Con ésta ya son 8 temporadas consecutivas las que Chema Ramos lleva al frente del banquillo del CF Pozuelo, algo, sin duda, poco habitual en nuestro fútbol, sea la categoría que sea.
Chema Ramos reconoce que, después de tanto tiempo, lo normal podría ser acomodarse o querer cambiar de aires. Sin embargo, nuestro protagonista se siente muy a gusto en el club después de estos años y sigue con la misma ilusión que el primer día, afirmando que el Pozuelo es un club serio donde le dejan trabajar y en donde todavía tiene retos por cumplir.
Deliciosa charla con nuestro particular "Ferguson" de la tercera madrileña, una voz autorizada entre los entrenadores de nuestro fútbol modesto, alguien que conoce perfectamente la dureza de estas categorías y que también disfruta de los buenos momentos que proporciona este fútbol menos mediático.
¿Cómo surge la oportunidad de entrenar al CF Pozuelo?
Pues mira, mi anterior equipo fue el Parla, que parece que fue hace muchísimo…En aquella temporada estaba Paco Flores como presidente del club y quedamos clasificados, creo, en quinta posición. Y nada, decidieron que querían cambiar de proyecto y me quedé sin equipo, la única vez que me ha pasado en 20 años.
Antes estuve en el Rayo Majadahonda, donde también estuve otros 8 años entre el segundo y primer equipo. Y nada estuve viendo fútbol dos o tres meses y me llamó el Pozuelo que había iniciado un proyecto con unos uruguayos y la cosa iba bastante mal. Me ofrecieron coger el equipo en el mes de diciembre siendo últimos y con muy mala pinta.
Estuvimos a punto de salvarlo, pero fue imposible, pero el trabajo fue bueno y me ofrecieron seguir en el proyecto para retomar la categoría. Con los medios que teníamos intentamos hacer un equipo competitivo para volver a la tercera y conseguimos el ascenso. Después hemos estado en la tercera todos estos años, y hemos jugado varios play off, dejando al equipo casi siempre bien clasificado.
¿Cuál es el secreto para aguantar durante tantos años en el mismo banquillo?
Pues esto debe de ser bidireccional. Por mi parte estoy muy contento. A pesar de lo que pueda pensar la gente de que tenemos un presupuesto muy alto, no es cierto. Es un club muy serio que no gasta más de lo que tiene. No conocerás a un futbolista al que se le haya dejado a deber un solo euro. Siempre han cumplido religiosamente con lo estipulado y se han portado bien con los jugadores lesionados. Es un club muy serio y muy estable.
¿No se termina uno cansando o aburriendo de estar siempre en el mismo club? ¿No te pica la curiosidad por probar suerte en otro equipo de la tercera madrileña?
Mira lo importante es que dejan trabajar y estar a gusto. Pero hay que reconocer que estar mucho tiempo en un mismo club no es fácil. La vida consiste en tener ilusión y retos. Yo, sin esto, no sé moverme. Hemos sabido cambiar jugadores y mejorar aspectos puramente futbolísticos y establecer una base y que el Pozuelo se haya hecho un nombre en la categoría.
Es un poco de ambas partes. Es un club humilde, pero muy serio y respetuoso con el trabajo. Es un reto ilusionante cada temporada con los cambios que vamos introduciendo para intentar mejorar, lo que impide que me haya acomodado.
¿Has tenido alguna oferta de otros clubes durante estos años para cambiar de proyecto y si es así por qué no te decidiste a aceptarla?
He tenido ofertas fundamentalmente de la misma categoría. Al final valoro mucho más la confianza, el trabajo bien hecho, la seriedad y la tranquilidad. Eso más importante que el que te puedan ofrecer más dinero a nivel personal y un proyecto con mayor presupuesto a la hora de hacer una plantilla. Pero al final hay muchos proyectos que son humo.
He valorado el trabajo bien hecho día a día. Una vez le escuchaba a Carlos Terrazas, que es el entrenador del Mirandés, que decía que los entrenadores modestos nos tenemos que labrar nuestro propio futuro. Yo, si entreno alguna vez en segunda B, es porque lo he logrado con mi equipo. He tenido ofertas de irme al extranjero, a China a Qatar, pero por circunstancias personales no me decidí.
¿Qué es para ti sentarte en un banquillo, dirigir a un grupo, entrenar todos los días después de una jornada de trabajo?
Al igual que lo somos con nosotros mismos también somos exigentes con nuestros jugadores. Somos muy trabajadores en el día a día. El futbolista que viene cansado a entrenar, si te has preocupado por hacer un entrenamiento exigente, ameno y con pasión, al final te lo agradece y eso se trasmite. Hemos tenido la suerte con tener plantillas que no han puesto reparos en el trabajo diario a pesar de lo duro que es esta categoría.
Me han dicho que cuando te interesa un jugador para tu proyecto te involucras y haces lo imposible para contar con el….
Tenemos jugadores que han tenido la oportunidad de irse a otros clubes de la categoría y, sin embargo, siguen con nosotros. Somos el Atleti de la categoría porque sacamos el 150% de los futbolistas. Además del trabajo y de la exigencia en los entrenamientos y los partidos, y de pedirles la máxima concentración y la atención, les exprimimos mucho, pero existe un trato humano, de cercanía, de cuidado, de cariño al jugador… La gente que me rodea están involucrados con sus vidas personales y eso genera un compromiso enorme con el equipo y el cuerpo técnico.
