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miércoles, 5 de septiembre de 2012

El veterano: Ángel Álvarez, 40 años, del Internacional de Madrid

Después del descanso vereniego retomamos la actualidad del blog y seguimos dando voz a protagonistas de la tercera división madrileña. Hoy contamos con un invitado de lujo: Ángel Álvarez del Internacional de Madrid que, con 40 años, es el jugador más veterano de la categoría. Debutó en el año 1990, por lo que Ángel, como él mismo dice, tiene muchas batallas y experiencias a sus espaldas en el fútbol modesto. Este año, junto a su gran amigo Lozano, forma parte de la plantilla del Internacional de Madrid, equipo donde se encuentra muy a gusto por la seriedad que está demostrando el club. ¿Será esta su última temporada? El tiempo y las sensaciones que tenga allá por el mes de mayo, lo determinará. Todo un placer hablar con "el abuelo" de la categoría.
 
 
Después de tantas batallas a tus espaldas ¿Qué te impulsa o motiva a seguir jugando con 40 años?
 
Sobre todo el competir. Me encanta competir. Y además de competir, pensar que con un físico inferior al de la gente joven, puedo jugar con ellos todos los domingos. Me encanta tener un buen ambiente en el vestuario y codearme con gente más joven. Y como sé que me voy a retirar en breve, apurar lo máximo posible y disfrutar de cada entrenamiento.
 
Con tu trayectoria, ¿Te queda algo por demostrar o por cumplir dentro del fútbol?
 
No, no me queda nada por demostrar. Evidentemente, ahora tengo un nivel más bajo de lo que he tenido en otros momentos, pero la única demostración es a mí mismo: sentir  que puedo estar codo con codo y competir con otros compañeros con unas condiciones más fuertes que las mías.
 
¿Cuál es tu secreto para poder seguir en activo?
 
Es un poco de todo: tener suerte con las lesiones, tener ilusión por ir a entrenar, que te guste lo que haces y relacionarte con los compañeros…
 
 
¿A qué has tenido que renunciar para llegar hasta aquí y qué es lo que más te ha costado?
 
Tampoco renuncias a algo que desconoces. Es decir, en la vida no echas de menos cosas que nunca has tenido. Por lo tanto para mí, no tener fines de semana, no tener meses de agosto o no tener semanas santas ha dido algo normal. Seguramente para la gente que lo ha tenido debe ser duro decir tengo que renunciar a esto… pero yo, como nunca lo he tenido, no lo he echado de menos. Creo que la vida que he llevado en el fútbol  me ha dado más de lo que me ha quitado.
 
¿Cómo explicas a alguien que no conozca el mundo del fútbol modesto que los sacrificios que te exigen como profesionales no se ve recompensado económicamente?
 
Ser profesional no hay que mirarlo con el dinero que ganes. En cualquier ámbito  de la vida, si te comprometes a hacer algo, te tienes que comprometer a hacerlo al cien por cien. Si no, no te comprometas. Si tú firmas con alguien o llegas a un acuerdo es para dar lo máximo de ti mismo y estar en las mejores condiciones.
 
¿Qué les dices aquellos aficionados que puedan dudar de tu estado físico y que piensen que ya no puedes aportar mucho al equipo?
 
Creo que en España tenemos un problema generalizado. Pasa con futbolistas de élite, con carreras consolidadas que rápidamente necesitamos buscar nuevos ídolos o nuevos futbolistas o nuevos tenistas o lo que sea…
Cuando sigo aquí con todos los entrenadores que he tenido, será por algo. Verán que puedo aportar algo que la gente no ve. En sitios como en Italia a  la gente más mayor se le respeta mucho más. Te puedo hablar de futbolistas profesionales que llegan hasta los 38 ó 39 años como por ejemplo pasa en el Milan.. y en España te llaman viejo.
 
 
 
Aparte de la experiencia, ¿Qué crees que es lo más importante que puedes aportar en un vestuario?
 
Al final lo que aportas es un poco la experiencia que tienes en el vestuario tanto cuando vienen  los momentos malos como cuando llegan los buenos. En el fútbol se tiende mucho a ser muy extremos y bueno con la experiencia se impone la cordura y te permite verlo todo desde una perspectiva mucho más fría. Y luego futbolísticamente la experiencia también se tiene y cuando has jugado en categorías  más altas que éstas, también es por algo. Por tanto, creo que todo el mundo que está en un vestuario aporta cosas.
 
¿Cómo es tu relación en el vestuario con aquellos compañeros que en algún caso doblas en edad?
 
