay que tratar de que no haya nunca ningún mal rollo porque si hay buen ambiente, será positivo para el equipo a la hora de lograr los objetivos.
 
¿Es normal pedir explicaciones al míster cuando uno no juega de titular?
 
Como te decía antes un jugador casi siempre va a creer que tiene que jugar y piensa que lo está haciendo bien. En definitiva, siempre va a considerar injusto no verse en las alineaciones… pero explicaciones como tal no se piden. Se puede pedir consejos para mejorar los conceptos que uno pueda estar fallando y  poner los medios para mejorar. Pero el trabajo del entrenador es algo muy difícil y lo tenemos que respetar. Aunque puedas no estar de acuerdo con él, hay que respetar la decisión del entrenador y mirar siempre por el bien del equipo.
 
 
 
 
¿Por qué un jugador un jugador sufre más en un banquillo o desde la grada que cuando está en el campo?
 
Porque el futbolista dentro del campo tiene las pulsaciones aceleradas y  se ven las cosas de otra forma. Fuera no estás con la misma intensidad de los jugadores de dentro y, sobre todo, sientes impotencia de querer participar y ayudar a tus compañeros y no poder hacerlo.
 
¿Se ve muy distinto un partido fuera del campo?
 
La percepción del partido desde mi experiencia es distinta a la que tiene un jugador de campo. El jugador de banquillo percibe todo en unos estados que el jugador de campo no, desde un punto de vista más racional y personal de cada uno.
 
 
 
¿Cómo valoras este inicio de temporada en la tercera división a nivel de equipo?
 
Yo creo que ha sido positivo enfrentarnos a rivales de la entidad del Pozuelo, Alcobendas Sport y Puerta Bonita, que nos han exigido mucho. Esto nos puede servir para aumentar la tensión y adaptarnos lo antes posible. el objetivo coger la medida a la categoría y poder luchar contra los rivales más directos.
 
¿Cuál es la principal diferencia entre jugar en preferente y tercera división?
 
Sobre todo la intensidad y la velocidad de juego, la velocidad con lo que los jugadores piensan y mueven el balón.

jueves, 20 de septiembre de 2012

El psicólogo deportivo: Pedro Martínez, del Rayo Majadahonda

¿Puede llegar a sentir un jugador de tercera estrés, a pesar del escaso seguimiento mediático que tienen estas categorías? ¿Hasta qué punto influye el estado de ánimo en el rendimiento de un jugador?, ¿Cómo se trabaja la autoestima del futbolista?
 
Aparte de la parcelas  física,  técnica, y táctica, hay otra área, la psicológica, que es fundamental para que un jugador desarrolle al máximo sus capacidades.
 
Pedro Martínez, psicólogo del Rayo Majadahonda, nos explica las funciones de esta  figura dentro del fútbol.
El responsable de esta materia  en el club majariego, junto a su compañera Marta Soler,  tratan de resolver cualquier incidencia en este sentido que puedan tener no solamente los jugadores del primer equipo, si no, también, los chavales de la Escuela.
 
 
 
¿Cómo terminas trabajando de psicólogo en un club como el Rayo Majadahonda?
 
Pues termino trabajando porque, cuando acabo la carrera de Psicología, contacto con el que hoy en día es el entrenador del primer equipo del Rayo Majadahonda, Antonio Iriondo. Y Antonio  Iriondo, ya en aquella época, hace 20 años, me cuenta la idea de ayudarle en el CD Móstoles. Y a partir de ahí comenzamos una relación, que nos llevó a coincidir posteriormente a los dos en el Rayo Majadahonda, ya con el proyecto que lleva hasta lo que hoy es la Escuela de Fútbol del Rayo Majadahonda y todo lo que son las categorías inferiores.
Por tanto, a mí me interesa mucho todo lo que es la Psicología aplicada al deporte. Tengo la fortuna de coincidir con una persona que también le interesa este mismo campo  que es Antonio Iriondo y a partir de ahí hemos trabajado en esta materia.
 
¿Se necesita alguna especialidad para ejercer esta labor de psicólogo deportivo?
 
Sí de hecho, el colegio Oficial de Psicólogos tiene una especialidad encaminada a la formación  del psicólogo interesado en el deporte. Aunque oficialmente no es necesario especializarse en este área, mi experiencia aconseja contar con una formación apropiada que se puede conseguir con una serie de máster creados a tal fin.

 
¿En qué consiste exactamente tu trabajo en el club?
 
