La mayoría de los que han jugado al fútbol quieren seguir ligados
a este deporte cuando dejan de jugar. Unos se deciden por ser entrenadores,
otros por directores deportivos… Pero lo raro es que opten por dedicarse al
mundo del arbitraje.
Nuestro protagonista de hoy ha vivido estas dos situaciones. José
Luis Rodriguez, “Yosu” es un viejo conocido del fútbol modesto madrileño que
actualmente arbitra en el grupo 7 de tercera división. ¿Hay algún
aspecto donde un árbitro pueda disfrutar más que un jugador?, Y los jugadores de la tercera, ¿ayudan o son
de los que a la mínima fingen y tratan de engañaros?... Deliciosa entrevista
que nos acerca el mundo de arbitraje…
¿Quién es "Yosu" dentro del mundo del fútbol modesto madrileño? ¿En qué equipos jugaste?
Pues el "Yosu" jugador empezó muy pequeñito formándose
en las categorías inferiores del Ciempozuelos, que es el pueblo donde vivo y en
donde tengo a mis amigos. Luego ya en infantiles pasé al Getafe durante unos
cuantos años, creo que 8. Hasta la etapa de juvenil de segundo estuve formando
en las categorías inferiores del Getafe los dos últimos años en el juvenil división
de honor. Después del Getafe División de honor, siendo todavía juvenil, firmé
por el Alcorcón y ahí alterné entrenamientos del primer equipo y alguna convocatoria y los partidos
del domingo con el Alcorcón B, que estábamos
en preferente.
Después firmé por el Ciempozuelos en el grupo 7º de tercera división
durante dos años. De ahí me fui al Antequera en el grupo andaluz, fue un paso
breve y sólo estuve 10 partidos y volví en a jugar en el Colmenar Viejo. Luego
pasé al Illescas dos años y después en el Madrilejos otros 10 partidos donde tomé
la decisión de abandonar la práctica del fútbol y dedicarme al arbitraje.
¿Cuál fue tu mejor y peor momento o
recuerdo que viviste como futbolista?
Mi mejor momento… Hay dos temporadas: la del primer
año de juvenil, que el míster Andrés Lucero, siendo tan joven confió en mí para
defender la portería del división de honor. Ese año lo recuerdo con mucho
cariño enfrentándonos, por ejemplo, al Real Madrid donde jugaba Mata. Y en el fútbol
amateur la primera temporada con Esteban Becker en el Ciempozuelos que fue
excepcional y fue mi mejor temporada.
Mis peores momentos… mi última temporada en el Illescas
porque llegaron las lesiones y ya se complicaba mucho todo el tema y había que
compaginar trabajo y fútbol. Pero del fútbol tengo muy buenos recuerdos,
quitando esa última etapa que una vez
que me recuperé volví a jugar pero el nivel no era igual e iba muy preocupado y dejé
de disfrutar por miedo a lesionarme. Pero lo demás lo he disfrutado mucho.
¿Qué te ha aportado el fútbol modesto
en tu vida?
El fútbol modesto y el fútbol y el deporte en general…
Desde siempre mi vida es el fútbol. De pequeñito, mi familia es gente ligada al
mundo del fútbol y al final el fútbol te aporta todo: Aprendes a convivir con
compañeros, cada año con 25 personas diferentes en un vestuario... El fútbol y
deporte te aporta más que como deportista como persona. El fútbol es un máster
de la vida.
La mayoría de los que han jugado al
fútbol quieren seguir ligados a este deporte cuando dejan de jugar. Lo raro es
que sea siendo árbitros…¿Cómo y por qué te decides a dejar de ser futbolista y
pasar a ser árbitro?
Mi padre fue árbitro
y en mi etapa de Ciempozuelos me insistió y me convenció para que hiciera el
curso de árbitro. La razón es que con el arbitraje si tienes licencia de
jugador no optas a ascender de categoría pero sí te permite compaginarlo. En ese
año le costó mucho convencerme ya que mi cabeza estaba en jugar. Pero al final,
a través de algún amigo y demás, hicimos el curso y a los 18 años
empecé a compaginarlo hasta los 22 o 23 años hasta que decidí abandonar el
fútbol para poder optar a ascensos dentro del mundo del arbitraje.
¿Qué
requisitos se necesitan para poder ejercer esta profesión?
El primero y
más importante estar preparado. Necesitas entrenar duro para estar los domingos
bien preparado físicamente. Y luego, respecto a los requisitos legislativos, te
tienes que hacer un curso que, con el paso del tiempo, ha ido avanzando.
Una vez que
haces el curso y apruebas los exámenes empiezas en una sede de fútbol 7, donde
te ven personas del Comité y una vez que constatan que estás capacitado te dan
la opción de arbitrar fútbol 11. Y una vez que eres árbitro cada temporada en septiembre
tenemos exámenes físicos, técnicos y psicológicos. Esos exámenes se vuelven a repetir
los físicos en este caso en tercera división en diciembre y los técnicos
tenemos exámenes durante todos los meses. Es una especie de evaluación continua
porque se hacen actualizaciones de las reglas.