Pues muy buena. Yo soy muy dicharachero, me gusta mucho el ambiente de vestuario y ellos me miran un poco con cara de incredulidad porque de alguno podría ser su padre... Pero se pasa rápidamente. Como siempre estamos de bromas, pues al final dentro del vestuario soy uno más y te  lo pasas muy bien.
 
El mejor consejo que le puedes dar a un chaval que esté empezando…
 
Que se intenten divertir jugando al fútbol, que no piensen en ser profesional o ganar dinero cuando seas muy joven. Al final cuando un futbolista es bueno, eso te llega solo. Que intenten ser profesionales y que se cuiden lo máximo posible para poder a llegar a cumplir su sueño.
 
 
 
¿Qué aprendes de los más jóvenes?
 
De todo el mundo se aprende. Se aprenden comportamientos, se aprende de su espontaneidad, se aprende a ver cómo cambia la sociedad en 23 años que llevo siendo profesional o amater de esto… Ves cómo va cambiando la vida observando a los chavales. De todos los comportamientos se aprende.
 
¿Te has aprovechado alguna vez de tu veteranía para sacar de quicio, desconcentrar a algún rival más joven e inexperto?
 
La verdad es que no soy muy dado a tener grandes trifulcas en el campo. Suelo ser bastante tranquilo. Pero evidentemente si alguien me viene a buscar, tienes esa frialdad que te ayuda a que antes de tú pierdas los papeles, lo pierdan ellos. Al final batallas, con los años que llevo, tengo normalmente el doble o el triple que los chavales que tengo enfrente.
 
¿Qué tiene un vestuario para enganchar tanto a los profesionales?
 
Es un poco de todo. Es la mezcla de lo que se siente en un túnel de un vestuario cuando vas a jugar, ese olor a césped  cuando vas a jugar a campos buenos, esa tensión que tienes… Es ese tener que demostrarte cada domingo que estás al nivel, esas relaciones que haces con los compañeros que, al final, terminan siendo de amistad con la gran mayoría. Porque eso sí la gran mayoría de mis grandes amigos son del mundo del fútbol. Al final esto es un estilo de vida.
 
 
 
Debutaste en el año 90, ¿En qué ha cambiado el fútbol modesto en todos estos años?
 
Ha cambiado muchísimo. En aquellos años la preparación física era mucho más fuerte, con menos conocimientos, el futbolista era mucho más talentoso, más de la calle… Ahora los niños ya no juegan al fútbol en la calle.
Cuando empecé era todo más amater, pero con el boom de la construcción  se convirtió en profesional por los sueldazos que se pagaban en categorías como la tercera división. Y ahora, de nuevo, vuelve a haber poco dinero, como pasaba al principio cuando yo empecé en esto. El fútbol es un reflejo de la sociedad que ha cambiado mucho desde que era joven. Futbolísticamente destacaría que ahora se impone mucho más la fuerza física y antiguamente era mucho más la calidad.
 
Hablas del cambio de trato del joven al veterano, ¿Antes se respetaba más a los jugadores con más experiencia?
 
Antes se respetaba mucho más al veterano y los veteranos  eran mucho más intransigentes con la gente joven. Quizá porque antes la gente veníamos con más ganas. Ahora algunos chavales tienen más dejadez. Antes se jugaba al fútbol al cien por cien, mientras que ahora existen muchas más cosas y divertimientos que provoca que los chavales estén mucho más dispersos.
¿Consideras que hoy es mucho más fácil jugar en la tercera madrileña?
 
Creo que hoy en día es mucho más fácil llegar a jugar en un filial. Cuando yo empecé con 18 años en la tercera división solamente había el filial del Madrid y del Atleti que fichaban lo que mejor había por toda España. Hoy en día prácticamente en todos los campos de tercera división hay ojeadores del Madrid, del Málaga del Villareal, del Español…
Por tanto, cualquier chaval a poquito que destaque, le fichan. Para los equipos profesionales es muy poca la inversión que aquí hacen para luego lo que pueden llegar a sacar. Ahora  es más fácil, tanto jugar en un filial como llegar a jugar en la tercera división. Ahora con fuerza física, te vale. Antes se exigía un mínimo de calidad. Ahora ha bajado esa exigencia.
 
 
 
¿Cuál  ha sido tu mejor momento vivido en un campo de futbol?
 
