Roberto Batres era
una de las perlas de la cantera atlética.
Compaginaba sus goles del filial con los entrenamientos del primer
equipo y todo hacía pensar que pronto le llegaría la oportunidad por la que tanto había luchado.
Pero de repente, una inoportuna lesión de rodilla cortó su progresión. Desde ese momento, todo cambió. Una nueva
recaída le hizo ver el lado le hizo más amargo del fútbol. El de la hipocresía
y el de los intereses. Cuando más apoyo necesitaba se quedó solo.
Ya no estaban los que
tanto le adulaban cuando marchaban bien las cosas. De repente nadie confiaba en
él y pasó de ser una firme promesa a no tener casi ni equipo. Pero gracias a su
familia tiró para adelante. Tras el paso por varios equipos, entre ellos por
China y Holanda, este año ha fichado por el Leganés donde ha vuelto de nuevo a
sentirse futbolista.
26 años, con
recorrido en varios equipos, Roberto, parece que te has encontrado como
futbolista de nuevo en Leganés…
Sí, después de pasar por muchos equipos, de dar muchas
vueltas en el mundo del fútbol, este año en casa y en un club como el Leganés
que me ha dado la oportunidad de sentirme otra vez futbolista. De momento
marchan las cosas bien, estoy muy contento y espero que las cosas sigan mucho
tiempo así.
Te escuché el otro
día que, por fin, estás feliz y que estás disfrutando del fútbol ¿Qué tiene de
especial este club para decir esto de forma tan categórica?
Yo es que lo he pasado muy mal en el mundo del fútbol, sobre
todo, a raíz de muchas lesiones de rodilla que he sufrido y de tener pocas
oportunidades en otros equipos. Vine
aquí sobre todo con la intención de tener cerca a la familia, que en los malos
momentos, es lo que más necesitas.
Cuando me comunicó mi representante la oferta del Leganés, no me lo
pensé. Quería estar cerca de casa, olvidarme un poco de todo y ver qué tal… Y
la verdad es que me han recibido con los brazos abiertos, la gente es
sensacional, hay un grupo humano asombroso, todos son buenos compañeros y
compartimos el mismo objetivo, que es intentar que el Leganés esté lo más
arriba posible.
¿Qué se diferencia
este Leganés, por ejemplo, de tu etapa del filial rojiblanco?
Aquí, quizá, haya menos egos. Aquí todos sabemos de dónde
venimos, que necesitamos todos de todos y que el bien del compañero es el bien
tuyo. Todo este buen rollo está dando sus resultados.
Las lesiones son
siempre inoportunas, pero ¿Te has puesto a pensar muchas veces que hubiera
pasado si no te hubieras llegado a lesionar de tanta gravedad?
Sí, porque me pillo una época en la que estaba jugando muy
bien en el Atlético de Madrid y estaba con el primer equipo. La verdad es que
fue un palo muy duro porque fue una lesión bastante grave, de mucho
tiempo…Encima volví a recaer. Pero bueno el fútbol es presente y no pasado. A
partir de ahí fui para abajo. Me cedieron al Albacete donde no tuve muchos
minutos, me cedieron a China y en China
empecé a tener de nuevo minutos con la mala suerte que volví a lesionarme. Ahí,
en ese momento, sí que pensé en la retirada.
Me interesa el
capítulo de China. ¿Cómo surgió la idea? ¿Por qué aceptaste ese reto?
Surgió porque quería jugar. Hablé con mi representante para
que me buscara una salida y estuvimos buscando equipos de segunda B pero no se
terminaban de fiar del estado de mi rodilla ni que llevara tanto tiempo sin
jugar. No me salía nada…para mi fue un palo muy duro. Yo era un jugador puntero
del Atlético de Madrid y de repente te ves que no cuentas para nadie. Así que
nada el Atlético de Madrid tenía un acuerdo de colaboración con un equipo de
China y lo acepté porque yo lo que quería era sentirme futbolista. Quería coger
minutos y sentir que la rodilla estaba bien. Me fui para allá sin pensármelo.
Me costó la adaptación lógicamente con el idioma, pero yo estaba feliz porque
estaba jugando. Disputé 4 partidos amistosos
y muy bien, el entrenador estaba encantado conmigo y al mes de estar allí me volví a lesionar de
la rodilla, me rompí otra vez el cruzado y me tuve que volver.
¿Qué se te pasa por
la cabeza cuando te cambia la vida así tan de repente?
Al principio no lo asimilé muy bien porque nunca me había
lesionado de gravedad. Como me sentía bien, lo único que quería era curarme y
empezar rápido a jugar. Pero cuando me pasó la segunda vez, vi que la gente
empezó a dejarme un poco de lado, ves que no te apoyan tanto como antes y
empiezas a pensarte las cosas. Lo que tengo claro es que los únicos que nunca
me han fallado y siempre han estado a mi lado ha sido mi familia. Si no llega a
ser por ellos, no estaría jugando ahora.
Después de tanto
sufrimiento y tan mala suerte con las lesiones ¿Has podido sacar algo de
positivo?
Sí, me han ayudado a ser más duro. Ves cómo los que te daban
las palmaditas en la espalda cuando pasas por malas épocas desaparecen y
ves las cosas de otra manera. Te vuelves
más humilde. Es una mala época que pasé, pero bueno ahora estoy disfrutando de
una nueva etapa del fútbol.
¿Hay mucho aprovechado en el mundo del fútbol?
Pero no solamente en el mundo el fútbol, también pasa en
otros aspectos de la vida. Cuando las cosas van bien te salen amigos por todos
los lados, quieren aprovecharse de la amistad que puedan tener es ese momento y
cuando no estás como antes, se olvidan de ti. Me ha pasado con mucha gente: con
directivos, representantes, compañeros… pero bueno aprendes de cómo es la
gente. Y no hay más. Lo importante en la vida es la familia.
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Y ahora Leganés, un
clásico que lleva años intentando salir del pozo de la segunda B. ¿Por qué te
decides por el club pepinero?
El Leganés es un club que tiene estar en segunda por
historia, por su estadio, por la gente que es muy exigente y, sobre todo,
porque este año se ha montado un grupo
de gente que sabemos a lo que hemos venido. No hemos venido a ser uno más que
otro. Hemos venido a intentar a volver a ser de nuevo futbolistas y el Leganés
es un buen escaparate para volver a
tirar para arriba. Y estamos concienciados de que si hacemos una buena
campaña tendremos oportunidades de llegar más arriba y de momento va bien la
cosa. De momento, estamos encantados con el entrenador como Pablo Alfaro, con
el trato que tiene con nosotros.
¿Qué reto te marcas a
nivel personal?
No me marco ningún reto. Me conozco a mi mismo: Soy un
jugador que estando físicamente bien y teniendo minutos seré importante. Me ha
costado un poco al principio por una lesión que tuve en pretemporada que me
obligó a estar parado. Pero poco a poco me siento mejor, físicamente voy a más,
con mucha confianza y con muchas ganas. Sinceramente espero seguir así y espero
ir a más.
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Si se consiguieras el
ascenso, ¿te acordarás de aquellos que se olvidaron de ti en los malos
momentos?
No, no soy rencoroso. Soy una persona que piensa que lo
pasado, pasado está aunque se hayan portado mal conmigo. La vida es así. Me
considero humilde y en ese aspecto que al final pueda demostrarse que esas
personas que no contaron conmigo se equivocaron no significa nada. Intento
disfrutar de esto que es lo que siempre me ha gustado, ser feliz y de hacerlo
lo mejor posible.
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