Amelia del Castillo, fundadora del Atlético de Pinto y primera presidenta de un club de fútbol en España.

Hoy día 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la mujer trabajadora. Nada mejor para conmemorar esta fecha que hablar con Amelia del Castillo, fundadora del Atletico de Pinto y primera presidenta de un club de fútbol en nuestro país. Dentro de poco su obra cumplirá 50 años. Con Doña Amelia hablamos de cómo surgió la idea, los difíciles comienzos y la gran cantidad de satisfaciones que le ha dado el mundo del fútbol para el que solamente tiene palabras de agradecimiento.

 

 

Sermadridsur.es

 

 

 

El próximo día 15 de octubre el Atl. Pinto cumplirá 50 años de vida federativa. Echa la vista atrás y ¿Qué siente al ver lo que fue un sueño allá por el año 1963?

 

Siento una emoción muy grande. Nunca pensé que pudiera llegarse a cumplir los 50 años y poder verlo. Pero cuando más emoción sentí fue cuando pusieron mi nombre al campo, no por el hecho de perpetuar mi nombre, sino porque mi ilusión y mi sueño era tener un campo cerrado. Pasamos muchas vicisitudes al no tener el campo cerrado cuando estábamos en tercera regional. La Federación prohibió que fuera en una campo abierto y tuvimos que desplazarnos a San Martín de la Vega y también a Valdemoro con lo que eso conllevaba.

Por tanto, ver en el año 2000 cerrado ese campo donde jugamos  tanto tiempo, que simplemente estaba delimitado con una cuerda alrededor y en donde entre todos tuvimos que trabajar para hacer una caseta de uralita para los vestuarios, pues es una gran emoción.

 

¿Qué siente una a ser la fundadora y primera presidenta de un club en nuestro país?

 

Entonces no te das cuenta de lo que estás haciendo. No fue una cosa premeditada, fue la cosa rodando. En el barrio donde vivía había más chicos que chicas para jugar, y yo jugaba con ellos. Hacíamos competiciones entre nosotros y no se nos daba muy mal.

 

Cayó en nuestras manos que había un campeonato en Getafe entre los pueblos de alrededor y decidimos  ir allí y hacerlo un poco más oficial. No nos pusieron ninguna pega pero hacía falta una persona  de más de 18 años. En el año 1961, que es cuando se fundó el club, como la Flecha de Pinto tenía ya 18 años y me hice un poco al cargo del equipo.  Y luego más tarde, en el año 63, fue cuando nos federamos.

 

 

web del Atlético de Pinto

 

 

¿Cómo fueron esos primeros años?

 

 

Al principio empezamos a funcionar prácticamente sin dinero. Había veces que teníamos que ir de Getafe a Pinto andando por al lado de la vía. No teníamos dinero ni para el tren. Otras nos colábamos en el vagón de cola y cuando veíamos al revisor nos íbamos cambiando. Eran cosas de críos que haces cuando tienes 17 o 18 años.  Y luego se nos dio bien el campeonato y decidimos intentar coger la plaza de otro equipo del pueblo que se había retirado. Fuimos a la Federación castellana, ahora madrileña y preguntamos qué había que hacer para inscribirnos y nos aceptaron.

 

¿Cuáles fueron sus funciones en esos primeros años?

 

Tuve responsabilidades como presidenta, como entrenadora, como delegada y hasta lavaba la ropa y a buscaba dinero por todos los sitios.

 

Aparte del Atlético de Pinto yo soy del Atleti  y tuve contacto con don Vicente Calderón que fue nuestro “ Hado madrina”. Estábamos rifando una cámara fotográfica y le escribí una carta a Don Vicente Calderón contándole la historia y le debí  caer bien. Me recibió en su despacho, me compró las papeletas y empezó  una amistad.

 

¿Cómo era esa ayuda de Vicente Calderón?

 

Nos ayudó un montón dándonos ropa y balones… Hasta el punto que, hasta cuando había lesiones de los jugadores nos atendía el doctor Ibáñez en su clínica particular y la recuperación la hacían en el Vicente Calderón de una forma totalmente gratuita.

 

web del Atlético de Pinto

 

 

Pero, además, recibieron más ayudas en esos comienzos…

 

Se corrió la voz  y escribí a Benito Picón y me recibió en la Federación Española de Fútbol cuando estaba en Alberto Bosch y recibimos ayuda. Benito, que estaba de delegado del Consejo Superior de Deportes, nos dio una pequeña asignación. También nos ayudaron el Real Madrid y el Rayo Vallecano.

 

Había que buscarse la vida…

 

Eso es. Yo lo intenté en todos los sitios, no teníamos dinero y había que sacarlo de donde fuera. No solamente para las equipaciones, también para los desplazamientos. Nos metíamos en una DKV allí todos como podíamos.

 

Fue una época muy bonita. Se pasó mal al principio, pero yo tenía una ilusión y poco a poco así se fue formando el Pinto.

 

¿Cómo ha sido el trato que recibió por el hecho de ser mujer en un mundo tan “de hombres”?

 

Todo el fútbol castellano de la época me respetaba un montón, jamás tuve que parar los pies a nadie y me trataban como a uno más. A  Rafael, el Secretario General de la madrileña,  le conocí cuando era botones. Han pasado muchos años pero tengo con ellos una relación fabulosa, con Vicente Temprado... muchísima gente que todavía tengo buena relación.