Mi mejor momento futbolístico ha sido de los 28 a los 34 años. Es un momento en el que todavía estás a un buen nivel y la experiencia te da conocer mucho mejor el juego, tener mucha más tranquilidad. Durante esos años fue mi madurez futbolística, cuando más me he divertido jugando y cuando más rendimiento yo creo que he dado. He tenido muchos buenos momentos. Cuando estaba el Atlético Madrileño jugar cada domingo en el Vicente Calderón era un placer o  cuando iba a campos con 20.000 personas como el Insular de Las Palmas, el Ramón de Carranza de Cádiz, los Cármenes de Granada, La Rosaleda o el Sánchez Pizjuan.
 
¿Y el peor recuerdo?
 
Pues mira he tenido la desgracia de tener un sufrir un descenso en el minuto 96 de la jornada 38 y también la de fallar el quinto penalti en la tanda de un ascenso. Esto es lo peor que puede vivir un futbolista a nivel deportivo. Pero de todo se aprende.
 
¿Qué es lo más positivo que te ha aportado este mundo?
 
A mi el mundo del fútbol me lo ha dado prácticamente todo. Es un mundo que es muy bonito, pero que tiene bastante falsedad y en donde tienes que ser bastante avispado. Te sirve para conocer rápidamente a la gente con una mirada o fijándote en pequeños detalles estar alerta a cualquier situación. El fútbol te ayuda a conocer a todo tipo de gente, he vivido en varios sitios de España y conoces gente muy diferente y también el fútbol me ha servido para respetar una serie de valores y respetar las actitudes de todo el mundo, siempre que no intenten hacer daño. La verdad es que el fútbol me ha dado mucho.
 
 
 
¿Y lo más ingrato?
 
Pues que no se te reconoce nada. Tú puedes hacer un partidazo el domingo, meter 3 goles y ser el héroe y al siguiente fallar un penalti y ya no se acuerdan de nada. O que hagas 2 partidos buenos y que todo el mundo esté detrás de ti  y hagas un partido malo y al día siguiente te sienten en el banquillo. Es decir,  es un examen continuo todos los días. Es un poco ingrato también que la gente en general no valora muchas veces lo que hace un futbolista. En los futbolistas de élite por el dinero que ganan y en estas categorías a la gente le da igual en lo que tú trabajes. Al final en cualquier trabajo todo el mundo te exige.
 
¿Quién ha sido la persona que más te ha marcado tu carrera?
 
Mi padre. Me metió en el fútbol porque me encantaba y ha sido una persona importantísima para mí, tanto siguiéndome y llevándome a los sitios cuando era pequeño, como en mi vida personal por los consejos que me ha dado. También, lógicamente, te vas quedando con cosas de todas las personas que conoces y tengo un montón de amigos de hace muchos años.
 
¿Te crea algún tipo de ansiedad o agobio ponerte a pensar qué pasará después de dejar el fútbol?
 
No, no me causa ningún trastorno porque todo el mundo que juega al fútbol tiene que estar preparado para la retirada. Yo estoy alargando eso mucho más de lo que podía esperar porque nunca me había planteado llegar a los 40. Pero también es cierto que en mi vida no me planteo cosas más allá de 6 u 8 meses. El futuro no me preocupa, me preocupa el presente pero  a muy corto plazo. Hace 10 años monté una empresa y digamos que el cambio de vivir del fútbol a vivir de una vida laboral, lo estoy llevando bien y poco a poco. Y estoy muy tranquilo.
 
 
 
¿Te gustaría entrenar o seguir vinculado al mundo del fútbol?
 
No me gustaría ser entrenador porque es un puesto donde estás solo. Un entrenador está entre medias de los futbolistas, que al final somos egoístas  y los directivos que también van a los suyo. ¿Seguir ligado al fútbol? Pues cuando me retire me lo plantearé. Si tengo alguna opción decidiré sin prisas.
 
¿Qué objetivo te marcas este año con el Internacional, un equipo totalmente renovado?
 
Superar la clasificación del año anterior. Estoy en un equipo muy serio, una seriedad brutal, algo que no es habitual en el mundo del fútbol. Estoy muy contento de estar en este club. Y a nivel personal pues disfrutar de cada entrenamiento y si puedo jugar 20 partidos mejor que 15 y si puedo jugar 30 mejor que 25…. A estas alturas evidentemente me gusta jugar y me enfado cuando no juego, pero no me afecta como le puede afectar a un chaval.
 
 
 

3 comentarios:

  1. Esta entrevista la voy a colgar en el vestuario. Admirable y sincero como siempre. Un abrazo y un placer haberte entrenado.RM5

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  2. El placer fue mío, un abrazo, A.A.

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  3. Eres grande amigo. Humildad, saber hacer, clase... Para mi una referencia de ganas e ilusion. Siempre persiguiendo un sueño...siempre. Lo has conseguido. David Rivera.

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