Tenemos mucho cuidado de elegir buenos jugadores, pero también nos preocupamos de que sean capaces de darnos ese 120% que les vamos a pedir. No es fácil que sume el que no juega, el que juega menos, el que cobra menos, no es fácil que sumen futbolistas que en sus anteriores clubes eran importantes y aquí lo son menos.
¿Te ha pasado alguna vez eso de no congeniar personalmente con un jugador y pese a ello ser titular indiscutible contigo?
Al final somos un grupo de 22 personas. Te doy un dato en estos 8 años han pasado solamente 75 futbolistas por el club, lo cual quiere decir que cada año renuevan 10-12 jugadores por temporada. Hemos conservado una base muy buena, lo cual quiere decir que la gente está contenta y nosotros lo estamos con ellos.
Al final el futbolista que no juega no se siente querido por el entrenador, pero para mí lo primero es el equipo. Sí que ha habido casos con el que no he congeniado personalmente y sí ha jugado porque consideré que era bueno para el equipo. Pero esto no suele pasar en el Pozuelo porque están todos muy comprometidos a nivel personal. Con alguno seguro que no ha habido un especial feeeling pero es normal en un grupo. Pero sí te digo que existe un sentimiento de pertenencia que hace que sean contados este tipo de casos.
Cadena SER Madrid Oeste |
¿Cómo ves el nivel de los banquillos del futbol modesto madrileño?¿Quién ha sido para ti el mejor entrenador con el que te has enfrentado durante estos años?
Yo esto me lo aplico a mí mismo y veo que, echando la vista atrás, yo también he evolucionado y he mejorado. Me jode y me avergüenzo de cosas que hecho, pero creo que hemos mejorado mucho porque somos muy perfeccionistas. Hemos crecido a nivel personal y también en los banquillos de la tercera madrileña he observado una profesionalización tremenda en los últimos años. Tenemos muy buenos entrenadores, infravalorados en muchos casos porque podrían estar en categorías superiores. Me enfrento a ellos y veo lo profesionales que son, lo bien que preparan los partidos y lo difícil que es ganarles. Te das cuenta de lo bien que están trabajados sus equipos. El nivel de la tercera en cuanto a entrenadores es muy bueno.
Hay muchos compañeros que me han marcado como rivales, como Emilio Ferreras, Lolo Escobar, Marcos Jiménez, Antonio Iriondo, Juanjo Granero, Juan Vicente Peinado… Me dejo mucho más que también son muy buenos.
¿Cuál ha sido tu mejor y tu peor momento siendo entrenador del Pozuelo?
Recuerdo el ascenso a tercera y los play off que hemos jugado. Pero recuerdo con mucho orgullo lo sucedido hace dos temporadas en la que en mitad de temporada el equipo no funcionaba y teníamos muchos lesionados. En diciembre tuvimos que tomar decisiones, incorporando a canteranos del Pozuelo y revertimos la situación. Y gracias a esas decisiones y los cambios que realizamos creamos la base que nos permitió jugar la temporada pasada un play off.
Tenemos un presidente, un vicepresidente y una Junta directiva muy trabajadores, muy serios y muy comprometidos con el club.
A pesar de que estamos haciendo bien las cosas con el primer equipo, creo que debemos impulsar y reforzar el trabajo de la cantera en cuanto a la metodología. Se están haciendo esfuerzos, y esperemos que den resultados. Al final para clubes como el Pozuelo es imprescindible cuidar al máximo la cantera y potenciarla lo máximo posible.
Y, además, es necesario un empujón en cuanto a la inversión económica puesto que estamos limitados. La Junta Directiva se deja la vida, pero apenas llegan aportaciones del Ayuntamiento, ni de los inversores de la zona. Y así es muy complicado. No sé lo que pasará con el futuro del Pozuelo, pero estos dos aspectos hay que cuidarlos.
Nosotros tenemos cerca de 600 niños en nuestra cantera, pero existe el déficit que te decía. Sin equipos juveniles en categorías superiores y con el B en primera regional, resulta muy complejo hacer plantillas para el primer equipo a base de fichar jugadores. Se necesita mucho presupuesto, y se pierde en cierta manera la ilusión de los chicos de la zona por jugar en el primer equipo.
Si subimos a segunda B habría que ver cómo se afronta porque el ascenso exige una serie de gastos que ahora mismo serían muy difíciles de soportar.
Diario de Pozuelo |
¿Qué es lo mejor del fútbol modesto y estas categorías?
Las personas. Menos el triste incidente que tuvimos hace unas semanas con el linier del partido contra el Alcorcón B, que ha sido la peor persona y la que más daño me ha hecho como entrenador y como futbolista, lo único que me he encontrado en 20 años es gente que merece mucho la pena. Al final quedan los amigos porque en la mayoría de los casos tienes relación de afecto con el resto de entrenadores, jugadores y árbitros…
¿Qué tendría que pasar para que de una forma voluntaria dejaras de entrenar al Pozuelo?
Que perdiera la ilusión de seguir mejorando a este equipo. El día que lo pierda o bien me quedo en mi casa o bien ha habido un proyecto que me ha ilusionado más, cosa que no ha sucedido hasta ahora. Soy muy práctico. Ni lo pienso, ...... voy a día a día. El Pozuelo me da la oportunidad de entrenar y me respeta mi trabajo, por lo que no tengo un aliciente mayor que éste. Pero, como todo el mundo, todos tenemos sueños y si alguien me ofrece un sueño mayor que el de Pozuelo llegaría el momento de separarnos, pero ahora mismo soy muy feliz aquí.
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