 

Costó mucho. Yo quería sacarme  el carnet de entrenador, pero en los estatutos de la Federación Española de Fútbol había una ley que prohibía el fútbol femenino, las mujeres árbitros, entrenadoras… las mujeres estábamos totalmente vetadas allí. Entonces estaba Eusebio Marciel en el colegio de entrenadores me permitió solamente asistir a las clases teóricas. Han cambiado muchos las cosas, gracias a dios.

 

 

web del Atlético de Pinto

 

Menos mal que la cosa ha cambiado…

 

Hoy me da mucha alegría escuchar por ejemplo por Onda Madrid los partidos de las chicas. Cuando veo que hay árbitros mujeres, entrenadoras, jugadoras me digo que maravilla  que la mujer vayamos avanzando en todos los sectores de la sociedad. Era un coto cerrado y se ha abierto y es una satisfacción.

 

Fue una auténtica pionera en esos años. ¿Cómo lo vivió su familia y círculo más cercano?

 

No es que les diera que fuera a crear un club de futbol. Fue todo  más rodado. Tuve unos padres con una mentalidad abierta y yo que era muy cabezona. Se juntaron las dos cosas: Que ellos me permitieron seguir y yo que pues que lo tenía muy claro.

Las madres de mis amigas no les permitían salir conmigo. Yo siempre iba con los chicos y todos éramos iguales. Al principio no había ni  directiva. Luego poco a poco se le dio forma. Y luchábamos todos por lo mismo. Yo era la cabeza visible y les representaba. Pero trabajábamos todos. Mi familia lo acepto bastante bien.

 

¿Cual ha sido su mejor momento que ha vivido en todos estos años?

 

El ver cerrado el campo fue ver mi sueño cumplido.

 

 

¿Y el momento más duro?

 

Cuando me obligaron a tener que dejar el Atlético de Pinto. Cuando el proyecto ya había tomado forma, los medios se comunicación se hacían eco y se vio que aquello se iba a hacer un poco grande y que él no tomaba mucha parte, el Alcalde me obligó a presentar la dimisión.

 

Me dijo que un equipo de fútbol no lo podía llevar una mujer. Firmé la dimisión y Gil de La Serna, que estaba de presidente no me aceptó la dimisión porque era forzada. Pero el alcalde me amenazó con que si seguía, el haría un equipo paralelo y me iban a poner todas las trabas del mundo y el Pinto iba a desaparecer.

 

Y dije que no porque nos había costado mucho llegar hasta allí y renuncié a ello. Luego se hicieron cargo otros presidentes que todos han hecho lo que han podido y han dado lo mejor de sí para que el Pinto sea lo que es hoy en día. Porque yo planté el árbol pero si después no se hubiera regado ese árbol no hubiéramos llegado hasta aquí.

 

¿De quién se acuerda?

 

De mucha gente. Gracias a mis muchachos, que algunos ya han desaparecido por desgracia. Otros, ya tienen nietos y bueno somos frutos secos, pero la verdad que han sido momentos preciosos.

 

No me arrepentí nunca de nada de lo que he hecho. En el club, hemos tenido problemas como todo el mundo, problemas económicos, pero como mujer nunca.


Quiero acordarme del presidente José Fernández que recogió firmas entre los vecinos del pueblo para que poner mi nombre al campo y al alcalde del ayuntamiento y a toda la corporación municipal en esa ópoca por aprobar por unanimidad esa propuesta.

También quiero agradecer el trabajo, y el logro conseguido por Ricardo Puente, que nos llevó por primera vez a jugar un play off de ascenso. Algo histórico para nuestro club.


Y también quiero dar las gracias al actual Ricardo Garvin y su junta Directiva y a todos los socios por nombrarme presidenta de honor del Pinto.

 

Pero en general tengo que dar las gracias a  todo el fútbol madrileño. Sólo les puedo decir que se han portado conmigo de maravilla.

 

Foto Ayuntamiento de Pinto

 

 

La situación de la tercera madrileña Futuro del futbol modesto..

 

Son tiempos difíciles para todos, no sólo para la tercera. Hay muchas deudas y han desaparecido muchos equipos. Es un problema porque se ha vivido por encima de las posibilidades. El Pinto también tiene problemas, porque los patrocinadores tienen problemas y el Ayuntamiento no tiene ni para cubrir cosas básicas….

 

Ojala que el Ayuntamiento le pudiera dar algo, pero llevamos 2 años sin subvenciones. Estamos luchando como se puede. En algún momento saldremos de esta crisis. Espero que la mayoría de los equipos aguanten y que paguen lo que puedan pagar. Espero que siga el futbol madrileño durante muchos años. Y que el Pinto cumpla otros 50 años más, aunque yo sea muy viejecita y no lo pueda ver.

 

¿Se sabe algo ya de la celebración del 50 aniversario?

 

Van a ser actos muy normalitos porque no hay para más. Espero que no haya dispendio de ninguna clase. Lo importante es el cariño que se va a poner, echando la vista atrás y recordando a todos los que han luchado por este equipo. A los que han lavado la ropa, a los que han marcado el campo, a los delegados, a los presidentes… a todos los que han pasado por aquí para darles las gracias.

 

 

Foto Zigzag.com

 

¿Qué mensaje requiere mandar al fútbol femenino?

Que si tienen ilusión y les gusta, que no decaigan, que luchen para lograr sus sueños porque los sueños se cumplen cuando uno se esfuerza. Y mucho ánimo a los que se están abriendo futuro en esto y espero que sea posible ver equipos femeninos  de un modo más profesional, no solamente pasar las mañanas de los domingos. Y a los aficionados e instituciones que les ayuden porque el fútbol femenino también es necesario.