Pues el trabajo en el Club Rayo Majadahonda es diverso porque  se puede trabajar en el club todo lo que la Psicología aplicada al deporte tiene. Existe una diferenciación en la Psicología del deporte que es deporte de base o iniciación, deporte de rendimiento y deporte de alto rendimiento. Por lo tanto, en cada una de esas áreas, el psicólogo puede intervenir. En el Club Rayo Majadahonda se dan cita muchas de estas áreas,  como es la base de iniciación que pueden ser los críos. Después estaría lo que es la Escuela, que no es deporte de rendimiento y que estaría englobado en deporte de iniciación. Y por último, nos encontraríamos con los equipos federados que ya es deporte de rendimiento, como nosotros lo denominamos. Alto rendimiento sería un Atlético de Madrid, un Rayo Vallecano, el Getafe o un Real Madrid…Por tanto, se aplica todo esto perfectamente en el club.
Tratamos todo lo que es la ayuda en lo referente al desarrollo psicosocial de la persona, desde que entra en el club hasta que sale. También trabajamos la asistencia psicológica en aquellos momentos  donde, por ejemplo, la presión competitiva pueda tener un peso a la hora de tener un buen rendimiento. Hacemos este trabajo y atendemos también a las lesiones deportivas.

 
 
 
¿Sabes si esta figura suele ser común en el futbol modesto?
 
No, en el fútbol modesto no es habitual,  aunque sí que hay muchísimos psicólogos que intentan colaborar con los clubes.  Realmente es que no suele haber presupuesto. No suele haber dinero para otro tipo de profesionales, como para haberlo para los psicólogos, que son vistos muchas veces en los clubes como personas que sólo y exclusivamente vamos a evaluar.
 
¿Por qué crees que es necesario que los psicólogos estén  ligados al mundo del deporte?
 
En toda preparación de un deportista se distinguen cuatro tipos de variables o de áreas a trabajar: área física, área técnica, la psicológica, que es fundamental, y luego todo lo que sería el complemento de lo que va a ser con el juego de equipo. Todo esto se tiene que trabajar. Y si las áreas física técnica y tácticas no son apoyadas por la psicológica, que ejerce un gran peso, va a afectar contundentemente en el resto de las preparaciones. Por tanto, es fundamental que no solamente exista el trabajo en la parte psicológica, sino, también, que el resto de profesionales que trabajan en las otras áreas, estén coordinados y tengan nociones de la psicología el deporte.
 
¿Qué cualidades debe de tener un buen psicólogo deportivo?
 
Lo primero no tiene que ser el protagonista de nada, tiene que incluirse en un grupo de trabajo y hacer que las personas con  las que trabaja, ya sean técnicos o deportistas, le vean como un complemento. Es necesario ser humilde, conocer muy bien el deporte en el que va a contribuir  y tiene que ser capaz de sentir lo que se siente en el fútbol. Y luego lo que necesita cualquier psicólogo: empatía, capacidad de comunicación y capacidad de observación.

 
 
¿Qué es más normal, que el jugador se muestre reacio a pedir ayuda o que confíen plenamente en vuestro trabajo?
 
Si al psicólogo se le ve única y exclusivamente como a una persona a la que acudir cuando se tiene un problema, va a ser reacio. Va tener esta actitud porque el psicólogo que está en el club es un miembro más del equipo técnico y no va a confiar nada de lo que le pase a este profesional. Lo que ocurre es que el deportista está pidiendo contar con estructura y presencia de estos profesionales. Si el psicólogo deportivo es capaz de integrarse en la dinámica del dia a dia, al final, sí que el deportista le va a ver como a alguien que le va a ayudar y no va a ir en contra de sus objetivos deportivos. Ha costado muchísimo en el deporte, pero cada día más los deportistas empiezan a ver que les ayudamos muchísimo.
 
¿Cuáles son los problemas desde el punto de vista psicológico más comunes que suelen tener los jugadores de fútbol de tercera división?
 
Lo más común es el estrés. Date cuenta que no todos son profesionales y por lo tanto, son personas que tienen trabajos, muchas veces problemas familiares y que no tienen esos  sueldos millonarios que  se cobra en otras divisiones. Por tanto, tienen un estrés añadido y como no se sepa canalizar, puede afectarle muchísimo. La consecuencia de que esto no se trabaje es que puede haber lesiones  y ahí también contribuye mucho el psicólogo  en la rehabilitación y recuperación.

También es fundamental la asistencia a los técnicos  en lo que van a ser las dinámicas grupales  con los diferentes jugadores  y los distintos momentos de la temporada porque no es solo preparar una temporada, es también preparar lo que va a ser  la competición.  Hay que tener en cuenta que se tiene que intervenir sobre momentos delicados  de esa temporada, en donde a lo mejor no se están consiguiendo los objetivos. Ahí la ayuda del psicólogo deportivo es fundamental.
 
¿Y cuál es el trabajo específico que realizáis con los más pequeños?
 