En definitiva es una formación continua. No es que apruebes el examen de
septiembre y te olvidas, sino que, mes a mes, tienes exámenes, charlas,
seminarios...
¿Qué cualidades son necesarias para
ser un buen árbitro?
Tener una
buena preparación física es clave porque te permite estar bien colocado en el
campo y tener la cabeza fría a la hora de tomar decisiones. Si tienes eso,
pues es fundamental tener mucho sentido común y mucha coherencia. Hay que
entender lo que rodea al fútbol y tener un criterio uniforme del reglamento y
que se aplique correctamente, manejando los límites que es donde está el quid
de la cuestión y donde reside la mayor complejidad.
¿Cómo es la preparación física durante la semana?
He seguido el
ritmo que tenía cuando jugaba. Para ser futbolista tienes que entrenar 4 días sí
o sí y no valen excusas. Entonces en el arbitraje he seguido con la misma
dinámica. El día después del partido hago un poco de recuperación, luego el martes
descanso y miércoles y jueves sería trabajo más específico y de potenciación. Y
el viernes un poco light para preparar el partido del domingo.
¿De qué te ha servido ser jugador para
arbitrar?
Siendo
jugador y haber estado dentro del campo te ayuda a controlar una serie de factores
que si no los has vivido esa faceta interna te cuesta entender. Entender dónde
está el límite, entender ciertas jugadas, tener la cercanía y el diálogo con
los futbolistas, teniendo siempre claro que hay un límite que no se puede
rebasar y que hay un reglamento que hay que cumplir.
¿Qué
se siente cuando de repente vienen hacia a ti los jugadores y te gritan y te
rodean?
Cómo son los jugadores de la tercera madrileña,
¿ayudan o son de los que a la mínima fingen y tratan de engañaros? ¿Quiénes son
los peores los más jóvenes o los veteranos?
Generalizar
en un colectivo tan grande es muy complicado. Al final está claro que hay determinados
jugadores, como pueden ser de los filiales, que obviamente por su progresión y
por trayectoria tienen mucha intención de jugar con ritmo. Un jugador veterano
que conoce la categoría y a los rivales es un pelín más cercano y entiende todo.
Pero generalizar un colectivo tan grande es muy complejo.
En
primera división con varias repeticiones, hay veces que es imposible saber que
ha pasado realmente...¿ Qué les dices a los que un campo de tercera no dan el
beneficio de la duda a cualquiera de tus decisiones?
Con este tipo
de personas es mejor ni mencionarlos, ni perder el tiempo. Me da mucha pena, no
sólo en tercera división porque éstos entienden un poco más de todo. Pero hay un
determinado tipo de personas en el fútbol base que les da igual y tienen esa
actitud con el árbitro, con los jugadores, con el entrenador, con la afición del
equipo contrario… Entonces este tipo de personas es mejor no darles
importancia. Ojalá encontráramos el método para ayudarles, pero no merece la pena
cuando hablamos del nuestro fútbol modesto hablar de este tipo de personas.
¿Has
llegado a tener algún momento tenso con algún ex compañero?
Compañeros,
al final, como he estado bastantes años en el mundillo, cada domingo tengo compañeros
en ambos equipos. Con ellos cuando acaba el partido comentas las jugadas y hoy
en día con los videos pues resulta curioso canalizar las jugadas y comentar lo
que ha pasado. En principio no he vivido nada grave en este sentido.
¿Hay algún
aspecto donde un árbitro pueda disfrutar más que un jugador?
Yo es que soy
una persona que todo lo que hago en mi vida me gusta y me apasiona. Cuando voy
a la universidad a dar clases, disfruto, cuando era futbolista disfrutaba
jugando, hasta que llegó la última etapa por las lesiones. Soy de las personas
que recomiendo que si hay algo que no te haga disfrutar estás perdiendo el
tiempo. Así que, como árbitro, disfruto de un partido de alevines, de cadetes,
en un partido de tercera o haciendo de asistente en un partido de segunda B. Es
una cosa que me encanta y es el único modo de tener grandes resultados.
Un jugador
puede tener un mal día, un entrenador se puede equivocar al plantear un
partido... un árbitro, no ¿Cómo maneja uno esa presión?
Al final la clave
es estar preparado para no cometer errores. Tenemos derecho para cometer errores.
Me intento preparar toda la semana para no cometerlos, pero si hay alguna
jugada con dudas lo mejor y más importante es olvidarla rápidamente y pensar en
la siguiente. Lo peor que te puede pasar en un campo de fútbol es estar pensando
en un error que puedas haber cometido. Lo primero es estar preparado y si lo
cometes es olvidarlo al instante porque eso ya no puedes rectificarlo.
Ya la última, aprovecha para decir lo que
quieras a la gente que componen la tercera o el fútbol modesto y que van cada
domingo a un campo...
Pues que el
fútbol es un espectáculo y que todos los que vamos o participamos es para disfrutar.
Si futbolistas, árbitros unificamos criterios y nos ayudamos lo importante es
que lo que difundamos sea un espectáculo bueno y que cada vez vaya más gente a
verlo.
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