Nuestro protagonista de hoy llegó a
ser subcampeón de la antigua Copa de la UEFA con el Alavés. Una magnífica
temporada en Vitoria, donde marcó 28 goles, le sirvió para emigrar al Calcio
fichando nada más y nada menos por el Milán. Y de ahí, entre otros al Atlético
de Madrid o Zaragoza para terminar su carrera en la segunda B jugando con el
Lucena.
Ahora Javi Moreno, está labrándose su
carrera en los banquillos de nuestra Comunidad dirigiendo al Alcorcón B, tras
haber pasado anteriormente por el Utiel y el Novelda.
Deliciosa conversación con un jugador
que será recordado como uno de los mejores delanteros españoles de la década de
los 90. Un lujo poder contar con gente con tanta experiencia en la élite como Javi y que respete y quiera tanto lo que rodea al fútbol modesto y estas categorías.
¿Cómo surge la opción de ser
entrenador del Alcorcón B y venir al fútbol madrileño?
Pues
nada estaba en Valencia y me llamó el director de la Escuela del Alcorcón comentándome
la posibilidad de ir. Le dije que me dejara pensarlo una hora porque me pilló de sorpresa ya que, sinceramente, no
me lo esperaba. Así que le devolví la llamada y le dije que sí. Y nada estoy muy ilusionado de poder trabajar con
gente joven.
Has entrenado en el Utiel y en el
Novelda ¿Mucha diferencia de nivel entre la tercera valenciana y la madrileña?
¿Dónde están las principales diferencias?
En
la valenciana hay seis o siete equipos que son los que marcan la diferencia y
los que tienen el presupuesto más
elevado y el resto pelean por no descender. Sin embargo, en la madrileña, existe mucha
igualdad, se dan muchos empates y
vitorias por la mínima... En Valencia sabes que estos seis o siete esos
equipos luchan por estar arriba y en Madrid no pasa esto.
Con la vida resuelta, ¿Qué te impulsa
a entrenar desde abajo y sacrificar tiempo a la familia?
La
decisión la tomé yo, ellos saben que es mi trabajo. Y nada, me gusta empezar
por abajo como hice cuando era jugador. Así se saborean mejor los éxitos y los
disfrutas más porque ves todo lo que has dejado atrás. Y lo entrenar, pues es
lo mismo. Es una motivación muy grande entrenar equipos humildes y ahora un
filial e ir viendo cómo vas creciendo.
Llevas varios años en esta categoría pero, ¿Cómo se adapta uno y cambia
el chip para pasar del fútbol de élite al
fútbol más modesto?
La suerte que he tenido es que, como
he vivido siempre todo desde pequeñito, para mí ha sido muy fácil adaptarme. Sabía lo que hay y sé a lo que vengo. He
tenido la suerte de llegar a la élite pero también he tenido la suerte de estar
abajo, en las categorías más modestas.
¿Qué es lo que te estas llevando a nivel personal?
Es un aprendizaje personal, sobre
todo, ver cómo la gente disfruta de su trabajo, y más la gente joven. La
oportunidad que me ha dado el Alcorcón es un regalo, estoy muy contento con poder
transmitir a los chavales lo que he aprendido de mi experiencia en el fútbol.
¿Qué crees que te puede aportar tu
experiencia como jugador de élite en los banquillos?
Para
transmitir todas mis vivencias y experiencias que he tenido en el fútbol, en
los vestuarios. La tercera división es una categoría difícil y complicada, por
lo que trato de adaptar a los futbolistas para que den el salto lo antes posible
arriba y lleguen en las mejores condiciones posibles. Por ejemplo, si Julio
Álvarez, convoca a un chaval, pues
intento que ese futbolista dé el salto a la segunda división en las mejores
condiciones posibles.
¿Qué dices a quienes os ven a los ex
jugadores famosos con cierto recelo cuando os metéis a entrenador? ¿Lo tenéis
más fácil que el resto de entrenadores que no han jugado nunca?
No
sé si más fácil. Puede ser que tengamos mas facilitad a la hora de entrar en un
equipo, pero también hay entrenadores que no han jugado en ningún equipo y son
igual de buenos de los que hemos jugado. Eso no quiere decir nada.
¿Dónde
o cómo se disfruta o se sufre más, como jugador o entrenador?
Depende.
Cuando eres jugador te preocupas de ti mismo, de estar bien y jugar. Sin embargo, cuando eres entrenador
estas al cargo de 22 personas y tiene que intentar que todos estén felices y contentos,
aunque es algo realmente difícil. Pero
la forma de disfrutar o sufrir es diferente. Un entrenador se va a casa y le da
muchas vueltas a la cabeza, tiene que decidir quién va convocado, quién tiene que jugar.
Por el contrario, un jugador sólo tiene que entrenar para estar bien
físicamente.
Supongo que entrenar a un filial con gente joven es un
doble reto…¿Qué es lo más difícil de entrenar a jugadores de esas edades?
Son
gente con mucha capacidad, lo único tienen que aprender la pillería dentro de
un campo de fútbol y, sobre todo, estar muy bien físicamente. Hoy en día el fútbol
te exige eso, en cualquier categoría. Intento que mis futbolistas me aguanten
los 90 minutos y lleguen en las mejores
opciones posibles.
Como entrenador, ¿Se puede ser amigo de un jugador?
Sí,
tengo ex jugadores que he entrenado en el Novelda o en el Utiel que son grande
amigos míos, aunque reconozco que es difícil. Porque tú eres el entrenador y
siempre vas a ser el malo... Pero claro que puedes llegar a ser amigo de un
entrenador.
¿Quién es tu modelo a seguir?
Fijarme me fijo en
todos, pero, dependiendo de los futbolistas
que tengas, tendrás que hacer un sistema
u otro. Así que fijarte sólo en uno es imposible. A mí me gusta mucho Paco Jémez, que ha sido
compañero mío y también le he tenido como entrenador. Me gusta su carácter y forma de ser.
¿Qué consejos les darías a los que sueñan con llegar a
la elite?
Que sean ellos mismos y que
no cambien su carácter y su forma de ser. Y
que compitan, que cada vez que vayan
a entrenar que es una hora u hora y media que entrenen con la mayor
ilusión posible porque eso les va a hacer llegar a ser mejores futbolistas. El
futbolista que se queja y pone problemas es más es difícil que llegue arriba. El
que compite y se esfuerza tiene la
recompensa.
¿Valoras ahora más a los que forman parte del fútbol
modesto?
Siempre he valorado y reconocido
las categorías inferiores, las más modestas porque he tenido la suerte de jugar
en tercera y segunda B y sé lo que es eso. Y siempre voy a tener el máximo
respeto por todos ellos porque son parte del fútbol y en cualquier momento
pueden llegar a la élite.
¿Qué objetivo te marcas en los banquillos?
Intentar hacer todo lo posible para que el entrenador del
primer equipo cuente con los jugadores que tengo en tercera división y luego mantener
la categoría. Si logramos algo más, pues mejor.