Pues con los más pequeños, y más con la filosofía que tiene el entrenador del primer equipo, lo que se trabaja es lo que va a ser el dominio de las variables del deporte, es decir, para que sean capaces de desenvolverse en un espacio en el que se tienen que mover que es con balón, jugando en equipo. Se les enseña muchísimo la psicomotricidad y se les empieza a dotar de las primeras nociones de lo que va a ser la emoción del miedo, intentando que se atrevan a hacer cosas.
 
 
Foto de la web del Rayo Majadahonda

 
¿Has tenido algún caso de algún niño con problemas por la presión que le meten los padres o por miedo a decepcionarles?
 
Sí y esto es más habitual de lo que parece. Uno de los problemas con los que nos encontramos cuando entramos en la escuela era decirles a los padres que, a pesar de que estuvieran en un club de futbol, nuestro principal objetivo era ese desarrollo psicosocial para el futuro, que aprendieran a ser personas y que supieran controlar todas las variables de ansiedad. Pero esto les costaba entenderlo a los padres porque muchos de ellos, lo que quieren es que sus hijos desde muy pequeñitos lleguen a ser figuras. No es fácil comunicaar eso  a los padres. Lo que nos encontramos son padres exigentes, padres que presionan, padres que van  en contra  del objetivo que te planteaba antes. En vez de enseñalarles a manejar la ansiedad lo que hacen es generarles mucha ansiedad.
 
 ¿Y algún caso de un jugador de tercera que se hubiera creado grandes expectativas, que tuviera un futuro prometedor y que no haya dado el salto?
 
Concretamente esto no. Lo que sí que nos hemos encontrado son jugadores cedidos por  equipos como el Atlético de Madrid, es decir, jugadores que te llegan a la tercera división que se les ha truncado realmente todo lo que es ese progreso y que les cuesta mucho aceptar el momento en el que están.  Esto sí que nos hemos encontrado. Nuestro trabajo ha sido intentar que asumieran el momento en el que estaban  y que no vivieran ese momento como un fracaso y sí como una oportunidad.
 
 
 
¿Hasta qué punto influye el estado de ánimo de un jugador en su rendimiento?
 
Si tuviera que darte un porcentaje de esas variables técnicas, tácticas y  psicológicas, al estado de ánimo le pondría un 60% respecto a las otras.  Es fundamental porque el estado de ánimo,  no solamente ocasiona que tú estés triste en un momento determinado y que tú tengas miedo, sino que también genera efectos en tu propio organismo en el cuerpo y al final  el jugador se puede sentir agarrotado. El cerebro es un centro integrador y tiene que ser controlado para que pueda dar el mensaje a los demás órganos  de una forma correcta.
 
 ¿Cómo se trabaja, qué se hace para aumentar la autoestima de un deportista?
 
Lo principal que se hace una evaluación  de su estilo, de su perfil para saber ante que perfil estamos. Nosotros hablamos de personalidad de tipo A, B y C.  La personalidad A tiende ante la exigencia, por lo tanto, se presiona muchísimo. Solamente vive para el deporte. La B es la que nosotros queremos y la C es un tipo de personalidad, que es propensa a la ansiedad. Nosotros lo que pretendemos es que cada sujeto se conozca a sí mismo y después, utilizamos otros parámetros como el nivel de Arousal, que es intentar que el jugador aprende a  detectar su momento óptimo de ejecución. Una vez que esto está más o menos definido a cada jugador, se les enseña qué estrategia ncesita cada jugador de un modo personal. Por ejemplo, a veces hay jugadores que necesitan relajarse antes de una actividad deportiva y en otros casos, se necesita activarse porque el nivel de Arousal no es el mismo para todos.

 
Foto de la web del Rayo Majadahonda
 
¿Puede ser que un jugador sea inseguro en su vida personal y luego en el campo confíe firmemente en sus posibilidades y viceversa?
 
Una persona segura va a ser segura siempre y va a tener una alta autoestima siempre. Va a ser positivo y va a ser capaz de detectar las situaciones de riesgo. Y el inseguro pues hay veces que nos encotramos con deportistas que tienen muchísimo talento y que luego, sin embargo, en su vida personal son inseguros. Es una lastima porque, si no es capaz  de controlar esas áreas, le puede perjudicar en su talento y que no llegue a explotar.
 
Desde un punto de vista profesional ¿puedes llegar a entender que alguien como Cristiano Ronaldo diga que esta triste?
 
Por su puesto que se puede llegar a entender, puesto que es algo normal. A pesar de ser quien es y de tener todas las facilidades vitales que tiene, por su puesto que se puede sentir triste. Yo lo entiendo, un psicólogo cuando un jugador manifesta esto con sus características, trata que lejos de recrearse  y de quejarse de su tristeza,  pues que actúe. Se le pediría que articulara estrategias para que su necesidad de ser muy victimista pueda conseguir requilibrar su estado de ánimo.

 
Foto de la web del Rayo Majadahonda