Retomamos la actividad
del blog con el que, para muchos, ha sido el canterano con más calidad del Rayo
Vallecano.
Su talento y calidad le
sirvió para que, con 17 años, pasara de División de Honor a debutar con el
primer equipo en Primera División. Y desde ahí se abrió hueco en el fútbol
profesional.
Hablamos con Fernando
Marqués, que acaba de fichar con 32 años por el Santa Ana. Interesantísima
charla en la que nos comenta sus sensaciones antes de volver a los terrenos de
juegos y nos explica qué espera de su nueva experiencia en la Tercera madrileña,
tras haber jugado en la élite durante muchos años de su carrera.
¿Qué tal te va la vida?
¿Cómo surge la opción de volver a jugar al fútbol y formar parte del Santa Ana?
La verdad es que no me planteaba volver a jugar en Tercera División, pero me llamó Rafa y, como ya había jugado en el Santa Ana, creo que
era el momento justo, porque yo quería volver. Tenía varias opciones de jugar en Segunda B, pero, después de analizar los equipos, que tenían campos con hierba
artificial, y después de pensarlo bien, lo hablé con Rafa y decidí volver al
Santa Ana. Principalmente, es un tema de corazón por haber jugado en la cantera
ya hace unos años, por lo que me he decantado por esta oportunidad y tengo claro
que no me he equivocado.
Con mi edad sigo pensando en lograr cosas y me gustaría jugar
en la categoría más alta posible, pero, bueno, hay que volver a la realidad. Como
te digo, creo que la decisión ha sido buena y voy a estar muy feliz porque es un
sitio que ya conozco desde hace bastantes años. Además, existe un vestuario muy unido
y eso es lo más importante.
¿Qué estabas haciendo
hasta ahora?, ¿a qué te dedicabas desde que dejaste el CD Guadalajara?
No he parado de entrenar mañanas y tardes con un entrenador
personal. El año pasado estuve a punto de firmar por algún equipo, pero al
final no llegué a un acuerdo. Soy una persona que no valoro el dinero y me
importa más que en un sitio me quieran. Por eso, no he jugado en estos dos
últimos años en ningún sitio, porque no quería jugar en Segunda B y, mira, al final, para que veas como soy, he terminado en Tercera. Pero bueno, creo que la
decisión es buena porque no voy a un Tercera cualquiera, voy al Santa Ana, que es un equipo que tengo en el corazón. En
estos dos años he estado entrenando muy fuerte y estoy muy bien de forma y en
cuanto el míster lo considere conveniente voy a poder jugar y lo voy a hacer a
un gran nivel porque estoy bien físicamente.
¿Qué te ha dicho la
familia cuando les comunicaste tu decisión?
El fútbol, independientemente de la categoría, es fútbol, y
para un futbolista lo más importante es jugar. Mi familia me apoya en cualquier
decisión y siempre es mejor jugar que estar parado y más para alguien como yo, que desde pequeñito ha luchado por esta profesión. Ellos siempre me van a
apoyar y piensan como yo, que volver al Santa Ana era la mejor decisión.
Has jugado en el Rayo,
Racing, Atlético de Madrid, Español, Parma… liga americana y griega… ¿Dónde y
cuándo has disfrutado más del mundo del fútbol?
El mundo del fútbol no es fácil: hay momentos muy buenos,
otros malos, las lesiones, contratiempos… pero de cada equipo en el que he
estado siempre me he llevado algo positivo porque todas las experiencias te
hacen madurar. Mi época en Grecia la guardo como un gran recuerdo. Mi paso por
el Español fue sólo de un año, pero fue
un gran año, rodeado de un gran grupo y un ambiente muy familiar y fue un equipo
que realzó mi carrera y me permitió firmar en Italia. Y en Italia no puedo
estar más que agradecido de cómo me recibió la afición y después de 3 ó 4 años
no hay un día que no me manden un mensaje cariñoso. Por tanto, tengo grandes
recuerdos. Mi paso por todos los equipos, incluso por los que he tenido peores
experiencias, me ha servido para madurar y evolucionar como persona y
futbolista.
¿Con qué te quedas de
todos estos años de fútbol? ¿Qué te ha aportado el mundo del fútbol?
Lo que más me ha enseñado es como persona. Cuando empiezas tu
carrera de futbolista, de pequeño, lo que menos valoras es la constancia y
la paciencia. Y el fútbol te enseña que, con los años, tienes que ser más
constante y tener más paciencia. Con paciencia y constancia todo llega. Además,
el fútbol te hace ser mejor persona. Desde que debuté en Primera División he
estado rodeado de gente veterana que me han enseñado muchas cosas. Ahora, con mi
edad, es lo que pretendo, ayudar a los chavales más jóvenes.
