Muy pocos pueden presumir de dar nombre a un campo de fútbol. Nuestro protagonista de hoy sí que puede hacerlo y de ello se muestra especialmente orgulloso: Se llama Alberto Ruiz debutó con 15 años en tercera y llegó a ser pichichi de la categoría en la mejor temporada hasta el momento del club. De ahí fichó por el Sporting y cumplió sueño de jugar en primera división. Una grave lesión de rodilla le apartó de los terrenos de juego y desde entonces, debido a la imposibilidad de poder hacer lo que más le gusta, se ha desvinculado un poco de este mundo.
Con él repasamos su trayectoria, sus mejores momentos, y su visión del fútbol modesto.
Alberto, ¿Por dónde
andas? ¿Qué es de tu vida?
Pues por Colmenar, trabajando… Según están las cosas, hay que decir que, por suerte, trabajando. Estoy en unos supermercados que se llaman Híber.
Recuérdanos brevemente
tu trayectoria deportiva…
Pues empecé de pequeño en el Colmenar, luego estuve 3 años en
el Real Madrid, y volví de nuevo al Colmenar. Después fiché por el Sporting, donde empecé mi carrera profesional y
estuve 6 años. De ahí me fui 3 años al Getafe y en el Elche pasé otros 3 años.
Aquí fue donde me lesioné de gravedad y tuve que dejarlo.
¿Qué recuerdas de tu
época de jugador del Colmenar?
Fue una época preciosa. Era un fútbol muy humilde. Debuté con
15 años en la tercera en un equipo que éramos todos de Colmenar, todos nos
conocíamos y todavía nos encontramos por ahí y lo recordamos. Imagínate, siendo tan joven, viviendo la mejor época del Colmenar. Estuvimos a punto de subir a
segunda B. Tengo muy gratos recuerdos.
Demostraste personalidad y calidad: llegaste a ser el máximo goleador…
Fuí pichichi de tercera con 28 goles. Con esa juventud, en
una tercera división y viviendo a nivel de equipo un año tan bueno… la verdad
es que fue un año muy bueno.
¿Sigues actualmente el
fútbol modesto madrileño?
Si te digo la verdad, no mucho. Dejé el fútbol por una lesión
muy grave de rodilla y estuve bastante fastidiado. Fue muy traumático dejar el
fútbol y quedé un poco al margen… El fútbol era mi pasión… es como decirle a un
diabético que se ponga enfrente de una pastelería. Me daba mucha cosilla verlo
y la verdad es que lo he dejado un poco aparcado.
¿En qué ha cambiado el fútbol respecto a cuando tú debutaste?¿Cómo era el fútbol en las categorías de
juveniles?
Pues yo casi no pasé por esa categoría. Creo que no llegué a
estar ni un año en juveniles. Es un futbol de raza, de fuerza, de ilusión. Y
luego se va a mejorando con el paso de los años. Ahora hay mucha competencia. Pero
realmente no creo que haya cambiado tanto. El que tiene posibilidades de llegar
y triunfar, tiene que demostrarlo desde pequeñito.
Para alguien que ha tenido la suerte de debutar en primera y cumplir un sueño, ¿Qué les dirías a esos chavales que empiezan en esto del fútbol?
Que lo disfruten. Que se esfuercen por algo que les gusta y que no se monten películas en la cabeza. Hoy en día desde muy pronto les marean con representantes, diciéndoles que van a llegar. Que vayan poco a poco, ayudándose con los compañeros, siendo honesto y buena gente y honesto con uno mismo. Si haces bien las cosas, si tienen que llegar, llegará.
No es fácil ganarse la
vida con esto ¿De qué depende triunfar y lograr vivir de un modo profesional?
Hay que tener la cabeza bien amueblada y tener los pies en el suelo. Por supuesto que también influye las personas que te rodean, pero un
65% es tener tú las cosas claras y saber lo que quieres.
¿Por qué crees que
estas categorías con menos repercusión mediática son importantes para la salud
de este deporte?
Es el lugar donde se forman, de donde salen los jugadores que
en un futuro van a jugar en primera división. En cada pueblo de España se juega
al fútbol y hay que tener claro que no todo el mundo comienza jugando en el
Madrid o en el Barcelona. Hay mucha
gente que su vida es el fútbol y empieza a jugar donde se puede. Y ahí si haces
las cosas bien puedes dar el salto y tener suerte que te descubra algún
ojeador.
¿Cuál ha sido tu mejor
momento deportivo?
Tengo 3 momentos que nunca olvidaré. Uno fue el día el día
que debuté en primera con 20 años con el Sporting en el Molinón contra el Celta.
Otro el día que ascendimos con el Getafe a primera división y otro día que se
me quedó grabado fue cuando tras un año lesionado volvía aún terreno de juego. Con
cero a cero en el minuto 68 contra el Cádiz, marqué el gol de la victoria.
Había mucha emotividad. Luego no pude disfrutar mucho más del fútbol por la
lesión, pero tuve un gran momento de gloria personal.
¿No te pica el
gusanillo de estar ligado al mundo del fútbol?
No que va, A mí siempre me ha gustado jugar y sé que no
tendría paciencia para desempeñar otra labor. Lo único que sí me que me
gustaría ser es entrenador de porteros para estar todo el día tirando a pudiera…
Pero a día de hoy por cuestiones de trabajo es complicado.
¿Guardas contacto o
amistad con algún jugador de esos años?
He tenido la suerte de conocer a mucha gente, pero sí que hay
algún compañero especial. Uno es Michel II del Rayo, del Sevilla, del Sporting,
del Almería, del Jérez…También con Pablo Amo, al que conocí con 18 años en el Sporting,
tengo una buena relación, con Álex Pereira… La verdad es que se viven buenos
momentos. No te quedas con mucha gente, pero con la que te quedas es para
siempre.
¿Qué sentiste cuando te
dijeron que iban a dar el nombre del nuevo estadio?
Pues un orgullo y una alegría tremenda. No he sido a nivel
mundial, pero bueno he jugado varios años en primera y segunda división. Y ver
el nombre del nuevo campo es una satisfacción tremenda y que no se puede
explicar.
¿Qué supone para un
pueblo como Colmenar tener un equipo en tercera y con opciones de jugar los
play off?
Les sigo. Si se consiguiera el ascenso para el pueblo sería
algo muy importante. Tenemos un buen campo, pero tengo dudas del seguimiento
que se tendría en esa categoría. Mediáticamente ha bajado mucho el seguimiento
en estas categorías y no sé muy bien cómo o qué habrá que hacer para poder
aguantar en esa categoría.