¿Qué esperas encontrarte
en esta experiencia en Tercera División?
Llevo varios años sin jugar en Primera, pero cuando
alguien tiene la suerte de jugar en Primera División es como si te sacas la carrera de ingeniero y luego vuelves a
trabajar en un taller. Va a ser complicado. En Primera División hay muchos
espacios y en Tercera hay un fútbol muy competitivo. Hay muchos futbolistas que
han terminado sus carreras en Segunda B o Tercera y siempre te cuentan que no
es una experiencia fácil. Los equipos luchan y corren hasta el último minuto,
así que sé que tengo que tener mucha humildad, mucha sencillez y trabajar duro desde el primer día.
¿Qué puedes aportar al
Santa Ana?
Llego a un club que ya conozco. A otro equipo de Tercera División no hubiera ido
seguramente. Pero la motivación de volver al Santa Ana, es porque es un club al que le tengo mucho cariño. Con las ganas que tengo, no puede ir nada mal. Puedo aportar veteranía y puedo ayudar a mis compañeros en muchos aspectos. Si
he venido aquí, es para dejarme la piel. Me da igual jugar ante 50.000 personas
que ante 50 personas en la grada. Esto es fútbol y el fútbol es fútbol en todos
los sitios.
Experiencia en Tercera no tienes hasta ahora…
Eso es. Del División de Honor del Rayo Vallecano pasé
directamente a Primera División. Es cierto que cuando vine del Racing al
Atlético de Madrid jugué varios partidos en Segunda B porque no podía jugar en
el primer equipo por los partidos que había jugado con el Racing en Primera, pero, ya te digo, en Tercera no he jugado. Es algo nuevo para mí. Pero
tengo claro que si no lo doy todo, va a ser complicado. Por eso tengo los pies
en la tierra y vengo con mucha humildad.
Pasas de compartir
vestuario con compañeros que han llegado a la élite a hacerlo con otros que
trabajan por la mañana. ¿Qué esperas en este aspecto?
Cuando juegas en el fútbol profesional te metes en una
burbuja un poco irreal de la que sales cuando dejas el fútbol o bajas a
categorías inferiores. Está claro que hay mucha más humildad en el fútbol
modesto. En el fútbol profesional haces muy pocos amigos, la gente es como tigres, con mucha hambre y competencia. En Tercera, por ejemplo, todos son
trabajadores, vienen a divertirse, son en su mayoría gente muy joven que todavía tiene opciones de aspirar a
llegar alto y no se puede dormir. En el fútbol profesional hay poco
compañerismo y apenas tienes amigos, mientras que el fútbol modesto es más
sencillo y humilde. Echaba de menos estar más tranquilo en ese aspecto porque a
veces te crea una tensión y una ansiedad que es difícil de manejar. Yo he
estado muchos años en Primera División y entiendo que hay que dar el callo. He
tenido buenos vestuarios, pero, por norma general, cada uno va a hacer la guerra
por su cuenta y tratar de hacer un buen año para poder fichar por otro equipo.
Y, aunque sea una rajada, la diferencia, aquí, es que van todos en la misma
dirección. Y es lo que me gusta del fútbol modesto, que la gente no vive en esa
burbuja irreal del futbol profesional.
He leído que en tus
comienzos eras una promesa, eras un jugador con mucho talento… ¿Estás contento
de dónde has llegado, satisfecho con lo conseguido o piensas que podías haber
dado más?
Está claro que siempre puedes dar más. Yo siempre he
intentado dar mi máximo nivel, pero no siempre te acompañan, por ejemplo, las lesiones. Ha habido oportunidades de dar el salto a un equipo superior y me
lesioné y estuve un año parado… Yo siempre he intentado dar el cien por cien,
pero esto no es un deporte como el tenis, que depende de ti. El fútbol depende
de once jugadores y una plantilla de 25 más un entrenador... No es fácil. Hay
muchos hándicaps, momentos positivos, momentos negativos… Estoy muy satisfecho
con lo que he conseguido a nivel profesional y personal y no me arrepiento de
nada, porque cada camino que eliges te lleva a otra parte. He tenido la suerte
de conseguir más cosas de las que hubiera soñado. Sigo ilusionado a pesar de
que me quedan pocos años de fútbol. Pero me gustaría sacarme los títulos de
director deportivo y de entrenador y seguir creciendo como persona y en el
mundo del fútbol.
Por último, ¿Has
pensado cómo vas a celebrar el primer gol que marques?
Hace 3 meses se murió mi abuela y firmé por el Santa
Ana por el mero hecho de que mi abuela siempre me llevaba a los entrenamientos
y ella me vió jugar aquí. Estoy convencido de que estaría orgullosa de esta
decisión. Todos los goles que marque serán para ella.